Edificios con cocina comunitaria
En Mar del Plata hay tres edificios de departamentos que antes fueron hoteles y no cuentan con cocinas individuales. El motivo de esta rareza arquitectónica llevó a Antonio Costantino a investigar en el pasado de la ciudad.
Tres edificios de propiedad horizontal de Mar del Plata antes de cumplir con este cometido fueron importantes hoteles. El hecho no pareciera muy significativo si no se agrega que, debido a ello, cuando sufrieron esta transformación no se les agregó a cada una de las habitaciones, ahora departamentos individuales, una cocina, por lo que los que residen actualmente en estos inmuebles y los que lo han adquirido o los alquilan con fines turísticos, deben compartir tanto la cocina como el comedor.
La referencia a estos lugares surgió del diálogo con el profesor universitario Antonio Costantino, quien expuso que "gracias a distintas fuentes hemos podido reconstruir un aspecto de la historia de la ciudad: la conversión de hoteles en edificios de propiedad horizontal. También, mediante estos testimonios nos pudimos enterar cómo fueron esos establecimientos hoteleros".
Según la investigación realizada, se trata de los siguientes edificios:
Uno de los hoteles más modernos
* Consorcio Torre Alfar, situado camino a Miramar, justo frente a la entrada de las playas del Alfar. Cuenta con 10 pisos de altura, construido antes del año 1950.
Al respecto Costantino señaló que "en esa época era el hotel más importante y categorizado de la zona, ya que no sólo se encuentra frente al mar y en aquel entonces con mayor razón rodeado de un denso bosque de paz y tranquilidad, sino que sus características constructivas en lo edilicio y en lo funcional eran de primerísimo nivel".
"Entre sus innovaciones por ese entonces, se puede mencionar que tenía puertas giratorias de ingreso, ascensores con puertas automáticas, amplio comedor en planta baja y todo el funcionamiento de la parte gastronómica en los subsuelos", continuó.
Recordó que "su propietario era la familia Machinandiarena que después formalizó la Compañía Hotelera del Sur Argentino SRL". Y agregó que "otra particularidad es que en la planta baja ostenta el lujo de poseer un mural de Juan Carlos Castagnino, realizado entre 1952 y 1953".
"Según información del actual administrador del consorcio, Pedro Velasco, -sostuvo- los propietarios del hotel, ante versiones de posible expropiación afectaron el edificio del hotel conocido con el nombre de Alfar, al régimen de la propiedad horizontal mediante escritura 1710 realizada en Capital Federal, registrando 23 unidades funcionales por piso, que antes constituían las habitaciones".
Y puso de relieve que "lo atípico es que las habitaciones pasaron a ser departamentos de propiedad privada, pero como era un hotel, las nuevas dependencias carecían de cocina debido a que los nuevos departamentos eran las anteriores habitaciones del hotel. Por eso, cada uno de los consorcistas debió adaptar el funcionamiento de su unidad funcional instalando cocinas eléctricas".
"En el subsuelo -prosiguió-, durante la temporada, los propietarios concesionan el servicio de gastronomía que se brinda en el salón comedor, y el sector operativo de la elaboración de comidas continua siendo el antiguo lugar del originario hotel".
"El primer sauna non santo de Mar del Plata"
* Edificio las Vegas de avenida Luro 2332.
Al respecto, Costantino explicó que "en este caso, la información me fue brindada por una de las más antiguas habitante del edificio, Helena López Arocena, y actualizada por unos de sus actuales propietarios, Miguel Angel Fernández".
Dijo que este inmueble "en principio, se construyó para hotel siendo el primero de máxima categoría en la zona. Todavía conserva en el hall de entrada y los amplios palieres los pisos de granito con juntas de bronce de estilo Art Nouveau. Desde los pisos altos se apreciaba una vista sensacional que llegaba mucho más alla del Asilo Unzué".
"En él se hospedaban los artistas que venían a Mar del Plata. Entre otros: Virginia Luque, Luis Sandrini, Pepe Arias, Florencio Parravicini y Libertad Lamarque, que eran los más populares de su época".
Describió después que "cuando se transformó en propiedad horizontal por fallecimiento de su dueño, el señor Olivero, se fueron vendiendo las unidades y de ese tiempo quedan uno o dos propietarios. Luego como todo, se fue deteriorando y en uno de sus departamentos del piso 13, aparte de la confitería, que todavía está, a uno de los sucesivos dueños de esa unidad se le ocurrió que podía instalar allí el primer sauna 'non santo' de la ciudad.
Para ello, se apropió del espacio del descanso que va a la terraza y abrió una puerta para comunicarla con la unidad. En ese lugar, se desvestían 'las chicas' Y de allí descendían por una escalera a la sala donde las esperaban los caballeros para agasajarlas".
"Cuando los otros propietarios se enteraron (ubíquese en la época), estalló un escándalo de aquellos. El hombre tuvo que vender el departamento y todo volvió a la normalidad. En la planta baja, hubo un bowling y en la planta baja y el subsuelo un teatro que actualmente funciona en la temporada", continuó.
Donde se hospedaron descendientes de Cornelio Saavedra
* En Moreno 1099 haciendo esquina con Viamonte 1946.
Sobre esta propiedad el entrevistado dijo que "hoy es posible observar allí la construcción de un imponente edificio de piedra y tejas normandas, que en su momento fue el hotel Horizonte, que estaba posicionado dentro de los 5 mejores de Mar del Plata".
"Contaba con pisos de roble, esculturas de bronce, cerámicas importadas y su cercanía con el mar hacían que la aristocracia argentina lo tuviese como un referente al momento de venir de vacaciones", puso de relieve.
Y siguió: "Allí se alojaron poderosos empresarios extranjeros como la familia Patiño, que eran los reyes del estaño en Bolivia, hasta descendientes de próceres Argentinos, como lo fueran familiares de Cornelio Saavedra".
"Este hotel fue afectado a propiedad horizontal mediante escritura del 5/9/79- destacó-, y al igual que ocurrió con los otros dos, cada una de las nuevas unidades funcionales eran las habitaciones y sucedió del mismo modo que los adquirentes de los departamentos tuvieron que ir adaptando las unidades mediante la instalación de cocinas y calefacción eléctrica colocadas dentro de los amplios placares que eran propios de las habitaciones de un edificio de categoría".
Con respecto a la fuente consultada, indicó que "el doctor Néstor Rodríguez, ya jubilado, pero rememorando con orgullo sus años de adolescente en que fuera el ascensorista del hotel, nos brindó parte de esta historia, completada por el periodista marplatense Oscar Costa, actual propietario en el edificio".
