En la sesión del jueves el Concejo Deliberante aprobó la ordenanza que obligará a todos los locales gastronómicos del partido a tener en sus mesas sal 100% libre de sodio.

La norma, correspondiente a una iniciativa del concejal oficialista Ricardo Palacios, entrará en vigencia en aproximadamente 15 días, al ser promulgada por el intendente Gustavo Pulti.

Según esta ordenanza, los restaurantes, bares, confiterías, comedores, cafés, fast food y cualquier otro lugar público destinado a la venta de comidas para ser consumidas allí, deberán tener en cada mesa un salero con sal 100% libre de sodio.

Además indica que este condimento deberá presentarse "en envases originales, precintados, con sus respectivas descripciones y detalles de fabricación, fecha de vencimiento, marca, etc., tal como lo determina la reglamentación vigente".

También establece que deberá publicitarse por medio de un cartel o mediante los indicadores denominados "carpas" sobre la existencia de sal sin sodio al servicio de los comensales, con el número de la norma que la dispone.

Por último la ordenanza aclara que no se considerarán las sales "reducidas" en sodio.

"Esta norma es muy importante, es la primera de este tipo en Argentina" valoró el concejal Ricardo Palacios, autor del proyecto, quién aseguró que "según la OMS se deben consumir menos de 5 gramos de sal por día y los argentinos estamos consumiendo 12 gramos por día. Este dato, por sí solo, habla de la importancia de esta norma".

El concejal reconoció que "como toda medida innovadora es posible que haya al principio un poco de indiferencia o rechazo, pero creo que en un tiempo corto se va a aceptar porque la gente sabe lo que le hace bien y lo que le hace mal y esta medida es a favor de la salud de la gente".

"Estamos hablando de prevenir hipertensión que es el principal factor de riesgo de muerte, que provoca infartos de miocardio, ataques cerebro vasculares, no es un tema light", enfatizó.

El concejal aseguró que "investigué antes de plantear la ordenanza y sé que los costos al por mayor de las sales 100% libres de sodio cuestan 6 o 7 pesos, es decir que la norma no implica un aumento de costos sustancial para los restaurantes ni una merma en las ganancias".

Además señaló que la idea es que que los saleros "no se puedan abrir y rellenar con otro tipo de sal".

"Las sales sin sodio son especiales, tienen otro tipo de elaboración y de responsabilidad de la fábrica" indicó Palacios.

"Esto no sólo beneficia a las personas que no pueden o no quieren comer con sal y además contribuye a generar educación y concientización apuntó", señalando que "hay una tendencia de la gente a cuidarse en las comidas, en no fumar y en abandonar el sedentarismo, tres males que nos afectan".

Medida provincial

Al preguntarle al doctor Palacios sobre el programa del gobierno de la Provincia de Buenos Aires tendiente a que directamente no haya saleros en las mesas de los restaurantes y del convenio con panaderías para que elaboren panificados con menor contenido de sal, consideró que se trata de medidas desacertadas.

"Hablan de la sal común y las personas no van a comer la ensalada sin sal, la van a pedir, si no le dan, o se retiran o no vuelven más. Me parece que no tiene sentido" sostuvo el concejal, señalando que "así lo considera gente que conoce mucho del tema y con la que me asesoré para el proyecto de ordenanza".

En tanto, respecto del convenio para que el pan se fabrique con menor contenido de sal, sostuvo que "también me llama la atención porque hace tiempo la Sociedad Argentina de Cardiología firmó un convenio con una entidad que representa a 25 mil panaderías, en el que se comprometían a ir bajando la cantidad de sal en el pan, progresivamente, para que la gente se vaya acostumbrando al gusto".