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02-12-2011

Cincuenta años ayudando a las familias a cumplir el sueño de tener un hijo

El doctor Alfredo Elena, especialista en esterilidad, fertilización asistida y climaterio, repasó su carrera. Destacó que todos sus logros se deben al ejemplo y apoyo de su familia, valoró el diálogo con los pacientes y aseguró que no tiene intenciones de retirarse.

Hoy es el Día del Médico y el doctor Alfredo Elena, ginecólogo y consultor, especializado en esterilidad, fertilización asistida y climaterio, recibirá un reconocimiento del Colegio de Médicos, distrito IX, por sus 50 años de trayectoria.

El doctor Elena recordó, en una extensa charla con este medio que se graduó en 1961, a los 24 años en la Universidad Nacional de La Plata y se inclinó por la ginecología por gusto y por admiración hacia su padre "que era muy capaz, muy derecho y querido por la gente".

Reconoce que al principio se desilusionó de la especialidad, le parecía muy simple: "lo único que se hacía eran legrados por hemorragias por abortos incompletos, operaciones de fibromas, de prolapso y nada más". Hasta que le sugirieron conectarse con el doctor Alberto Betinotti, quien estaba en el Hospital Ramos Mejía Mejía incursionando en el tema de la esterilidad. "Me abrió un mundo nuevo, porque la esterilidad es una cosa muy compleja, hay que saber endocrinología, conocer toda la medicación hormonal, tener un manejo muy cuidadoso con el paciente, lograr mucha confianza mutua y dar apoyo a esa gente que está buscando un hijo, hay que saber lo que es cirugía conservadora, muchas cosas" recordó el doctor Elena, quien permaneció un año trabajando en ese grupo, antes de venir a Mar del Plata. "Acá fue una explosión, nadie se dedicaba a la esterilidad" aseguró.

Instalado en la misma sala en la que había trabajado su padre, en el Hospital Materno Infantil -en aquel entonces Hospital Mar del Plata- organizó el primer consultorio de planificación familiar, el primer consultorio de patologías cervicales -el estudio del Papanicolau para prevenir el cáncer- y el de esterilidad.

"El consultorio de planificación tuvo una vida muy corta, el cura párroco del hospital lo hizo cerrar, le dijo al director que si no lo hacía se llevaba a las monjas del hospital" recordó.

Vio nacer la ecografía, ingresó en la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Mar del Plata, formó un quipo de trabajo, también estuvo seis años en el Consejo de la Federación de Sociedades de Ginecología y Obstetricia, que maneja a todas las sociedades del país, donde creó la primer revista de divulgación científica que tuvo la entidad.

Elena asegura que el estudio, la actualización constante son fundamentales para el trabajo de los médicos, cualquiera sea su especialidad, al igual que un diálogo con los pacientes, que son "personas" antes que "casos".

"Esa es la forma con la que siempre encaré la profesión y es lo que les demostré a mis hijos: nunca hablar mal de un paciente, ni quejarme si los honorarios eran bajos, siempre demostrar que había que estudiar, formarse y estar a disposición" enumeró. La consecuencia es que sus cinco hijos son médicos, tres de ellos ginecólogos -dos de ellos hacen fertilidad y uno hace ecografía diagnóstica de malformaciones intrauterinas- uno cirujano plástico y la más chica, dermatóloga.

"He notado a lo largo de los años que la medicina se ha transformado en una cosa rutinaria, mecánica, muy impersonal. No estoy de acuerdo, para mí el paciente es una persona, es importante, tengo que escucharlo, atenderlo, analizar lo que creo que tiene, darle mi opinión y entre los dos decidir el mejor tratamiento. Yo a mis pacientes les doy mi número de celular, les digo que no me molesta que me llamen, no lo apago nunca, así se les ocurra que el pelo se les ha puesto verde con la medicación" aseguró.

Tanto por esa dedicación extrema a su trabajo y sus pacientes como al aprendizaje, a los viajes de especialización, el doctor Elena tiene un especial agradecimiento a su esposa. "Ella me ha acompañado, me ha apoyado, sin ella no sería lo que soy" aseveró.

Hoy, con 74 años, asegura que no tiene intenciones de retirarse. "Ni loco, hago lo que me gusta, tengo la energía y, sobre todo, tengo pacientes" aseguró.

Los avances en su especialidad

El doctor Elena perdió hace mucho tiempo la cuenta de la cantidad de bebés que ayudó a concebir, desde la época en la que no existían las técnicas de fertilización asistida, que los problemas de concepción se trataban en base a medicación "alguna complicada" según reconoció.

"En este tema, antes de tratar a los pacientes hay que estudiarlos bien, porque son por lo menos 8 los factores que pueden influir en una pareja para que no puedan tener chicos. Hay que apoyarlos, acompañarlos, decirles las cosas como son, explicarles lo que se va a hacer y por qué, los beneficios que van a tener haciendo esos estudios y una vez que estar explicarles en qué factor está la alteración, los tratamientos para hacer y cuál es el porcentaje de éxito aunque sea bajo, para que la familia pueda decidir como seguir" aseguró.

También recordó todos los cambios y avances ocurridos desde que realizó la primera fertilización asistida, hace más de 20 años. "En ese momento le transferí a la mamá 8 embriones, hoy me meterían preso" reconoció. En aquel momento no había técnicas de congelamiento de embriones, ni vitrificación, ni posibilidades de realizar estudios genéticos de los embriones antes de transferirlos, ni la ovodonación.

"Se ha abierto un campo inmenso, lo que pasa es que hay que tener ética, son procedimientos que en algunos casos bordean zonas grises y hay mucha gente que no los acepta" reflexionó.

La mujer y la menopausia

Elena comenzó a interiorizarse en el tema del climaterio casi por casualidad. "Estaba el tema en un congreso de fertilidad al que había ido en Estados Unidos" recordó, agregando que "me llamó la atención, porque es muy común que no se le dé importancia" a todo lo que experimentan las mujeres en esa etapa de su vida. "Me dediqué mucho a estudiar el tema de la menopausia y las enfermedades asociadas: osteoporosis, aumento del colesterol, problemas nerviosos, cuadros de ansiedad, depresión, angustias y los problemas de tipo sexual que van apareciendo a medida que la parte genital va envejeciendo" enumeró.

En la actualidad ese tema ocupa gran parte de las charlas que da para la comunidad, a las que les dedica bastante tiempo.