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08-11-2012

Multitudinaria adhesión en Mar del Plata

Más de 10000 personas se manifestaron en esta ciudad contra el gobierno nacional en el famoso 8N.

"Mar del Plata está de pie", dijo un señor que a las nueve de la noche protestaba frente a la Municipalidad. "Estamos cansados de que a los jubilados nos maten de hambre", protestó una señora. "No se puede vivir más en este país por la inseguridad", criticó otra.
Con consignas similares, miles de personas se juntaron ayer en Las Heras y la costa y marcharon por el centro de Mar del Plata. Cuando llegaron al monumento a San Martín, en avenida Luro y Mitre, algunos calcularon que más de 10 mil personas se manifestaban contra el gobierno nacional en el famoso 8N. Muchas más que en el 13S.
Los que no llegaron a pie, llegaron en autos y motos, que aprovecharon sus bocinas para hacer más ruido. Algunos fueron con cacerolas, otros con carteles; algunos con banderas argentinas, otros sin nada pero con ganas de aplaudir. "Justicia"; "Basta de corrupción"; "Cristina: basta de inflación", se leía en algunos de los carteles.
Otros hacían alusión a la posible reforma de la Constitución para permitir la re-reelección de Cristina: "Con la Constitución no se jode". Y no faltaban los que referían al sistema político y económico: "Modelo agotado"; "Esto no es Venezuela". Hasta hubo carteles que reclamaban la recuperación de la Fragata Libertad, retenida en Ghana por el accionar judicial de los fondos buitres.
Esos eran más o menos los mismos pedidos que se habían escuchado en el cacerolazo del 13 de setiembre. Pero esta vez también hubo exigencias de otro tipo, como las que exigían una ley contra la trata de personas y el femicidio.
La concentración se realizó en paz. Como no hubo manifestaciones partidarias, lo que unió a los que protestaron fue el Himno Nacional. Cuando todos juntos entonaron sus estrofas se registró el único instante en que las cacerolas dejaron de sonar.

Superó a la concentración anterior

 Una multitudinaria protesta contra el gobierno de Cristina Fernández, que superó en concurrencia al cacerolazo de septiembre último, se realizó ayer en todo el país, con epicentro en esta Ciudad. La Plaza de Mayo, el Obelisco porteño y la residencia presidencial de Olivos fueron tres de los escenarios emblemáticos ante los que miles de manifestantes rechazaron pacíficamente la re-reelección, el abuso de poder, la inseguridad, la inflación, la corrupción y hasta algunos,  reclamaron por el impuesto a las ganancias.
La presidenta Cristina Fernández siguió las alternativas del cacerolazo por TV desde la residencia de Olivos, mientras afuera, sobre la avenida Maipú, un importante numero de personas ocuparon varias cuadras de esa arteria para protestar.
A la espera de alguna orden de la mandataria, el Gabinete nacional y la mayoría de los dirigentes oficialistas se llamó a silencio.
Desde la oposición, en cambio, los dirigentes del radicalismo, el Frente Amplio Progresista, el macrismo y el peronismo disidente repitieron la fórmula aplicada el 13 de setiembre, durante la primera movilización contra el gobierno: se sumaron a los reclamos, admitieron que el mensaje era también para las fuerzas antikirchneristas y prefirieron no participar.
El segundo cacerolazo en menos de dos meses estuvo precedido por una fuerte ofensiva retórica por parte del kirchnerismo, que intentó desacreditar a todo aquel que participara del denominado "8N". El ministro de Planificación, Julio de Vido, lo consideró una expresión "antimodélica", el senador Aníbal Fernández lo calificó como "un invento de una facción ultraderechosa" a cargo de "organizadores pagos", mientras el filósofo K Ricardo Foster se animó a compararlo con "un clima apocalíptico y de disolución nacional de diciembre de 2001".
Como contrapartida, quienes se movilizaron con sus cacerolas mostraron menos pancartas con frases agresivas contra la Presidenta, tal como ocurrió en la marcha del 13 de setiembre y que originaron fuertes críticas desde el oficialismo.
Frente a la catedral de La Plata, ante el Monumento a la Bandera en Rosario, en el shopping Patio Olmos de Córdoba o en el Kilómetro Cero de Mendoza, miles de personas, algunas a caballo, con banderas y cacerolas, desafiaron el agobio del Zonda, que llegaba a Cuyo, o el frío y la llovizna de la Patagonia, para protestar.
Mientras, residentes argentinos en distintas ciudades de los Estados Unidos, Europa, Australia y Latinoamérica respaldaron con banderas y consignas críticas la protesta.
Las redes sociales estallaron y jugaron un papel fundamental a nivel comunicacional, reflejando la opinión sobre la manifestación de personalidades del ambiente artístico, así como de dirigentes opositores y oficialistas.
Los hashtag de Twitter '#8N Yo Voy Porque', a favor de los cacerolazos, y '#El Amor Vence Al Odio', en respaldo al gobierno nacional, lograron ser los tweet con mayor repercusión convirtiéndose en 'Trending Topic' durante toda la jornada de protesta.
Si bien en la Ciudad de Buenos Aires la movilización fue protagonizada por miles de personas, el Poder Ejecutivo solo dispuso de un operativo de la Policía Federal con 400 efectivos -agentes de distintas comisarías y del Cuerpo Guardia de Infantería-, para las inmediaciones del Obelisco, donde originalmente estaba destinada la concentración.