El diputado nacional Francisco De Narváez no titubea a la hora de decir que "Scioli es la persona con más pergaminos políticos para ser candidato nacional". Lo hace tan convencido que anticipa que él lo apoyará en ese camino. "Si me siento en una mesa con él me voy a poner de acuerdo en muchos puntos y en los desacuerdos seguramente vamos a encontrar un camino", afirma el legislador a LA CAPITAL.

De Narváez considera que dentro del Frente para la Victoria hay un conflicto, que es "la popularidad del gobernador". Entonces alerta: "Chantajean permanentemente a los 16 millones de bonaerenses cuando dicen: hace esto sino no te mandamos la plata".

De paso por la ciudad, donde homenajeó al sargento Aníbal García, que perdió la vida en marzo último cumpliendo su deber, De Narváez también fue crítico con el Gobierno nacional: "Están sin rumbo y eso genera desconcierto de la gente". A la vez que considera que "no hay decisión política de solucionar el problema de la inseguridad".

- ¿Qué opina acerca de las manifestaciones públicas de los últimos días por el tema de la falta de la seguridad?

- Desde hace mucho tiempo que la principal preocupación de todos los argentinos es la inseguridad y esto lo convierte en un problema nacional. Y cuando uno ve países que pasaron de la inseguridad a la seguridad fue por una decisión de la presidencia, en nuestro caso de la Presidenta, de darnos una política de seguridad nacional coordinada con las provincias, los municipios, con las fuerzas de seguridad. Por un lado el delito está organizado, por eso se llama el crimen organizado y el Estado está desorganizado. Yo vengo abogando hace mucho tiempo para que no tiñamos de política a la seguridad que es un derecho de todos los ciudadanos. Cuando hablamos de los derechos humanos creo en los de todos, pero sobre todo en los de quienes hoy conviven en una situación de inseguridad.

- ¿Cómo ve la situación de un país en el que los temas pasan por el dólar, la inseguridad, la importaciones, el paro del campo...?

- Yo lo voy a sintetizar de esta forma, nos está sobrando irracionalidad y nos falta sentido común. No hay ninguna necesidad para estar en el estado de angustia y desconfianza que hoy reina dentro de los argentinos, porque se nos escapan las certezas de que se puede progresar. Acá está el dólar, la inseguridad y los problemas innecesarios que está creando el Gobierno. Yo le pediría a la Presidenta que recupere el sentido común y que convoque a algunos miembros, personas que han estado en su gobierno y que los escuche. Que le diga a Lavagna, Prat Gay, Miguel Peirano y les pregunte: ¿qué harían? Que anote en un papel lo que le dicen y después compare. Pero están sin rumbo y eso genera desconcierto.

Una opción

- Y desde la oposición ¿cómo se sienten y ven frente a esta situación?

- Yo creo que tenemos una tarea pendiente frente a esto que se está construyendo lentamente y la gente el año que viene va a tener una opción en la provincia de Buenos Aires. El modelo cristinista, antes kirchnerista dio sus frutos, con sus virtudes y defectos, lo que nosotros vamos a plantear es otra forma de vida por ende, otra forma de gobierno que ponga las prioridades de la gente. La provincia de Buenos Aires va a ser el escenario donde se va a plebiscitar el kirchnerismo el año que viene, y nosotros queremos plantear una opción.

- ¿Usted está a la cabeza de esa opción?

- Creo que es un momento de unir voluntades, sería un error personificar esto. Esto no es voluntarismo sino que tiene que ser una construcción política con la agenda de la gente, de la familia bonaerense y también con una decisión política de llevarla adelante. La elección del año que viene es de legisladores, pero creo que después de 10 años de gobierno kirchnerista la gente va a buscar la opción construyendo el 2015. Yo aspiro a ser parte de esa construcción. Me metí en la política para que las cosas estén mejor y no quiero tener otro protagonismo que ser parte de una construcción que le devuelva al país la normalidad.

El rol de Scioli

- ¿Qué lectura hace de la situación política en la provincia de Buenos Aires? sobre todo la relación entre el gobernador y el vice?

- Yo creo que el conflicto entre Scioli y Mariotto es lo que se ve del problema. Hay un conflicto dentro del Frente para la Victoria que es la popularidad del gobernador. Y que esto que podría ser una virtud, para ellos es una enorme amenaza. Entonces chantajean permanentemente a los 16 millones de bonaerenses. Cuando dicen hacé tal cosa o no te mando la plata, le están diciendo a la Provincia te voy a someter a mi decisión política. El gobernador está en un camino complejo y espero que lo resuelva bien porque en el medio está la vida de los bonaerenses.

- Una reacción de parte del gobernador se sentiría teniendo en cuenta el apoyo popular que tiene.

- Yo tengo mis diferencias con Scioli y he confrontado con él en diferentes elecciones, pero tengo una coincidencia cuando me siento ha hablar con él sobre el país y la provincia, que es esto de la normalidad, de volver a los ejes de la construcción política. El gobernador tiene un rol muy importante en el equilibrio del poder de la Argentina y estoy convencido que es consciente de eso y me preocupa que el Gobierno nacional no acepte una condición distinta, aunque sea parte del mismo proyecto. Veo que el peronismo se desplaza del kirchnerismo, ¿hacia dónde? hacia la normalidad. Esto del modelo nacional y popular con inclusión y crecimiento no se ve en las calles.

- ¿Podría ser que en algún momento se unan políticamente?

- Sentarnos a conversar, sin ninguna duda. No descarto que dentro del peronismo haya una construcción que avale o acompañe a la decisión de Scioli, eventualmente, de una candidatura nacional. Creo que es la persona que más pergaminos tiene por su trayectoria política. Si me siento en una mesa con él siento que me voy a poner en más puntos de acuerdo y en los de desacuerdo, seguramente vamos a encontrar un camino.