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04-02-2013

La descargas pesqueras tocaron un piso histórico en el mes de enero

Las capturas de 18.900 toneladas en enero fueron las más bajas registradas un mes en toda la historia de la industria. Los desembarques fueron menores a los registrados en épocas de vedas o de huelgas.

La industria pesquera argentina tocó en enero el punto más bajo de actividad al haber obtenido la menor cantidad de capturas de toda su historia en el transcurso de un mes.

Durante los primeros 30 días de 2013 la flota certificó descargas por apenas 18.900 toneladas según los registros del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación elaborados en base a los datos reunidos en todos los puertos del país.

La cifra demuestra un derrumbe del 35% con respecto al mismo período de 2012 y, lo que es peor, se inscribe dentro de una constante tendencia a la baja originada en 2007 cuando el sector comenzó a lidiar con condiciones cada vez más desfavorables y a comenzar a trabajar a pérdida.

Días atrás varios sindicatos de la pesca habían planteado su preocupación al advertir que solo un pequeño porcentaje de la flota -entre un 10% y un 12%- había realizado operaciones en lo que iba del año.

Los fundamentos de esta inquietud fueron ratificados por las estadísticas oficiales, que demuestran que en enero se pescó incluso menos que durante las épocas de crisis biológica o que en el transcurso de la prolongada huelga de marineros que paralizó a la industria hasta julio del año pasado.

Desde el sector empresario insistieron en explicar que semejante parálisis en la actividad obedece a que las operaciones de pesca, lejos de generar rentabilidad, provocan fuertes pérdidas económicas entre los armadores ya que la ganancia que podría obtener un buque apenas alcanza para cubrir los costos. "Por eso los empresarios prefieren mantener sus barcos amarrados, a la espera que la situación mejore", le comentó a LA CAPITAL un armador. La lectura de las estadísticas del Ministerio de Agricultura dejan en evidencia que la pesca, tras haber atravesado por un período de expansión entre 2004 y 2006, en 2007 ingresó en una etapa de retroceso permanente que sigue en caída libre. Lo preocupante es que pocos consideran posible que esta tendencia se revierta con facilidad, debido a la enorme complejidad de la crisis en la que está sumergido el sector.

De las 18.900 toneladas capturadas en enero, unas 11 mil llegaron a puerto de Mar del Plata que también registró el menor ingreso de materia prima de toda la historia.

La expectativa del sector está puesta ahora en las medidas que pueda conceder el gobierno nacional, que estudia facilitar la compra de gasoil para una parte de la flota y analiza la implementación de un decreto que reduzca los aranceles de exportación de ciertos productos.

Así, aunque muchos lo consideren insuficiente, es probable que la ecuación económica de algunas empresas mejore.

Pero lo cierto es que por otra parte los costos de producción siguen su escalada ascendente mientras que ni los precios internacionales ni la paridad cambiaria real registran cambios que alcancen a compensarlos.

Mal al comparar con lo peor

Si bien es probable que en el transcurso de los próximos días las estadísticas de descargas que elabora el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación sumen algunas toneladas más, las cifras disponibles hasta el pasado 30 de enero demuestran con claridad que este fue el peor mes de la historia para la industria. En 2012, por ejemplo, durante enero habían sido capturadas 28.871 toneladas de pescados y mariscos en todo el país. Esta última cifra, está muy cerca del promedio de capturas obtenidas para el primer mes del año a lo largo de la última década, que alcanzaron su pico máximo en 2006 con 52.432 toneladas. La magnitud de la parálisis en la que se encuentra hoy la industria pesquera argentina adquiere otro dimensión si las cifras de enero 2013 son comparadas ya no con iguales meses de años anteriores, sino con las registradas en otros de los peores momentos de la actividad. Sin ir más lejos, en junio de 2012, cuando los marineros mantenían parada a gran parte de los flota fresquera las capturas habían sumado 35 mil toneladas. Para comprender el significado de que esta ves se hayan certificado descargas por sólo 18.900 toneladas también bien vale la comparación con otros momentos se crisis dentro de la actividad como por ejemplo el año 2001 cuando en plena veda biológica de la merluza el peor mes fue enero, con capturas que superaron las 29 mil toneladas.