Se estima que en la ciudad, particularmente en la zona productiva de Batán, Sierra de los Padres y Chapadmalal existe una comunidad de 25 mil bolivianos, de los dos millones que se han radicado en Argentina.

El Centro comenzó a trabajar en 1986 aunque recién en 1990 tuvo la personería jurídica. La entidad realiza almuerzos mensuales donde se reúne la colectividad y brinda asesoramiento legal para quienes necesiten regularizar su documentación en la Dirección de Migraciones.

Margarita Llanos llegó al país casi en la misma época que se creaba el centro. Estuvo tres años pensando que estaba sola en la ciudad. Cuando la invitaron a uno de los almuerzos, descubrió que eran miles.

Es la presidente de la entidad desde hace cuatro años. La secunda Freddy Bruno Ortuño Ariaga como vicepresidente. Freddy tiene toda una historia en la institución. La fundó su tío y concurre desde que tenía 10 años. Confiesa que nunca se sintió discriminado por la comunidad marplatense.

La función del Centro es ayudar a los connacionales en este proceso de desembarco en un nuevo país. ?Es una inmigración del campo de Bolivia hacia el campo en Argentina y si bien ahora se ha regularizado mucho la documentación, siempre hay demandas por resolver?.

Margarita tiene una radiografía de la procedencia de sus conciudadanos. ?Una mayoría vino de Tarija, y son quienes trabajan en las quintas. Algunos son propietarios y otros alquilan?, cuenta.

?Al principio la horticultura estaba en manos de españoles e italianos. La segunda generación ya se volcó hacia el comercio o ramas profesionales. Ahí llegan los paisanos de mi tierra para ocupar ese lugar?, agrega Freddy.

Hay un 30% que proviene de Potosí y se ocupan en los hornos ladrilleros en la zona de Chapadmalal, en tanto que ahora se ve una nueva ola que ha llegado de zonas como La Paz y Santa Cruz, que se dedica a la frutilla.

Uno de los sueños de Margarita y Freddy es poder trasladar la sede del Centro ubicado en la periferia marplatense, hacia el corazón de Bolivia en el Partido de General Pueyrredon.

?Estamos trabajando con el Banco de Tierras para acceder a un predio en la zona de canteras de Chapadmalal donde poder tener un nuevo edificio. Estaría en un lugar cerca de todos los miembros de la comunidad y pensamos construir un polideportivo, una sala de primeros auxilios, viviendas si es posible. Ruego a Dios para que pueda concretarse?, confiesa Margarita.

Margarita hace 10 años que no visita su tierra, Sucre, Departamento Culpina. No va desde que fallecieron sus padres. ?Fui al año y ya no era lo mismo. Ahora me reencontraré con tres hermanos que viven allá y viajamos con otros tres más que están en Argentina?.

La presidente es alta y de una tez blanca que confunde incluso a sus connacionales. ?He tenido que mostrar el documento para demostrar que era boliviana. Eso me duele en el alma?; dice con una tonada que pareciera inconfundible para quien poco conoce del sentir boliviano, pero que no parecía suficiente cuando Margarita comenzó a representar a su comunidad.

El concepto de familia está muy arraigado en Bolivia y es por eso que cuando el hombre boliviano migra, a diferencia de lo que puede ocurrir con los paraguayos, peruanos o chilenos, lo hace con toda su familia.

Por ese mismo motivo explican la presencia de los hijos chicos en el surco abierto en la tierra, al lado de los mayores. ?Es un proceso cultural. No hay lugar mejor para un hijo que estar siempre cerca de los padres. Esto evita que estén solos, a merced de mensajes desde los medios que pueden confundirlos y hacerlos entrar en la droga o el delito?, argumenta Freddy.

Contacto

En el Centro de Residentes creen que hay muchos bolivianos que no conocen la tarea de la institución. Margarita invita al próximo almuerzo que celebrará la comunidad, el 18 de setiembre, en su sede de Av. Colón 9040. Quienes deseen recibir más información podrán comunicarse al 479-9328 / 155-696192; email: [email protected]. La comunidad también tiene su espacio radial: todos los domingos, desde las 11 a las 17, por FM 100.3 Iberoamérica desfilan programas que rescatan las tradiciones y la música del vecino país.