La jefa del Departamento de Zoonosis de la Municipalidad apeló al sentido de responsabilidad por parte de quienes adoptan un perro como mascota, para que observen "en forma estricta" las recomendaciones sanitarias vigentes como forma de evitar que el animal se convierta en peligroso vehículo de enfermedades u ocasione problemas de convivencia.

La doctora Patricia Hollmann dio a conocer que en Mar del Plata y Batán se contabilizaron aproximadamente 170 mil perros, "de los que unos 3.500 viven en la vía pública", añadió. Enseguida anunció que en pocos días comenzará una campaña de vacunación antirrábica gratuita.

Coincidentemente, al anunciar que se vacunará a 1 millón de animales domésticos en territorio bonaerense, el ministro de Salud Alejandro Collia aseguró ayer que uno de los municipios prioritarios a los que apunta la campaña es precisamente General Pueyrredon, donde habita "la mayor población canina de la provincia" (ver aparte).

Si el número de 170 perros en el partido es de por sí importante, lo es más todavía el de los 3.500 callejeros (hay quien afirma que estos pueden ser varios miles más). Respecto del control municipal sobre estos animalitos vagabundos o abandonados, la jefa de Zoonosis fue muy clara: "Contamos en nuestra dependencia sólo con dos inspectores", de manera que "es imposible realizar recorridas o relevamientos" para controlar a estos canes. Zoonosis se pone en acción recién cuando recibe denuncias precisas sobre algún problema causado por los perros de la calle.

Hollmann prefirió poner el acento en los cuidados que deben observar los dueños de mascotas. "Es importante que los que tienen perros eviten dejar en todas partes y sin el menor respeto por el prójimo los excrementos de sus animales", comenzó. Se sabe que hay una ordenanza al respecto, "pero como no está regulada, no se puede sancionar todavía a quien no cumple con esta prerrogativa de convivencia", aclaró la funcionaria.

De todas maneras, la jefa de Zoonosis sostuvo que "para tranquilidad de la gente, digamos que es totalmente seguro tener un perro en casa siempre que se le hayan aplicado todas las vacunas, que sean desparasitados cada 4 meses y se les realice un análisis de la materia fecal en esas oportunidades".

Enfermedades potenciales

Luego, Hollmann ofreció un panorama de algunas de las enfermedades graves que pueden transmitir los perros, principalmente a través de la materia fecal y de la orina. Por eso insistió en apelar al "sentido común" de aquellos que llevan a sus mascotas a hacer sus necesidades en la playa y las plazas, donde después juegan los niños.

"Para certificar lo que digo no hay más que observar la casuística existente en el Materno Infantil donde figura un gran número de niños que fueron internados, algunos gravemente, por contraer enfermedades provocadas por haber ingerido o tocado heces u orina de los perros", alertó.

En el cuadro de parásitos más comunes existen tres variedades: el "ancylostoma", que produce en el ser humano una especie de sarna con mucha picazón; el "trichuris", que se aloja en el intestino; y el "toxocara", que penetra por la piel o por la boca y se aloja en el hígado, el corazón, los pulmones, entre otros órganos y también en el nervio ocular de los niños. "Tenemos casos de este tipo en el Materno Infantil", advirtió Hollmann.

Agregó que también en el listado de enfermedades provocadas por el contacto con heces de perros sobresale la hidatidosis, "que produce quistes en los órganos que luego deberán ser extirpados quirúrgicamente. También en nuestro hospital de niños tenemos de esos casos", prosiguió.

En cuanto a la orina -tanto de las ratas como de otros animales-, provoca leptopirosis, que "se puede manifestar, entre otras enfermedades graves como una neumonía hemorrágica".

También sobre los perros de la calle, la funcionaria puntualizó que el municipio solamente dispone de 40 caniles, un número ínfimo para la cantidad de animales que hay en la vía pública. "En ese sentido -advirtió la funcionaria- hacemos un llamamiento a las personas, a las que denomino 'dueños hipotéticos', porque creen que están haciendo un bien dándole asilo a estos animales e incluso brindándole alimento en lugares atípicos, pero desentendiéndose de todo lo que tenga que ver con el cuidado del animal".

"En departamentos, no"

Mar del Plata es una de las ciudades con mayor cantidad de departamentos, por lo que otra de las preguntas obligadas a la jefa de Zoonosis fue qué sucede con las mascotas en ese tipo de hábitat. La doctora Hollmann tiene opinión formada al respecto: "No es conveniente tener un perro en un departamento, sobre todo de pequeñas dimensiones", aseguró. ¿Argumentos?: "Los animales necesitan espacios para hacer ejercicios, suficiente alimento según sus necesidades, agua, educación y afecto, entre otras cosas".

"Suponiendo que la persona insiste en tenerlo en ese hábitat -prosiguió-, primero tendrá que considerar que no todas las razas se adecuan a vivir en estos lugares". Por eso, además de los cuidados ya mencionados para evitar que el animal sea transmisor de enfermedades, aparecen en este caso las precauciones por posibles "problemas de convivencia", es decir cuando el humano y el animal que cohabitan en un espacio reducido pierden "el respeto por el otro".

Ese "problema de convivencia" se verifica también en los casos de ciertas razas de perros potencialmente peligrosos. Recordó Hollmann que la ordenanza 15.450 regula la tenencia de este tipo de perros y "es muy clara" en la normativa a seguir. Por ejemplo, pasear hasta un máximo de dos animales con correa corta (menos de un metro) y bozal, por ejemplo; y en cuanto a la vivienda, la ordenanza establece que no puede ser un departamento y debe contar con un cerco perimetral que impida salir al animal. "Asimismo, sus responsables y tenedores deben ser personas mayores de edad y no registrar antecedentes policiales", subrayó.

La doctora Hollmann también informó que además de las denuncias y consultas que reciben en Zoonosis, desde 2008 realizan campañas de difusión en todas las escuelas municipales, en la mayoría de las provinciales e incluso en establecimientos privados. También se agregaron los colegios secundarios a través del programa Acercar de la Secretaría de Salud.