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04-10-2011

Denuncian que en el Interzonal no cumplen con la ley de obesidad

María Alejandra Llabres tiene 42 años, obesidad mórbida y asegura que necesita la operación para salvar su vida. "Estoy en esta lucha para que me escuchen las personas que pueden tomar la decisión, aunque me dé vergüenza", reconoció.

Una paciente denunció que en el Hospital Interzonal General de Agudos, se niegan a realizarle la cirugía bariátrica que necesita para bajar los más de 100 kilos de sobrepeso que tiene.

María Alejandra Llabres -"Jana" para sus amigos-, fue derivada hace un año, por una de las médicas clínicas del nosocomio a un grupo interdisciplinario, donde evaluaron su caso, le indicaron diversos análisis, inició el tratamiento con psicóloga y nutricionista, lo cumplió -bajando 45 kilos- y llegó a la situación adecuada para hacerse la intervención y a raíz de esa evolución, le indican realizarse los estudios prequirúrgicos para llegar a la ansiada operación.

Pero pasaron los meses -los prequirúrgicos vencen a los 6 meses y el plazo se cumple a fin de mes- y el momento de la cirugía no llegaba. Le pidieron paciencia.

Pero Jana no entendía las demoras y pidió una entrevista en la dirección del hospital y la respuesta fue tajante: "que en este hospital no se atiende obesidad mórbida, que me desconocía como paciente, que desconocía el caso, que los médicos atendieron sin autorización, que me habían engañado y si llegaron al punto del prequirúrgico obraron de mala fe" describió la mujer, de 42 años, que ya ha sufrido varios problemas de salud como consecuencia de su enfermedad.

"Me prepararon durante un año, me mandaron a hacer los prequirúrgicos, siempre me hablaron del tema de la cirugía, me ilusionaron" lamentó esta mujer, que tiene un hijo de 10 años, trabaja por su cuenta y no tiene obra social.

Jana reclama que le realicen la operación, como lo indica la ley que está en vigencia y reconoce que golpeó muchas puertas y que hay gente -como la concejal Vilma Baragiola y su equipo- que se está preocupando, pero por ahora no hay cambios. Por eso la difícil decisión de salir a los medios: "estoy en esta lucha para que me escuchen las personas que pueden tomar la decisión, aunque me de vergüenza" admitió.

"A mí se me acaba el tiempo, es una cuestión de salud, no es que quiero ponerme la bikini en diciembre, estoy luchando por mi vida, por la posibilidad de seguir cuidando a mi hijo" señaló, con la voz cargada de la angustia que lleva encima desde que las puertas comenzaron a cerrársele.

Un turno en La Plata

Según el relato de Jana, hace poco más de una semana la llamaron del Interzonal para ofrecerle un turno en el Hospital San Martín de La Plata, pero no para la intervención. "Es empezar de 0 de nuevo, en otro lugar, pero que es lo único que me pueden ofrecer" indicó.

María Alejandra no ve viable esa opción aunque según comentó le ofrecieron el pago de los pasajes y el alquiler de una casa en Buenos Aires, cuando sea el momento de un seguimiento ambulatorio. "Yo soy mamá sola, tengo un nene de 10 años, no es lo mismo continuar el tratamiento acá que empezar de nuevo todo allá. Ya hice un gran esfuerzo, seguí el tratamiento, bajé 45 kilos y hay una persona que de manera anónima se ofreció a donar los insumos que se necesitan para la operación. Quiero luchar por que se cumpla la ley".

Según su relato, entre las explicaciones de dirección, incluyen cuestiones como problemas de energía en el quirófano, elementos adaptadores al aparato de laparoscopía, entre otras.

"Yo leí la ley y dice que si se presenta una persona que necesita el tratamiento -contención y llegar a la operación- tienen que hacerlo sea institución pública o privada, no pueden dejar a la persona y la están dejando" apuntó.

"Tuve parálisis facial, soy hipertensa, me dicen que soy una bomba de tiempo, que tengo riesgo cardíaco, de diabetes. He bajado muchas veces 75 kilos, 100 kilos y muchas veces subí 150 kilos. Tengo una enfermedad y la operación es una ayuda para no tener un rebote de más de 100 kilos, porque hay que seguir luchando, porque cuesta mucho bajar de peso" reconoció.

"Hace un año pensé que lo mejor que me podía pasar era morirme, me llevó mucho tiempo entender que no era esa la solución. En el hospital me ilusionaron y ahora están tirando la pelota afuera. ¿Para qué me mandaron a hacer el prequirúrgico si solo me iban a dar contención?" se preguntó.