Si bien en forma paulatina, desde que el sábado pasado fueron habilitados los pasos a nivel ubicados en las calles Brown, Falucho, Rawson y Garay -que estaban cortadas en el tramo comprendido entre Guido y Funes- el tránsito de automotores por algunos sectores de la avenida Colón y las calles Gascón, Alberti y Alvarado, sobre todo en los horarios "pico", comenzó a descomprimirse. Paralelamente, por las arterias que fueron abiertas empezó a registrarse tránsito vehicular y, a su vez, un mayor desplazamiento de peatones. Los automovilistas que se dirigen rumbo a la costa, y que antes circulaban por Colón, tienen ahora la posibilidad de tomar por Falucho, sin necesidad de desviarse al llegar a Funes. Los que en sentido inverso lo hacían por Brown a partir de Dorrego (donde el tránsito está interrumpido por la plaza Peralta Ramos) pueden continuar por aquella, sin tener necesidad de girar a la izquierda al llegar a Guido. La apertura del paso a nivel de la calle Rawson, en tanto, descomprimió la cantidad de vehículos que antes circulaban exclusivamente por Gascón; y lo propio ocurrió con los que hasta hace pocos días tomaban exclusivamente por Alberti y/o Alvarado, ya que desde hace cinco días tienen oportunidad de transitar rumbo al este por Garay. Cabe señalar que las modificaciones fueron bien recibidas por la gran mayoría de quienes viven en las calles que fueron abiertas; no obstante, hay vecinos que extrañan la tranquilidad que tenían cuando, a raíz de que el tránsito vehicular estaba interrumpido, no sólo había un movimiento muy escaso de automotores sino que los chicos podían salir a jugar en la calle sin temor a ser víctimas de un accidente de tránsito. Están también los que, para evitar colisiones, hacen referencia a la necesidad de instalar reductores de velocidad en las intersecciones de las calles Brown, Falucho, Rawson y Garay con Guido y Funes, las que hasta hace pocos días no eran peligrosas.

Testimonios

Aldo Bibó, encargado de la estación de servicio de Taxicoop sita en la esquina de Rawson y Guido sostuvo que "abrir estas calles fue una muy buena medida; como se está generando un intenso movimiento de vehículos que antes transitaban por Gascón, es necesaria la instalación de un 'lomo de burro' porque si no van a ocurrir muchos accidentes", advirtió, luego de lo cual sostuvo que "esperamos que pronto puedan abrir también la calle Castelli". Nerina Almaida, que vive frente a esa estación, dijo por su parte que "aunque el tránsito vehicular nos perturba un poco, creo que fue una medida acertada; la calle quedó hermosa; esperamos que el entorno, que mejoró mucho, sea bien mantenido", señaló.

Lucía, que vive en Rawson al 3900, tras manifestar que "por un lado extrañamos el silencio que había antes pero por otro vemos que el entorno mejoró", reclamó que mejore el servicio de barrido de calles".

Cristina Quegles, con 30 años de residencia en una casa sita en Guido al 2700, afirmó que "estamos felices porque algo que era un depósito de basura cambió mucho; la apertura de la calle Garay no sólo va a descomprimir la circulación vehicular por Alvarado sino que, creemos, va a contribuir a la seguridad; mejoraron la iluminación y el entorno; lo que queremos ahora es que instalen una garita en la esquina para poder esperar el colectivo". Rodolfo Gómez, un vecino que vive en Garay entre Guido y Funes, dijo en tanto que "se perdió un poco la tranquilidad del lugar pero no hay dudas de que la fisonomía del mismo cambió para bien y que se va a descomprimir el tránsito tanto por Alberti como por Alvarado; estimamos que a raíz de que ahora circula más gente va a mejorar la seguridad; dos detalles a tener en cuenta para evitar posibles accidentes son el paso del tren y la necesidad de instalar reductores de velocidad", afirmó.

Elizabeth Morris, que desde hace poco menos de una década vive en Almirante Brown al 3900, expresó que "vemos que el sector está ahora más prolijo ya que hicieron veredas, cortaron el césped, pusieron flores, plantas y macetas, aunque estas últimas ya desaperecieron; si bien tenemos que adaptarnos al hecho de que ahora hay un poco más de movimiento vehicular, no hay dudas de que son más los beneficios que las contras", sostuvo.

Juana Ugalde, que vive en Falucho esquina Funes, dijo por su parte que "la apertura de la calle Falucho contribuyó a que el lugar tenga más vida ya que hicieron veredas instalaron reflectores de luz, cortaron el césped y pusieron plantas y asientos; es de esperar que los automovilistas, que son muchos, circulen con precaución", advirtió.