"El hombre de Remedios siembre fue San Martín, a pesar de los amoríos"
En su novela "Pasión y Traición", la periodista y escritora Florencia Canale, pone en valor a Remedios de Escalada, de quien es sobrina en sexta generación.
Remedios de Escalada no sólo fue la esposa de San Martín, sino que fue una mujer que se destacó en su época y que dejó a muchos boquiabiertos con su conducta. Sus amoríos extramatrimoniales aparecen hoy como anécdotas, pero su sobrina en sexta generación, Florencia Canale, la rescata también como una mujer que tuvo que pasar por muchas situaciones adversas. "Pasión y traición", la historia de amor entre José de San Martín y Remedios de Escalada, es el nombre del primer libro que Canale presentó en la ciudad en el marco del ciclo Verano Planeta.
En diálogo con LA CAPITAL, la marplatense que se desempeña como editora en la revista Veintitrés, define a su libro como "una historia de amor y de furia, de gritos y soledades, que habla de una mujer y su tiempo, de un hombre y sus peores fantasmas".
-¿En qué momento dijo: tengo que hacer algo con esta información familiar que tengo?
-Supongo que lo familiar no es algo que me haya disparado eso, porque desde que soy muy chica el tema está en mi vida y no se me había ocurrido antes. La verdad es que no sabría decirlo muy bien, supongo que su poco protagonismo en la historia oficial. De ella nunca se escribió mucho ni se dijo mucho, siempre tenía como un halo de sombra su vida. Solamente lo que se sabía y lo que la historia oficial se había dedicado a plantear era que era una esposa abnegada y me parecía que podía ser interesante saber y conocer más sobre la vida a la que yo había tenido acceso. Así que lo propuse a la editorial Planeta y lo tomaron, por lo que me resultó fácil decidirme y empezar a hacerlo.
-Y en la familia, ¿cómo se tomó su decisión de salir a hablar de Remedios?
-Perfecto, lo único que recibí de la familia en general fueron comentarios positivos. Fue como reponer historias familiares en el relato y en la transmisión oral de los relatos que fueron pasando de generación en generación.
-¿Cómo fue para usted hacer el trabajo de investigadora e historiadora?
-Fue un trabajo como de detective, de ir tras las pistas, de buscar cada vez más y sentir que nada era suficiente. Fue incansable y maravilloso porque a mí nada me gusta más que leer, así que durante esos tres años que duró la investigación no leía otra cosa que no tuviera que ver con Remedios, San Martín, la época, lo único que hice fue ocuparme de todo esto.
Para resaltar
-¿Qué cosas destaca de Remedios de Escalada?
- Me parece que ella eligió su destino, no aceptó el protocolo y la decisión de su familia como se hacía en esos tiempos. Desafió el mandato familiar, por su puesto le salió mal porque fue una persona desdichada, no fue feliz, pero me parece que por lo menos eligió seguir sus convicciones y eso me parece interesante para una mujer de esa época. Si bien ella pertenecía a una familia rica y su vida era más fácil que la de otros, eligió ir detrás de un hombre difícil que además la llevó por un camino de austeridad. Ella estaba acostumbrada a comodidades y las dejó por irse con un hombre austero y con principios duros a los que ella no estaba acostumbrada. Ella lo siguió y lo mantuvo hasta que su salud y vida se los permitió.
-Y hay cosas que se pregunta ¿por qué las hizo?
-Al principio cuestionaba a los dos, después pude correrme y no enjuiciarlos porque nuestra concepción de la realidad es absolutamente diferente a ese tiempo histórico de principios del siglo XIX donde los vínculos eran diferentes y el modo de tratarse también lo era. La modernidad trajo nuevas construcciones y percepciones de la realidad. La adolescencia existe hoy y ella a los 14 años y en su época era una mujer. El manejo de la pareja como lo vemos hoy, la fidelidad, todos esos conceptos se ven diferentes. Los hombres se iban a la guerra y quizás por un año no se veían con sus mujeres así que el hecho de que ellos tuvieran otras historias con mujeres no era un tema a cuestionar y del que nadie hablaba. Por su puesto que a nadie le gustaba que su marido o mujer se fuese con otro u otra, pero no era como hoy.
-¿Cree que en esa pareja había amor?
-Yo creo que ella estaba enamorada, además esto sí está inscripto atávicamente: las mujeres somos diferentes a los hombres, tenemos otra idea más romántica de la realidad. Los hombres tienen, sobre todo San Martín que su vida no estaba planteada para los asuntos domésticos y del amor, una gran pasión y adrenalina y en el caso de José estaba puesta en el campo de batalla, en la liberación de América y en su plan y causa. En la tumba, cuando vuelve a Buenos Aires, él le hace una lápida a ella y le pone algo así como "mi gran amiga"... entonces no creo que él hubiera entendido y pasado el fragor del amor, de ninguna manera. Ella sí fue víctima de un enamoramiento y a pesar del destrato, el abandono de él y de todos estos asuntos que circularon en la pareja, el hombre en la vida de Remedios siempre fue San Martín, a pesar de haber tenido historias con otros señores.
-El hecho de que usted se animó a poner luz sobre los hombres de Remedios, ¿cómo se tomó?
- Se supo de dos subalternos de San Martín, Ramírez y Murillo. Yo por la familia, no tengo un papel sellado donde Remedios asuma esto, de hecho las cartas que había las quemó su yerno, el marido de Merceditas y diario íntimo no hubo. Y otro candidato al amorío fue Monteagudo que despertó más resquemor en mí porque era un compañero de José, pero los vaivenes de lealtades también sucedían y además las conspiraciones y posibilidades de estar muerto en un minuto estaban cerca. Por eso él se tuvo que ir a Mendoza, porque Buenos Aires no estaba contenta con San Martín y lo hecha. Le dieron la gobernación de Cuyo, pero lo quisieron correr. A él le vino bien porque fue el paso más cercano a Chile y después a Perú. En este marco, Monteagudo estaba de la facción de Alvear y después volvieron a estar cercanos, pero en los asuntos de la guerra también había traiciones. El título de mi libro no sólo tiene que ver con las traiciones amorosas, sino con las traiciones políticas e ideológicas.
-En definitiva hoy la historia de Remedios de Escalada se ve como la de cualquier mujer de hoy, pero en otra época...
-Por supuesto, y la historia amorosa puede ser la de cualquier mujer y por otro lado la construcción de la Nación que se estaba pergeniando marca las bases y hace más fácil de entender cosas de hoy. Lo interesante es que Remedios era una excusa para contar lo que se estaba cocinando en Buenos Aires en esos tiempos. La novela empieza poco antes de las Invasiones Inglesas y termina con el caudillaje.
-Este primer libro, ¿le despertó interés de seguir en la literatura?
-Sí, estoy viendo con la editorial, pero tengo ya un personaje y una historia que terminará en una novela histórica también.
