La industria pesquera local representada por dirigentes empresariales y sindicales, aspira a obtener mañana respuestas concretas de parte del Gobierno nacional a sus reiterados pedidos de auxilio. En definitiva, lo que el sector pretende es recibir señales claras, materializadas en un conjunto de medidas efectivas para recuperar su nivel de actividad. Y, en este contexto, hay quienes consideran que la ayuda que pueda ser otorgada de manera focalizada, con un conjunto de incentivos puntuales, tendría un efecto limitado. Por eso también cobra cuerpo una expectativa de máxima, consistente en que el Gobierno aplique un giro en algunos aspectos de su política macroeconómica, para darle oxígeno a una industria netamente exportadora que hace tiempo dejó de ser competitiva.

La pesca sufre desde hace años una notoria y compleja problemática económica y financiera que, en los últimos meses, comenzó a tener efecto en el plano laboral. La situación de crisis y de quebranto de las empresas ya fue descripta reiteradas veces ante funcionarios nacionales, quienes vienen recolectando planteos del mismo tenor desde hace al menos cinco años, sin haber avanzado aún en alguna dirección. Los últimos en recibir un reclamo de este carácter fueron los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Agricultura, Norberto Yauhar, quienes semanas atrás otorgaron una audiencia para escuchar a una delegación conformada por representantes de cámaras y de sindicatos, encabezada por el intendente Gustavo Pulti.

En ese marco, la industria dejó en manos de ambos ministros, así como de funcionarios de Economía, un documento en el que fueron explicados, punto por punto, cuáles son los principales obstáculos que afronta la industria. Allí se señaló que el nudo del problema radica en que desde hace tiempo la pesca -una industria netamente exportadora- no es competitiva por culpa de la inflación y de la existencia de una paridad cambiara retrasada. Así las cosas, las cámaras empresariales y los gremios tienen previsto escuchar mañana, a las 14.30, cuál será la respuesta que el Gobierno nacional está dispuesto a brindar. La cita fue confirmada ayer por el ministro Tomada, quien convocó a la delegación a retomar cara a cara las conversaciones. Los empresarios esperan que en este nuevo encuentro el Gobierno explicite de qué manera estaría dispuesto a ayudar para que la actividad vuelva a ser rentable. Los gremios anhelan que haya medidas que contribuyan a proteger el empleo y a reacomodar una situación difícil para los trabajadores, muchos de los cuales vieron reducidos sus ingresos o sufrieron suspensiones.

La situación empeora

Una vez confirmada la nueva cita, al cumplirse un mes desde que se abriera este canal de diálogo, ayer hubo quienes marcaron que durante todo este período de indefiniciones, las cosas no mejoraron. Por el contrario, los costos siguieron subiendo -el mismo día en el que se realizó la primera reunión en el Ministerio de Trabajo el combustible subía un 6%- y el retraso cambiario continuó acentuándose, indicaron. "Las medidas en estudio, como establecer un precio diferencial para el gasoil o rebajas en retenciones, apenas serían paliativos", le explicó ayer a LA CAPITAL un dirigente empresarial. "A esta altura lo que se requiere es una solución integral de carácter macroeconómico que modifique el problema que genera tener un atraso cambiario que provoca que cueste más producir que lo se obtiene en pesos por la venta de nuestros productos", sostuvo.