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23-08-2013

María Teresa, la protagonista real de una historia que sedujo a la web y al país

Hace quince años le envió mensajes grabados a su pareja, con quien vivía una crisis. Esos audios se convirtieron en la materia prima de un corto, que se estrenó en internet. La mujer vive en Mar del Plata y ayer fue el personaje del día. "La convivencia es una construcción, no es un enamoramiento", dijo la mujer.

Acaso porque es una historia que mezcla soledad e incomunicación en dosis iguales y porque refleja la angustia de una mujer que es consciente de su crisis de pareja, el nombre de María Teresa Gelsi (70 años) no paró de resonar ayer durante todo el día. Esta vecina de Mar del Plata, que se radicó en el sur tras el accidente cerebrovascular que sufrió su hijo hace un tiempo, se convirtió ayer en la persona más buscada por periodistas y productores televisivos de todo el país, incluso de Uruguay. "Fue un día agotador, estoy engripada y sin comer nada", indicó ayer a la tarde, a punto del desborde pero con la convicción de atender a todo el mundo.

Es que la voz de María Teresa, grabada hace quince años en un casette de un contestador telefónico, sirvió para que el director de cine Javier "El Niño" Rodríguez filmara el cortometraje "Ni una sola palabra de amor", que terminó convirtiéndose en uno de los más vistos de la web en los últimos días.

En el corto se la puede escuchar mientras dejaba insistentes mensajes a su esposo Enrique (75), con quien vive en la actualidad y que, entonces, se había ido de su casa y estaba viviendo en el departamento de un amigo, ubicado en Olivos. Ella le reclamaba, sin que él conteste, su ausencia y su eterna incomunicación, pero los reproches escondían la necesidad de que regresara al hogar. Así, con esos pocos condimentos, el episodio privado de una historia sentimental que vivió esta mujer anónima -hasta ayer- se convirtió en universal y logró la inmediata identificación de hombres y mujeres.

Los cassetes con esas grabaciones fueron comprados por un desconocido en un mercado de pulgas de Buenos Aires y más tarde subidos a la web, donde las detectó el cineasta.

Rodríguez le pidió a la actriz Andrea Carballo que le pusiera imagen a la voz real de María Teresa. El material viajó a varios festivales de cine y, ni bien empezó a rodar en la web, el 1 de agosto último, despertó el interés generalizado. El domingo pasado tuvo su pico máximo con 18.592 “plays” acumulados. También fue traducido al inglés.

Con la sabiduría que le dan los años, María Teresa aparece ahora más sosegada. Mientras atiende a los periodistas que llegan a su casa, posa para los fotógrafos y se maquilla para salir en vivo en un móvil televisivo de alcance nacional, reflexiona sobre el episodio que -casualidad mediante- la hizo imprevistamente famosa.

"La convivencia es una construcción, no es un enamoramiento, a veces (la otra persona) no es el amor de tu vida, pero vos podés hacer una construcción, conociendo al otro, aceptándolo, viendo que el otro sirve para seguir caminando y así seguir juntos", explicó, mientras Enrique la asistía.

Más que una enseñanza sobre cómo sobreponerse a una crisis matrimonial, María Teresa entendió que aquel episodio va en contra de la tendencia "de que la cortamos ahora y no seguimos más", en referencia al tiempo breve que viven muchas parejas.

"No es fácil la soledad, ni volver a empezar, sobre todo para las mujeres, en este video yo tenía cincuenta y cinco años, si vos a los cincuenta y cinco te quedás sola no es fácil encontrar al compañero", indicó. "Los hombres están casados, no te dan bolilla y uno no puede cortar la pareja y decir ya está, tiene que buscar cómo seguir. Porque tal vez tiene mucho de positivo para uno, aunque a lo mejor no lo tiene todo, pero te permite que vos puedas seguir andando en la vida, caminando, no vegetando, no durando como dicen algunos".

-El corto refleja la soledad en la que usted estaba, aun estando en pareja. ¿Cómo resolvió ese dilema?

-Enrique es una persona incomunicada todo el tiempo. Yo me sentí sola y angustiada muchas veces, porque la vida no es siempre un jardín de rosas, el jardín de rosas lo hacemos nosotros porque las rosas son de cultivo, entonces las vamos cultivando. Es un esfuerzo que uno hace para tratar de ser feliz o para estar en la vida, para respirar, para que haya alegría, para que seas útil y mejor persona. Eso es lo importante y la soledad... la soledad es un problema de nuestro tiempo, sobre todo de las mujeres, tal vez por eso les interesó a tantas mujeres este tema, porque habla de la incomunicación y la soledad.

-¿Cómo advirtieron que los María Teresa y Enrique del corto eran ustedes?

(Es Enrique el que constesta) -Por la similitud de los nombres, nosotros de entrada no prestamos atención (al corto), pero sí prestaron atención un cuñado y un sobrino nuestros. Cuando lo volvieron a pasar lo vimos y ahí nosotros nos dimos cuenta de que éramos nosotros. Yo me acordé del momento en que había sido, porque no era el grabador de nuestra casa. Y no avisamos a nadie, ellos (por los periodistas de Clarín) nos encontraron. Alguien buscó en la guía el nombre de mi mujer y se contactaron con un sobrino nuestro, que fue el que dio nuestro teléfono. De alguna forma trascendió el apellido de mi mujer.