El Galpón de los Chicos: arte en el barrio La Herradura
El Galpón de los Chicos es una asociación que funciona desde hace seis años en un predio del barrio La Herradura, en el oeste de la ciudad de Mar del Plata y luce la flamante personería como entidad civil otorgada por la Dirección de Personas Jurídicas de la Provincia de Buenos Aires.
La entidad nació como un proyecto de extensión de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Mar del Plata allá por el 2005 que no tuvo un final feliz y los vecinos se terminaron haciendo cargo del edificio: un galpón de 6 metros por 8, más cocina, baño y depósito, que sirve como punto de reunión de una barriada carente de servicios básicos y que no para de crecer.
Roberto Del Río es fomentista y artífice de la inserción de la entidad en La Herradura, un área de 52 manzanas, allá donde se dibuja la última rotonda de la Av. Luro y comienza la ruta 226. ?Son unas 52 manzanas donde viven entre 800 y 900 familias?, cuenta el presidente de El Galpón de los Chicos.
?Nunca funcionó con continuidad la construcción de bloques para armar las casas del barrio, que era uno de los pilares del programa de la Universidad, y decidimos con los vecinos conformar esta entidad para poder manejar el galponcito?, subraya Del Río.
Ahora el galpón luce más cálido. Los vecinos ya lo terminaron de revocar por dentro y comenzaron con los muros exteriores. La entidad sigue articulando acciones con la Universidad Nacional y con Cultura de Nación.
?Tenemos a casi 100 chicos participando de ?Vincularte?, un taller cultural de la Secretaría de Extensión de la Universidad y de ?Cultura en Acción?, donde realizan actividades vinculadas con la música, la danza, estamos conformando una murga??, explica el vecino.
La institución participó del Presupuesto Participativo y logró que sus proyectos fueran votados por los vecinos. Nos dieron 30 mil pesos para el alumbrado de las calles principales, otros 30 mil para la señalización de las calles y 17.500 para darle forma a la murga y a la escuelita de fútbol?, especifica.
El barrio no para de crecer, cuenta Roberto. ?En estos últimos tres meses llegaron como 20 familias. Nosotros les indicamos en qué lote radicarse. Es gente que casi no tiene nada, apenas llegan con un par de lonas y palos?, confiesa. ?Nuestra mayor preocupación es el tema de la tierra, no tenemos seguridad de que esto algún día será nuestro?.
El año pasado estuvo ayudándolos la ONG ?Un Techo para Mi País?. ?Fue una experiencia hermosa. Pudimos armar 33 casas pero este año no, tienen que ir para otro lado?, dice Roberto. ?La verdad es que necesitamos muchas cosas para el galponcito, como bolsas de cal, cemento y arena, pero es más importante lo que necesitan los vecinos: chapas, tirantes, palos para que la gente al menos pueda vivir un poco mejor?, dice el vecino.
Los chicos que acuden al Galpón todos los sábados tienen su copa de leche. El año pasado, además de juegos y actividades artísticas, a los más grandes les enseñaron nociones básicas de electricidad y albañilería, como para iniciar un camino formativo con salida laboral.
?Acá la mayoría tiene trabajo. Nosotros formamos parte de una cooperativa que se encargó de hacer la obra de agua, que ya la estamos terminando y ahora estamos esperando nuevos nombramientos para hacer obra de mejora en infraestructura pública?, cuenta Del Río.
En el corazón del barrio La Herradura, haciendo frente a las adversidades, los vecinos le dan vida a El Galpón de los Chicos como una forma de contener y capacitar a las generaciones futuras mientras luchan y trabajan por mejores condiciones de vida.
