Con el acceso a un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la empresa Obras Sanitarias estará en condiciones de encarar la construcción de una nueva planta de tratamiento cloacal que, al quedar vinculada con el emisario submarino, garantizará una sustancial mejora en el sistema de manejo y vuelco de los efluentes al mar, al mismo tiempo que asegurará la preservación de la calidad sanitaria y recreativa de las playas.

Se espera que la obra -cuya ejecución demandará de una inversión cercana a los 200 millones de pesos- dé comienzo en los próximos meses en un predio adquirido por OSSE que se encuentra ubicado a unos 500 metros de distancia de la actual planta de pretratamiento de Camet.

Al diseñar este ambicioso proyecto, considerado como uno de los más significativos dentro de la agenda ambiental de Mar del Plata, la empresa se propuso generar "una solución integral" y duradera para el tratamiento de los efluentes, intentando subsanar los múltiples problemas que, hace más de tres décadas, trajo aparejada la construcción de la actual estación, cuyo destino final será la demolición.

Según está previsto, la nueva planta dispondrá de un equipamiento compatible con los requisitos del emisario submarino, al cual -una vez concluido- deberán ingresar aguas residuales con un nivel de tratamiento muy superior al que puede ofrecer la actual planta.

El emisario, una tubería de 4.100 metros de extensión ubicada debajo del mar, permitirá alejar de la costa el vuelco definitivo de los efluentes. Pero -según los especialistas- para optimizar su funcionamiento resulta necesario que antes de que esos líquidos sean dispuestos en el mar, sean sometidos a una tarea de filtrado mucho más intensa que la que puede ser realizada en la actual planta.

Según un estudio realizado por OSSE, la estación de Camet si bien aún está en condiciones de recibir y tratar el caudal de efluentes que se genera en todo el partido, sus cribas suelen ser insuficientes para continuar separando y reteniendo el material sólido.

Esta fue de las principales razones técnicas por la que años atrás la empresa optó por embarcarse en el proyecto de construir una nueva estación depuradora, con capacidad de brindarle servicio a una población de hasta 1,8 millones de habitantes.

Para extraer los sólidos, arenas, grasas y aceites de los efluentes que reciba a través de la red cloacal, la estación dispondrá de un sistema de rejas de acero inoxidable, bombas sumergibles, tamices autolimpiantes, desarenadores y desengrasadores. Además, el establecimiento contará con mecanismos para el manejo y el tratamiento de gases, para reducir así al mínimo la emanación de malos olores, lo que representa uno de los principales déficits de la actual planta de Camet.

Por otra parte, la ubicación de la nueva estación, que estará emplazada a varios metros de la ruta 11, fue ideada para garantizar que a diferencia de lo que sucede con la actual planta, la construcción no constituya un obstáculo para la visualización del paisaje.