En oportunidad de botar una nueva embarcación, el pesquero "Trabajamos", el directorio del Astillero Naval Federico Contessi expresó una dura crítica a las intimaciones que recibió de parte del Consorcio Portuario Regional, por las que se le exige "el pago de una deuda totalmente sobrevaluada" y la restitución del predio que ocupa desde hace 50 años.

Durante el acto que se realizó ayer a la mañana, y que culminó con el desplazamiento del barco hacia el agua, Domingo Contessi, hijo de Federico Contessi, leyó en nombre del directorio de la firma un discurso en el que se destacó la voluntad del gobernador Daniel Scioli para que el Estado y el astillero arriben a un acuerdo, pero también remarcó las trabas impuestas por "algunos actores de reparto", en alusión a la conducción del Consorcio Portuario.

Lamentando los perjuicios comerciales que la difusión de la polémica puede traer al astillero, su directorio hizo una reseña histórica para reafirmar su derecho a permanecer en el lugar.

Desde 1949

Federico Contessi inició la actividad siendo muy joven, en 1949. Luego de construir tres barcos en un predio no vecino al varadero, en 1963 el empresario de origen italiano solicitó el uso de los terrenos motivo del conflicto, que es de larga data, pero que ahora trasciende en su versión más encendida.

"Estos terrenos que hoy ocupamos -expresó el directorio- eran tierras anegadas, sin servicios, sin pendiente, linderos al mar pero sin acceso al mismo. Todo lo que vemos y también lo que no vemos, que está debajo del agua, fue construido con muchísimo esfuerzo y fondos propios, sin ningún tipo de ayuda del Estado".

Luego refirió los "años de tirar piedras trabajando sábados y domingos, avanzando pasito a pasito. Luego vino el incendio de 1974 y la reconstrucción en estas nuevas instalaciones, que se fueron ampliando y mejorando año tras año. El trabajo incansable de Federico Contessi y de todo el equipo que supo formar le permitió a este astillero construir aquí 117 buques, dando empleo genuino a centenares de personas entre personal propio y subcontratistas, La financiación del propio astillero facilitó que nacieran decenas de pymes y hasta grandes empresas que hoy conforman el cluster industrial pesquero de esta ciudad".

Más adelante, y tras subrayar el cumplimiento de la empresa con el fisco y su aporte social y cultural a la ciudad, Contessi manifestó: "Es por todo esto que hablar de desalojarnos es una falta de respeto a la historia y a la razón".

"Arbitrariedades"

En uno de los párrafos más contundentes, dijo: "Aquí se están vulnerando derechos innegables, reconocidos contractualmente, y se han cometido arbitrariedades en este afán confiscatorio, o al menos intimidatorio que han tenido algunos actores de reparto".

El discurso hizo una pormenorización sobre el intrincado litigio entre el astillero y la Provincia, para luego reconocer una deuda de 731.000 pesos pero que el Consorcio Portuario calcula nada menos que en 3,6 millones de pesos. La Provincia reclama esta suma pero la puede reducir en un 50 por ciento, si la empresa abandona las instalaciones en un plazo no mayor a los diez días. "Sinceramente todo muy poco serio", dijo Contessi.

Luego concluyó: "el conflicto que aqueja a este astillero no es un problema de tarifas, no es un problema de dinero. Es un problema de derechos, un problema de inequidades, un problema de principios. No podemos consentir que se nos intente expropiar sin indemnizarnos".

Al iniciarse el discurso se recordó a Leonilda, la esposa de Federico Contessi, fallecida recientemente. Leonilda fue accionista y presidente de la empresa, como también, y con estas palabras se le rindió homenaje, "la primera empleada administrativa que tuvo el astillero, una madre y abuela ejemplar; su ausencia se siente y mucho".

Otros dos barcos

"Trabajamos" es el buque número 117 de Contessi y su botadura se produjo 19 meses después de la anterior.

La firma indicó que el barco no fue construido a pedido sino para mantener ocupado al personal del Astillero en el marco de la crisis que padecen la pesca y la industria naval. En realidad ya estaba terminado hace un año pero se tomó la decisión de botarlo para liberar espacio en las instalaciones y poder así continuar con la construcción de otras dos embarcaciones, "Trabajamos II" y "Seguimos Trabajando", que por ahora tampoco tienen compradores a la vista.

La madrina del "Trabajamos" es la señora Nilda Ramona González, quien dirige el comedor comunitario "Ilusión de los niños".