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15-07-2012

Tarjetas del transporte: hay cada vez menos quejas de los usuarios

Según la UTE El Libertador, el porcentaje de tarjetas con fallas "no llega al uno por ciento". En la Defensoría del Pueblo se redujeron "casi un cien por ciento" los reclamos referidos al sistema de acceso a los colectivos. Perdura el debate sobre la cantidad de puestos para venta y recarga que se necesitan.

por Ramiro Melucci

Subirse a un colectivo ya no es tan azaroso como hasta hace un año. Las tarjetas magnéticas andaban un día y al otro no, las lectoras se las tragaban y no había forma de sacarlas de adentro, los choferes se enojaban y los pasajeros enfurecían.

El contraste fue muy grande. Desde que los usuarios del transporte público comenzaron a utilizar masivamente la tarjeta de aproximación, el porcentaje de fallas cayó, las quejas se redujeron, los reclamos en organismos públicos bajaron a límites mínimos y la preocupación de empresarios, sindicalistas y políticos por implementar un sistema efectivo quedó en el olvido.

"Ahora los compañeros ya no tienen que discutir por los desperfectos de una lectora o de una tarjeta que no funciona. Si hay fallas, son ínfimas", reconoce el secretario adjunto del gremio de los choferes (UTA), Pedro Fernández.

Los datos hablan por sí solos: mientras en los últimos meses de uso de las tarjetas magnéticas fallaba un 6 por ciento, ahora ese índice no llega ni al uno por ciento, según estimaciones de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) El Libertador, que opera el sistema.

"A la tarjeta anterior se le deterioraba la banda magnética. En cambio, en este nuevo sistema no hay ningún trabajo de la tarjeta, porque el chip que tiene está encerrado. Sólo es afectado si hay un deterioro muy fuerte", explica a LA CAPITAL Juan Antonio Bilbao, gerente de la UTE.

"Las quejas se redujeron casi un cien por ciento. La tarjeta de aproximación prácticamente no tiene margen de error", confirma Cristian Azcona, defensor del pueblo adjunto.

Según la UTE, ahora las fallas están relacionadas con un mal uso de la tarjeta, como cuando se doblan o se quiebran. "Es mucho mejor este sistema que el anterior. Los usuarios no están teniendo los problemas que tenían con la otra tarjeta", subraya el edil radical Nicolás Maiorano, presidente de la Comisión de Transporte del Concejo Deliberante. Y el secretario de Gobierno, Marcelo Artime, se entusiasma: "Creo que, evidentemente, fue un avance importante en lo que tiene que ver con la comodidad de los usuarios".

Unos 8,5 millones de viajes mensuales, 200.000 usuarios diarios y 700.000 tarjetas en la calle. Esos son algunos números del sistema, pero no todos convencen: para los empresarios, debería haber por lo menos un 30 por ciento de tarjetas menos en circulación. "Al no haber fallas, no hay una razón que justifique semejante cantidad de tarjetas. Pero como son baratas, la gente no les presta atención, las pierde y se compra otra", advierte Claudio Lassiar, vocero de la Cámara Marplatense de Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap).

No es el único asunto que genera inquietud. La cantidad de puestos de venta y recarga es tema de debate permanente. Según Bilbao, hay 285. Pero la cifra fluctúa: "Muchos comerciantes quisieran tener puestos, pero dejan de estar interesados al ver la carga en materia de personal y de tiempo que les implica tener que depositar en el banco la plata, y por otro lado porque deja muy poca ganancia".

Hay otras dificultades. Si comprueba que un puesto de recarga no deposita el importe en tiempo y forma, la UTE lo da de baja. "Lo clausuramos porque, si no, tenemos que andar persiguiéndolo con un abogado para cobrarle 800, 1000 o 1500 pesos", cuenta Bilbao.

El defensor del pueblo adjunto, sin embargo, está convencido de que faltan puestos en la periferia del partido. "Es muy necesario que más comerciantes vendan y recarguen la tarjeta. Hacia el sur, en el último lugar que hay un puesto es en el barrio Alfar. Desde ahí hasta San Eduardo del Mar no hay más", ejemplifica Azcona.

Bilbao, en cambio, habla de "un problema cultural": "Hay que tener en cuenta desde dónde hasta dónde viajan los usuarios. El 80 por ciento de los viajes tiene como destino el área del centro o el puerto. Una persona que vive en la periferia tiene más tiempo de cargar cuando regresa a su casa. Entonces, debería cargar la tarjeta en el centro. Si esto fuera así, perdería sentido pretender que se cargue en la periferia a las diez de la noche, cuando sabemos que el kiosco está cerrado. Así, se minimizarían los problemas o quejas respecto de que no hay puestos".

"Obviamente que quienes usan el transporte público viven en su mayoría en los barrios y pasan por el centro interpreta Azcona, pero vemos con preocupación que en el micro y el macrocentro haya puestos y en la periferia no".

Voz de alerta

Aunque los usuarios del boleto plano estuvieron obligados a utilizar la tarjeta de aproximación desde el 16 de julio del año pasado (salieron a la venta el 1 de noviembre de 2010), no pasó lo mismo con quienes pagan con descuento o acceden al transporte gratis. Por eso, todavía hay estudiantes primarios y secundarios, docentes y discapacitados que no tramitaron el cambio de sus respectivas tarjetas.

"Hay 1.800 discapacitados que no han cambiado la tarjeta vieja por la nueva, lo mismo que muchos chicos, que siguen viajando cómodamente con la vieja. Pero es necesario alertar a la gente de que próximamente el sistema magnético dejará de tener vigencia. Todos aquellos que necesitan renovar sus tarjetas tienen que hacerlo a la brevedad", recuerda Bilbao.

Azcona tiene su queja sobre este punto: "Cuando se implementó el nuevo sistema, se dijo que se le iba a dar una tarjeta al discapacitado, pero hoy por hoy todavía no la vemos. Cada vez que uno se sube al colectivo tiene que decirle al chofer que es discapacitado. Lo mismo pasa con los docentes y los alumnos, es cierto, pero me parece hasta discriminatorio".

A propósito, la Comisión de Transporte del Concejo le pidió información a la Dirección de Transporte municipal sobre cómo se está produciendo el traspaso del sistema en discapacitados, alumnos y docentes. Porque, según Maiorano, "todavía hay algunos problemas".

El futuro

Empresarios, gremialistas y dirigentes políticos coinciden en elogiar el nuevo sistema, aunque por el momento no hay un acuerdo sobre la necesidad de otorgarle otros usos y, sobre todo, sobre cuáles deberían ser.

Para las empresas, lo más urgente es que se pueda obtener más información para optimizar la planificación del transporte. "Queremos extraer más datos. Con las tarjetas magnéticas podíamos tener un detalle más acabado de cómo funcionaba el sistema, con este todavía no", avisa Bilbao.

Según Artime, "la deuda pendiente es pensar en otros usos relacionados con la comodidad del usuario". En ese sentido, anuncia que desde su secretaría comenzará a gestionar posibles usos para la tarjeta en las próximas semanas.

"El buen funcionamiento de la tarjeta tendrá que ser punto de partida para incluirle otras cosas. Quizá el día de mañana gran parte del transporte, no sólo el colectivo, pueda funcionar con la tarjeta. Creo que el próximo paso que hay que dar es que la tarjeta sea multifunción", observa Maiorano.

"Nosotros opina Azcona estamos bregando para que se implemente un sistema muy parecido al de La Plata, para que a través de un mensaje de texto la gente pueda cargar su tarjeta".

Una opción analizada por empresarios es personalizar las tarjetas. Como si fuera una de crédito o una de débito. Así, por ejemplo, si un pasajero toma un colectivo y no tiene carga para pagar el boleto, el sistema le podría hacer un préstamo, que se debitaría automáticamente en la futura recarga. Ponerlo en práctica, sin embargo, no es tan sencillo como decirlo.

Para tener en cuenta

* La tarjeta de aproximación cuesta 3 pesos. Hubo comercios que la llegaron a vender más cara, pero la UTE los detectó.

* Para cambiar la tarjeta vieja por la nueva, alumnos primarios y secundarios, docentes y auxiliares deben concurrir a la sede de la UTE El Libertador (Santiago del Estero 1481), de lunes a viernes de 8 a 20 o los sábados de 8 a 13.

* En el caso de los estudiantes, el trámite es personal porque se les toma una foto que queda impresa en la credencial.

* Los discapacitados deben concurrir a la Dirección de Discapacidad, en la calle Pescadores 456 (entre 12 de Octubre y Magallanes). El trámite lo puede hacer un tercero.

Lo que se dijo

* "Los vecinos que son usuarios del transporte gozan del beneficio de una tarjeta que no tiene los problemas del viejo sistema, sobre el que permanentemente había quejas" (Marcelo Artime, secretario de Gobierno).

* Si hay un quiebre o un doblado excesivo, puede que la respuesta de la tarjeta no sea la óptima. Pero en general no tenemos dificultades" (Claudio Lassiar, vocero de la Cámara Marplatense de Transporte Automotor de Pasajeros Cametap).

* "Ojalá que muchos comerciantes puedan seguir incorporando la venta de tarjetas. Es muy necesario. En el sur, en el último lugar que hay es en barrio Alfar. Desde ahí hasta San Eduardo del Mar no hay más" (Cristian Azcona, defensor del pueblo adjunto).

* "Hay 1.800 discapacitados que no han cambiado la tarjeta vieja por la nueva, lo mismo que muchos chicos que siguen viajando cómodamente con la vieja. Todos aquellos que necesitan renovar sus tarjetas tienen que hacerlo a la brevedad" (Juan Antonio Bilbao, gerente de la UTE El Libertador).

* "Antes, los compañeros tenían que discutir cuando se rompían las tarjetas o las máquinas lectoras. Nosotros dijimos que el sistema había caducado. Ahora eso no pasa" (Pedro Fernández, secretario adjunto de la UTA).

* "El buen funcionamiento de la tarjeta tendrá que ser punto de partida para incluirle otras cosas. Quizá el día de mañana gran parte del transporte, no sólo el colectivo, pueda funcionar con la tarjeta" (Nicolás Maiorano, presidente de la Comisión de Transporte del Concejo Deliberante).