El intendente Gustavo Pulti encabezará una delegación conformada por representantes de cámaras empresariales y de sindicatos vinculados a la industria pesquera local, para presentar ante el Gobierno nacional un documento en el cual se describe la delicada situación económica y financiera en la que se encuentra el sector y se solicita la implementación de un conjunto de medidas que permitan reactivar la producción y garantizar la protección del empleo.

El texto fue elaborado durante las últimas horas por sugerencia del ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, quien se comprometió a recibirlo esta semana en la Capital Federal junto a funcionarios de las carteras de Economía y de Agricultura.

No se descarta que del encuentro participen también los titulares de estos dos ministerios, Hernán Lorenzino y Norberto Yauhar.

La idea es que el documento -que contiene una valoración consensuada respecto de la crisis económica y social por la que atraviesa el puerto marplatense- sirva de base para acelerar el diseño y la implementación de un conjunto de medidas que, desde el sector público, ayuden a que la industria pesquera recupere algo de oxígeno.

Fuentes del sector consideraron que la rápida aplicación de decisiones paliativas es "vital" en un momento en el cual muchas empresas aseguran estar sufriendo fuertes pérdidas económicas que las obligan a desacelerar cada vez más su ritmo de actividad. Por sí solas, las cámaras del sector -en compañía de sus pares patagónicas- ya habían planteado ante el Ministerio de Agricultura la necesidad de que fueran corregidas distintas variables de la política económica para mejorar así las perspectivas del negocio.

En ese marco, fueron evaluadas diferentes alternativas como las de otorgar ventajas para la compra de gasoil, aplicar rebajas o quitas en los aranceles de exportación de varios productos e implementar mecanismos que aceleren el proceso de devolución de los impuestos que el sector le abona al fisco.

Algunas de estas propuestas forman parte del documento que, elaborado de manera conjunta entre las cámaras, los gremios y el municipio, será entregado hoy ante los representantes de los tres ministerios, con la intención de que su contenido llegue a manos de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

El rol de los gremios

La activa participación de los sindicatos en los pedidos de auxilio que desde el sector empresario vienen siendo formulados desde hace tiempo, comenzó a intensificarse en los últimos meses, a medida que distintos gremios comenzaron a acusar el impacto de la merma en la actividad. Semanas atrás, un plenario de la CGT local recogió la preocupación de los sindicatos más representativos de la pesca, como el SOIP, el Simape, los Capitanes, el SAON y el Sanam, entre otros, pidiendo la intervención del intendente al advertir que la escasa actividad productiva registrada en los últimos tiempos está generando crecientes dificultades para los trabajadores.

La inquietud fue compartida por otros gremios cercanos, ya que la paralización de la pesca está contagiando a otras actividades portuarias, como a la estiba y a la industria naval, y poco a poco, está haciéndose notoria en otros rubros.

El pedido de la CGT motivó a que días atrás el Pulti viajara a Buenos Aires junto a un grupo de sindicalistas para plantear la situación ante el ministro Tomada, a partir de lo cual, se acordó establecer la reunión prevista para hoy.

En el ínterin, el municipio se ocupó de recoger la perspectiva del sector empresario y de los gremios sobre el estado de situación de la industria para, finalmente, dejar plasmadas todas estas impresiones en un documento que lleva la firma de todos los actores involucrados.

Para cumplir con esta tarea, el intendente le encomendó al secretario de Desarrollo Productivo, Mariano Pérez Rojas, dialogar con las cámaras y al subsecretario de Gobierno, Martín Aiello, hacer lo propio con los sindicalistas.

Un punto crucial que explica la actual crisis pesquera -que muchos comparan con la que tuvo lugar en los '80- tiene que ver con el fuerte incremento de los costos de producción, que en los últimos años tuvieron un alza tal que redujo a su mínima expresión los márgenes de rentabilidad dentro del sector.

A la ausencia de beneficios económicos para las empresas se le suma un deterioro en su capital de trabajo que provocan que muchas compañías tengan dificultades concretas para mantener girando la rueda productiva.