El hombre hizo del "Todo pasa" una ley de vida. Pero no todo pasó. Mucho quedó. Hernán Castillo, periodista y escritor, investigó, conversó con amigos y adversarios, avanzó con su idea y sacó a la luz un libro que cuenta la vida (biografía no autorizada) de don Julio Humberto Grondona, presidente (desde hace más de 30 años) de la Asociación del Fútbol Argentino y vicepresidente de la Federación Internacional del Fútbol Asociado. En el libro de editorial Aguilar "Todo Pasa, fútbol, negocios y política de Videla a los Kirchner" un hombre poderoso queda en evidencia, pero será el lector quien asuma la conclusión definitiva.

En tanto, Hernán Castillo, el autor, en un breve diálogo con LA CAPITAL dejó las siguientes reflexiones:

- ¿Por qué la elección de un personaje como Julio Grondona?

- En su momento se comunicó conmigo Esteban Lopresti, editor, y me dijo si me interesaba hacer un libro sobre Grondona. Me llamó la atención y a la vez me gustó. Me parece que la vida de Grondona merecía ser contada lo más objetivamente. Creo que eso hice.

- Teniendo en cuenta lo que decís en el libro sobre algunos periodistas que se metieron con el titular de AFA y después sufrieron consecuencias de diferente índole, ¿vos sufriste alguna represalia o amenaza?

- Por ahora no. Espero que siga así. Sé que ya lo tiene en su casa porque su hijo, Humbertito (Grondona), se comunicó conmigo vía texto contando que su papá ya lo tenía y que él lo iba a leer. No pasó de ahí el contacto con alguien del entorno a Grondona una vez publicado el libro.

- ¿Cómo lo tomó el ambiente del fútbol, conociendo el poder que tiene Grondona?

- Creo que bien. La mayoría de los que se comunicaron conmigo lo tomaron como algo interesante para leer. Creo que para el periodismo deportivo muchas de las historias contadas son conocidas, pero muchas no. Y para la gente este personaje enigmático quizás ahora, después del libro, ya no lo es tanto.

- Intentaste hablar con Grondona antes del libro para sumarlo a los testimonios. ¿Cuál fue su respuesta?

- Mi idea fue que nadie de su entorno supiera del mismo. Imaginé que si se enteraban quizás hubieran intentado saber cómo venía el mismo y no quería que eso sucediera. Por eso no me contacté con él, aunque sí con gente vinculada a él con diferentes excusas.

- ¿Quedó fuera del libro, que de por sí es completo, algo que te hubiera gustado poner? ¿Y hubo algo de lo que te hayas arrepentido que fue publicado?

- Las cosas que quedaron afuera han quedado porque no he podido probar alguna cuestión. Mi frase preferida a la hora de presentar el libro es la de "hay un muerto en el placard pero no sé dónde", tenía esa sensación antes del libro, la tengo ahora y la tuve mientras la escribía.

- Hay en el libro datos muy interesantes y, en algunos casos, al lector le quedan ganas de saber más, como el capítulo donde Juan De Stéfano habla de un "robo de vías de tranvía y columnas de alumbrado para hacer la cancha de Arsenal". ¿Se viene una segunda parte?

- Si logro hacer una investigación de algunos temas que tengo en mente se puede dar. Creo que el libro tiene mucho de historias contadas de principio a fin. En el medio hay detalles que te derivan en temas interesantes pero que rozan la denuncia. Y para denunciar se necesitan pruebas reales y no sólo historias. Ese es el tema con el que choqué mientras lo escribía.