Boom inmobiliario, obras y nuevos servicios en un sector que crece
La llegada de servicios, como el gas natural y el agua, y la flamante autovía 11 empujaron el crecimiento de localidades aledañas al norte de la ciudad, como Santa Clara, La Caleta y Mar de Cobo. Hay mayor cantidad de habitantes durante todo el año y aumentaron los precios de los terrenos.
A la promesa de una mejor calidad de vida, que puede conjugar un hábitat natural cercano al gran ejido urbano, se le sumaron obras como la autovía 11 y el emisario submarino que potenciaron la zona norte lindera con General Pueyrredon, como Santa Clara del Mar, Camet Norte, La Caleta y Mar de Cobo, entre otras.
A unos 20 minutos del centro marplatense, después de Playa El Dorado, Santa Elena y Atlántida, se erige Santa Clara del Mar que sigue creciendo a ritmo sostenido. Los margenes se van extendiendo y a las localidades vecinas, como La Caleta o Mar del Cobo, se le suman urbanizaciones. Mientras que sobre la línea costera casi no quedan lotes libres, hacia el interior del continente los terrenos ven crecer desde sus entrañas casas de todo tipo y color. Casi no queda parcela en la que no se observen construcciones en marcha. Incluso, en muchos casos, están experimentando con construcción natural (ver recuadro).
Sobre la avenida Acapulco, la principal de Santa Clara, en Giorno Propiedades se quejaron porque casi no tienen movimiento comercial con propiedades, aunque reconocieron un poco más de ventas de lotes.
También aseguraron que no quedan terrenos libres sobre la línea de playa y que, a medida que se alejan del mar, los precios van descendiendo. Los mismos pueden oscilar entre los 140 y 160 mil pesos.
Casi en contraposición con los dichos de la inmobiliaria de Santa Clara, en Mar del Cobo aseguraron que "hay bastante movimiento de lotes, aunque menos de casas, ni con el Cedin se mueve". Los terrenos, en ese sector geográfico, cuestan alrededor de los 250 mil pesos, mientras que en La Baliza o La Caleta se pueden conseguir por 100 mil pesos menos.
Tranquilidad
"Acá tenés tranquilidad y seguridad -detalla Omar, de Mar de Cobo Propiedades- y creció muchísimo desde hace diez años a esta parte". Una década atrás, él y su mujer se instalaron en la zona aunque debía ir todas las mañanas hasta el centro marplatense para cumplir con sus obligaciones laborales.
"Y era otra cosa -recuerda-, ya que la ruta era doble mano y casi todas las mañanas de invierno había niebla. Ahora es un lujo la autovía".
Las usurpaciones de los terrenos suelen ser moneda corriente, debido a que muchos propietarios no suelen visitar seguido sus lotes y viven en el interior del país o en Buenos Aires.
"Hubo muchos casos en que los dueños se encontraron con sus terrenos tomados -detalló-, hasta tuvo que intervenir la Justicia, ya algunos los han solucionado. A veces hay ingenuidad pero en otras mala fe, porque no puede costar 4 mil pesos un terreno".
En cuanto a los precios de la tierra, aseguró que "desde el año pasado subieron un 30 por ciento", aunque el crecimiento en los precios fue mucho mayor en el largo plazo. "Hace 10 años -ejemplificó- los lotes estaban alrededor de los 4 mil pesos-dólares y hoy cotizan a 20 mil dólares", mientras que sobre la línea costera pueden llegar a los 50 mil dólares aunque reconoció que "casi no quedan".
Obras
A la flamante ruta, se le suma la llegada de muchos servicios, como el agua y el gas natural, que a muchos les soluciona el tema de la calefacción en invierno.
Rubén Díaz, junto a su mujer Silvina, cambió Santa Teresita por Camet Norte y están construyendo su casa sobre la calle principal, San Martín, a dos cuadras del mar. Aunque dice estar contento por la mudanza, se queja "porque faltan servicios. Muchos no empiezan a construir porque no tienen ni luz".
En tren de pedidos, solicitó "una mejor señalización, tanto en la ruta como acá en las calles "Esto es salvaje, pero necesitamos ciertas comodidades".
Maria Lis, casada y madre de tres hijos, acaba de comprar un terreno en Mar de Cobo. "En primera instancia -contó- estábamos juntando dinero para empezar a construir, para tener nuestra vivienda única y permanente. Así que logramos comprar el terreno".
La compra la realizaron a mediados de este año y la elección recayó en Mar del Cobo porque "en el casco urbano de Mar del Plata (donde viven actualmente) eran muy elevados y entonces teníamos que irnos muy lejos. Entonces preferimos irnos de la ciudad pero estar cerca del mar" y aseguró que prefieren la zona norte a la sur.
"Empezamos a ver el desarrollo del norte -relató- con la construcción de la doble vía. Entonces nos vinimos más al norte, en una instancia inicial era Santa Clara o Camet Norte, pero empezamos analizar La Caleta y Mar de Cobo. Y acá vamos a construir, porque además está dentro de nuestro presupuesto".
Mirando a futuro, María Lis analiza que "se percibe un desarrollo importante a futuro, con la tranquilidad de una villa balnearia, escuelas, servicios, y con la autovía, que en 20 minutos lleva a mi marido a su trabajo en Mar del Plata".
Residentes
Hace cinco años, Dante compró un terreno en La Caleta porque "quería tranquilidad y naturaleza", así que empezó a recorrer distintas zonas y allí encontró lo que buscaba y estaba al alcance de su presupuesto.
Dos años después, con uno de los créditos del Bicentenario, comenzó a construir la casa que hoy habita con su novia, que pronto se convertirá en esposa.
"Vimos toda la transformación -señaló-, empezaron a crecer casitas por todos lados, es impresionante. Alrededor de mi casa no había nada y ahora hay diez".
A pesar del crecimiento, Dante aseguró que "no es invasivo, porque hay lugar y la gente que viene es tranquila" y en cuanto a los servicios dijo que "es un poco el punto flaco, porque el gas es envasado, el agua es de pozo, pero también te acostumbrás".
Como, al igual que su mujer, tiene que ir todos los días hasta Mar del Plata por una cuestión laboral, destacó "la nueva ruta, que está espectacular y te permite estar en la ciudad en 20 minutos".
Un largo proyecto
Cristina y Hernán, padres de dos nenas, vieron la oportunidad y hace 11 años compraron tres lotes en La Caleta "pensando a futuro", contó ella.
"Por los precios -explicó- era imposible comprar algo en Mar del Plata, ni siquiera cuando empezaron a revalorizarse acá, porque vendiendo los tres apenas nos alcanzaba para un terreno en la ciudad pero después no teníamos para construir".
El tiempo pasó, pero a poco de la compra, decidieron construir en uno de los terrenos una pileta y usaban el predio "para pasar el día y juntarnos con amigos". "Es que mi marido -relató la mujer- veraneó toda la vida en Mar Chiquita, entonces venimos desde siempre, aún sin saber si íbamos a construir o no".
Hace un par de años, con unos ahorros que habían juntado, comenzaron a levantar las paredes de la que esperan que en diciembre próximo sea la vivienda familiar. "Tuvimos que parar por falta de fondos -relató Cristina- pero cuando salieron los planes Procrear nos anotamos y salimos adjudicados, así que retomamos la obra".
La nueva ruta lo "empujó" a decidirse para terminar la casa, porque "yo tengo que seguir yendo a la ciudad, por mi trabajo, y la ruta está buenísima, nos favoreció mucho. Hace unos cuantos años nos habíamos instalado, alquilando una casa, pero ir a Mar del Plata todos los días era muy peligroso por la ruta".
El matrimonio fue testigo de la metamorfosis del lugar. "Cambió mucho -confirmó ella-, de hecho no había nada y alrededor de mi casa hay tres casas ya". De todas formas, ese crecimiento aseguró que no los llevó a perder la tranquilidad. "En la playa hay un poco más de gente -dijo- pero es tranquila" y se quejó por la falta de control que hay "con las motos y cuatriciclos que vienen al circuito de Mar del Cobo, que es lo único que rompe la tranquilidad".
Como en una postal idílica, aseguró que "este es el lugar ideal para pasar el verano con hijos, van solos a la playa, caminando".
