Hoy se celebra el Día de los Enamorados y, aunque es una fecha importada, siempre resulta divertido permitirse un momento de intimidad con la pareja y regalarse al menos unos minutos juntos sin necesidad de caer en el consumismo.

Aunque para aquellos que acostumbran regalarse mutuamente las opciones son múltiples, desde los tradicionales peluches hasta los chocolates con forma de corazón, sin olvidar las flores, las cenas con champagne o las noches de lujuria en algún lugar especial.

Las promociones están a la orden del día, tanto con los descuentos a través de las distintas tarjetas de crédito o de las famosos 2x1, especialmente ideados para que el festejo pueda ser amortizado un poco por el bolsillo.

También se programaron espectáculos gratuitos, como el que protagonizará Nahuel que les cantará a los enamorados a partir de las 21 en la Plaza del Agua.

Durante todo el día, en Roca y Güemes el público podrá acercarse y escribir su deseo para esta particular fecha y depositarlo en unos pequeños sobres rojos para que por la noche formen parte del show. Esta presentación de Nahuel se da también en el marco del cierre de su tan popular gira del Sillón con la que el artista recorrió todas las playas de la ciudad incluyendo además las de Pinamar, Valeria del Mar y Villa Gesell, previo a la salida de lo que será su primer álbum como artista profesional.

Las redes sociales se sumarán a las formas de los festejos, ya que desde ayer aparecen como tópicos la celebración del día de los enamorados en twitter, mientras que los más conservadores optaron por felicitar a su pareja con alguno de los tradicionales regalos.

Un café, una copa, una comida, una flor o un simple beso servirán para recordar la fecha.

El "Día de San Valentín" debe su nombre a San Valentín de Termi, un sacerdote romano del siglo III d.C que desafió al emperador Claudio II, que prohibió la celebración de matrimonios entre jóvenes en todo el Imperio Romano ya que, según él, los jóvenes eran mejores soldados si no tenían ningún tipo de carga familiar.

San Valentín desafió al emperador, que lo encarceló, torturó y dictó orden de ejecutarlo el 14 de febrero del año 270 d.C. Antes de morir mártir, San Valentín logró que la hija del oficial que ejecutó su encarcelamiento, Asterius, recobrara la vista.