El reconocido arquitecto Clorindo Manuel José Testa, quién falleció ayer, tuvo una estrecha relación con Mar del Plata, donde se alzan dos de sus obras. Asimismo dejó su huella, su visión de la arquitectura, en Pinamar.

Oriundo de Nápoles, Testa llegó a la Argentina a los pocos meses de vida, donde se radicó su familia. Aquí desarrolló una prolífica labor.

Recibió el premio "Arquitecto de América" en 1987, el Premio Di Tella (1961), el Primer Premio Ciudad Cultural Konex en Abasto (2003) y el Primer Premio Nacional de Pintura del Banco Central (2007), entre otros.

A nivel académico fue distinguido como doctor honoris causa de la Universidad de Buenos Aires (1992) y con el título "Honoris Causa in Architettura"- "La Sapienza" (Roma 2003).

Su estudio estaba ubicado en la tradicional esquina de las avenidas Santa Fe y Callao, y allí trabajó hasta hace poco tiempo, cuando su edad avanzada se lo impidió.

La polémica remodelación costera

Casi un año después de asumir como intendente, Angel Roig, de la UCR, desarrolló varios proyectos para el turismo local. Entre los más importantes estuvo la construcción de un complejo de balnearios en las playas de La Perla. Y con tal motivo, abrió un concurso nacional. Después de mucho deliberar, en 1985 el jurado designado para este cometido eligió la propuesta presentada por el arquitecto Clorindo Testa, junto con sus colegas Juan Genoud y Osvaldo Alvarez Rojas.

Después de una acérrima oposición de los bloques del Concejo Deliberante opositores al gobierno radical, que después votaron a favor de este proyecto, en 1987, comenzaron las obras.

El complejo debía reemplazar a los balnearios que ya existían en el lugar, y como habían sido realizados en distintas épocas y con diferentes motivaciones no constituían un conjunto homogéneo, sino que por el contrario eran desparejos y la mayoría lucía obsoleta.

A pesar de la situación económica de la época, que derivó en la conocida hiperinflación que hizo crecer los precios de los insumos y de los profesionales, técnicos y obreros contratados, la remodelación de La Perla pudo inaugurarse en 1989.

El proyecto fue concebido por Testa y sus colaboradores como una construcción lineal que enlaza los cinco balnearios allí existentes, vinculando la ciudad con la playa, a través de una paseo que va creciendo en altura, como una rambla con balcones hacia el mar.

Así paralela a la vereda, separada por un espacio con vegetación, se despliega una rampa, seguida de balcón, escalinata y terraza, que en su trayecto vincula los locales comerciales, los vestuarios y los sanitarios en distintos niveles. Un aspecto novedoso son los huecos sobre el hormigón armado -en parte revestido de ladrillos- que enmarcan el mar como si se tratara de cuadros sobre una pared.

La obra no estuvo exenta de polémica. Desde algunos sectores se cuestionó el quiebre que impuso entre el paseo costero y la playa.

Acuarela

El Edificio Acuarela, que se está terminando de construir en la costa y Bernardo de Irigoyen también fue diseñado por Clorindo Testa. El arquitecto Marcelo Martínez, de la empresa que tiene a su cargo la obra, destacó, por un lado el "honor" de haber conocido a este referente de la arquitectura argentina, a fines del año pasado, cuando el equipo de trabajo viajó a Buenos Aires.

"Lamentamos profundamente su pérdida, fue una figura que hizo un aporte invalorable" a la arquitectura.

El edificio en cuestión cuenta con semipisos de 2 y 3 ambientes y pisos de 3 y 4 ambientes.

"Una particularidad es que está emplazado en el lugar donde antes estaba la casa en la que Testa veraneaba", contó el arquitecto.

Para Martínez, Acuarela "tiene la arquitectura típica de Testa. Mucho movimiento, volumetría y colorido. En contraste con el ladrillo visto que es uno de sus sellos, una columna de remate curva, blanca y columnas azul intenso, que llaman la atención, lo mismo en las medianeras", describió.

Si bien aún no están construidas, también la obra prevé "la realización de unas columnas de ornamento verdes y amarillas, que también aportan idea de movimiento", explicó. Además el arquitecto definió que "la carpintería es muy particular, ningún piso las tiene iguales, hay aberturas en forma de triángulo, trapecio, cuadrado, es original cien por ciento.

Recuerdo del Colegio de Arquitectos

Desde el Colegio de Arquitectos, su secretaria, Julia Romero, destacó que el arquitecto y artista plástico de particular visión era "un visitante asiduo de Mar del Plata".

"Ha participado de muchos eventos académicos, siempre que ha sido invitado por el Colegio de Arquitectos como por la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño".

Además "ha sido defensor y participante de concursos, incluso hasta hace poco y siempre sus participaciones han tenido valor, menciones, premios".

"Es un referente de la arquitectura nacional y Mar del Plata no quedó afuera", indicó la arquitecta en referencia al legado de sus obras.

"Testa fue un artista toda su vida, para él la arquitectura es una expresión artística y a través de ella explotó su veta creativa", valoró.

También en Pinamar

La casa conocida como "La Tumbona", ubicada en Mar de Ostende (Pinamar) es otra de las obras de Testa. Diseñada en 1986, está elevada sobre pilares y situada muy cerca del mar, las olas a veces llegan debajo de la casa que está hecha de hormigón, con diferentes formas cúbicas, angulares y confusas a la primera vista en sus geometrías, todas pintadas de rojo.

"Casualmente desde hace unos meses estamos trabajando con la Delegación Pinamar del Colegio de Arquitectos en un proyecto para la declaración de Interés Patrimonial de La Tumbona", contó Romero. Es que "hace un tiempo se vendió y producto de la zonificación que permite el desarrollo de viviendas multifamiliares en la zona, tememos el riesgo de pérdida de ese patrimonio", indicó.

La arquitecta recordó que en Pinamar también diseñó el conjunto "Las Pagodas", integrado por dos o tres viviendas. También diseñó la urbanización y cancha de golf de Pinamar, la casa "Capotesta" y la Galería de Arte Altera.

En Mar azul, ideó la casa Pontoporia, aún sin terminar.