La autora, editora de textos infantiles y docente de talleres de teatro en escuelas, Adela Basch, afirmó que arte y literatura son "sinónimos de educación" y dijo que son espacios que permiten a los alumnos "crear el propio conocimiento".

Basch sostuvo que el teatro "es una forma directa de educación participativa más allá de los contenidos curriculares" ya que "educa cuando es arte", al referirse a los talleres de dramaturgia que dicta a niños y jóvenes en edad escolar, donde ellos mismos actúan o hacen teatro leído.

Sobre los efectos del arte en el aprendizaje, la autora y editora de literatura infantil manifestó que "los resultados son muy buenos, las obras se convierten a veces en disparadores de situaciones y nos permiten retroalimentar con lo que nos enseñan los niños, y rectificar el rumbo".

Sin embargo, aclaró que "no se trata de abrir la cabeza a alguien y hacerle repetir, sino provocarle un despertar como ser humano".

"Es habitual el desgano que sufren los chicos y adolescentes con los planes de estudio. Si bien hay muchos factores condicionantes, lo que se detecta es el escaso lugar que se da a los alumnos para la creación del propio conocimiento, relegado por la imposición de la enseñanza de un instructor", precisó respecto a los cursos.

Al referirse a la postura de directivos y docentes sobre la propuesta que plantea, Basch aclaró que concurren "previo consentimiento de las autoridades" escolares.

Basch señaló que "hay escuelas que lo comprenden y otras que no, cualquier escuela como otra institución es más reacia a una forma nueva, a romper con una estructura, una casilla o un molde, a las innovaciones".

"Hacer teatro aumenta la soltura, la capacidad de expresión oral, de verbalizar, la desinhibición y además permite ponerse en el lugar del otro y en el punto de vista del otro y ser más amplio", reconoció la especialista en literatura infantil, directora de la editorial Abran Cancha.

Consideró, además, que llevar el teatro a las escuelas es "una herramienta de comunicación y transformación", ya que "hay cosas que le podemos decir a los chicos, si pueden vivir y ponerse en los zapatos de un personaje, como Juana Azurduy, San Martín, Belgrano, para ese chico será fácil expresarse".

Para Basch el teatro es ponerse en el lugar del otro, es un recurso muy importante para comprender a los demás: "Podés estar sermoneando a los chicos, cómo portarse, y no es lo mismo que ocurre cuando un chico se compromete con una actividad".

En ese sentido, apeló a una afirmación de Unesco, según la cual "no es importante la enseñanza sino el aprendizaje, que cada uno realice lo que se le presenta", y por ello consideró que "se deben buscar métodos que atiendan a despertar el interés y creatividad de las personas".

"El arte es uno de los espacios creadores por excelencia", remarcó.