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30-07-2011

Hazmereir: arte circense y solidaridad

El dolor que puede generar una muerte suele activar conductas poderosas que luego pueden mutar y provocar movimientos transformadores. De esto puede dar testimonio Juan Manuel Rey, artífice junto con Clarita, su mujer, de Hazmereir.

En agosto del 2005 Juan Manuel Rey y su mujer sufrieron la pérdida de Juan Pablo, su hijo mayor, por intoxicación de monóxido de carbono en Capital Federal. ?Era un artista de circo, un chico feliz?, recuerda Juan, en un reducido espacio, a un costado del salón principal de la librería que maneja, en el macrocentro marplatense, rodeado de cuadros que testimonian todo lo que vino después de aquella tragedia.

?Decidimos recordarlo como lo que era, un pibe alegre. Y en dos semanas armamos un varieté de circo con artistas que lo conocían y se sumaron al homenaje. Fue una forma especial de recordarlo y de rendirle tributo. Fue impresionante la cantidad de gente que vino. Más de 1.400 personas pasaron por el Club Kimberley; todo a beneficio?, recuerda Juan, ex jugador de básquet y actual presidente del Club Unión.

Con la fuerza de ese relámpago, al año siguiente crearon Hazmereir, el festival de circo del que participan los mejores artistas de todo el mundo. Nacho, el hermano de Juan Pablo, siguió sus pasos y forma parte de ese grupo de selectos talentos y solidarios. En las últimas ediciones, más de 10 mil personas desfilaron maravillados por la Plaza Revolución de Mayo y renovaron la risa para Juan Pablo.

?Nada de todo lo que hemos hecho hasta ahora ha impedido que todos los días, cuando me levanto, piense en mi hijo. Uno puede estar bien o mal, elige?, sigue Juan con una verborragia que al principio intimida pero que al rato fascina.

Porque cuenta todo lo que han hecho, motorizados por ese dolor que en estos años ha trocado en risas y carcajadas. ?Hemos hecho de la derrota, una victoria?, subraya Juan y dice que esa frase la tomó prestada de un amigo entrañable, dueño de otra increíble historia de perseverancia.

Es Marcelo Adrián Quintero, un biólogo al que hace 12 años le detectaron una enfermedad neurológica que lo terminaría postrando e inmovilizando en una cama. ?Ahora sólo puede mover los ojos. Pero antes creó un lenguaje, una técnica especial de visualización y entrenamiento ocular?, se entusiasma y nos regala el libro. ?TEVEO?, donde quedó plasmado el método.

Contribución

Hazmereir contribuyó para el financiamiento de un software creado en la Facultad de Ingeniería local para que Marcelo pueda escribir en una computadora mediante el movimiento de sus ojos. ?Ahora escribió un libro, presentará su historia de vida?, dice y nos anticipa el diseño de tapa en el monitor de la computadora.

Juan no se detiene. Habla y revisa papeles, cajones. Saca un libro de tapa color verde manzana. ?Esto es maravilloso?, anticipa con la certeza de quien sabe el final feliz de la historia. Y cuenta que existe una escuela domiciliaria y hospitalaria en el Hospital Materno Infantil, de la que participan chicos que sufren alguna enfermedad que les impide ir a la escuela con la periodicidad necesaria.

?Además de tareas y estudio, los docentes le pedían que escribieran un cuento, el cual era publicado a fin de año, junto con el de todos los otros chicos. En el 2007 conocí el proyecto y el libro en realidad era un juego de fotocopias porque no había recursos para darle un mejor formato?.

Gracias al aporte de Hazmereir y de muchas otras personas e instituciones, quienes se hicieron cargo de la impresión, fue posible este ejemplar de lujo que muestra Juan. ?Vení, te cuento?? es el título y contiene historias e ilustraciones de todos los participantes. Emociona, asombra, conmueve leer alguno de los cuentos.

Juan es un hombre de comercio y con una activa vida social y deportiva. Esto para decir que lo conoce muchísima gente. Su ejemplo rápidamente fue imitado en pequeños gestos. ?Hay que ayudar antes que te pase algo, no después por que te pasó, pero todo es bienvenido?, aclara, mientras gira la silla hacia la derecha y retira una carpeta gruesa, de cartón, que en el lomo puede leerse ?Donaciones?.

?Es todo lo que llevamos donado en lo que va del año. La gente necesita confiar en alguien para ayudar y nos lo trae a nosotros para que lo entreguemos?, cuenta Juan. La carpeta está con sus elásticos estirados, casi al límite. ?Hacemos 100 funciones gratis por año. A cada comedor o escuela que vamos con el circo, luego hacemos una donación, pequeña o grande, siempre ayudamos?.

Ayuda, risa, arte

La ayuda, junto con la risa del arte y el circo van de la mano y llegan a la periferia marplatense, al impenetrable chaqueño y hasta Haití, luego del terremoto que sacudió al país caribeño hace año y medio. ?Hazmereir fue la única institución, junto con Payasos Sin Fronteras, que pudo entrar al país luego del terremoto?, dice Juan y enseguida muestra la foto que refleja el momento. Estremece tanto amor en medio del dolor. ?Todos esos chicos acaban de perder a su familia?.

Juan cree que Mar del Plata podría tener la mejor escuela de circo del país. ?Podríamos ser la capital nacional del circo. Hay un movimiento impresionante con cada llegada del Festival, pero nos falta un lugar donde poder plasmar la idea?, reconoce.

?El intendente se ha mostrado muy interesado en el proyecto porque ve al circo como una herramienta muy valiosa para interactuar con sectores sociales vulnerables?, afirmó Ariana Bazán, directora de Relaciones con las ONG, que se entrevistó con Juan Rey para conocer más detalles de Hazmereir.

Hasta ahora funciona un pequeño espacio en Punta Iglesias donde los artistas circenses hacen gala de su arte todos los fines de semana. Acaban de terminar la temporada de vacaciones de invierno en el Teatro Colón, a sala repleta y ya están planeando la próxima edición del Festival antes de fin de año. La risa de Juan Pablo no debe terminarse nunca porque no es lo mismo que vivir, honrar la vida.

Contacto

Quienes quieran sumarse a la ola de solidaridad que genera Hazmereir pueden comunicarse directamente con Juan Rey al 472-4875 / 155384248 o vía mail: [email protected]. Y estar atentos a la confirmación de la fecha del próximo Festival de Circo que se realizará antes de fin de año. Los mejores artistas del mundo, por unos días, actuarán en Mar del Plata, ciudad que Juan quiere convertir en la capital nacional del Circo. Hazmereir ya sembró la semilla.