por Marcelo Pasetti

En las redes sociales se la conoce como "Perra Intelectual". La profesora en Letras por la Universidad Nacional de Mar del Plata, Fabiana Cuchi, quien además ejerce la docencia en el nivel secundario, es una de las autoras de "Guerreros digitales. Cibermilitancia y batalla cultural", junto a Adrián Corbella y Gustavo Rosa.

"Guerreros digitales es de esos libros que sirven como dato arqueológico: a través de él se puede percibir un clima de época que lo hace indefectiblemente hijo de ese proceso de cambio que atravesó la Argentina en la primera década kirchnerista", señala claramente en el prólogo Dante Palma.

En el libro se intercalan artículos, reflexiones y columnas de los tres autores, analizándose los más variados temas.

A horas de haberse presentado en Mar del Plata, LA CAPITAL dialogó con Cuchi, "microbloggera, youtuber y spreaker", quien explicó que las redes "hoy, garantizan el acceso a la palabra a millones de personas que nunca tuvieron la posibilidad de interactuar directamente con los medios de comunicación. Como toda tecnología nueva, estamos experimentando con sus posibilidades; pero casi doy por sentado que quien se acostumbró a hacerse "leer", no va a perder esa sana costumbre fácilmente".

En tanto, y en base a su experiencia como profesora de letras y docente en el nivel secundario, dijo que la juventud, hace algunos años, "era considerada solamente un target consumidor. Hoy no ha dejado de serlo por completo, pero aparece una nueva opción, que es la militancia. No estoy segura de que la mayoría de los jóvenes militen, pero sí de que es mucho más habitual, hay más participación, no está mal visto ni es cosa de unos poquitos". En este contexto dijo que en los noventa, "mis alumnos apenas sabían el nombre del presidente, si lo sabían. Hoy preguntan qué está pasando en Siria, o están al tanto de las elecciones legislativas. Tengo confianza en que con la implementación total de la ley de Medios, la pluralidad de voces impulse más aún el debate de ideas, y con ello aumente la participación de los jóvenes".

Derribando algunos mitos

Más adelante, Cuchi comentó que "si algo caracteriza las redes sociales es su capacidad de saltar por sobre las fronteras geográficas y políticas". Admitió que "no sé si hay un cibernauta típico de Mar del Plata, dado que la interacción con gente de tantos lugares borra un poco ciertas particularidades. Por otra parte acentúa los parecidos con otros cibernautas de diferentes sitios geográficos, ya que las preocupaciones, intereses y estilos se enriquecen con el contacto casi permanente que permite esta tecnología", puntualizó.

En otro tramo de la charla aseveró que "la práctica nos va enseñando a buscar información confiable, cotejar datos, observar diferentes perspectivas y muchas veces, derribar algunos mitos que se dan como ciertos. En Mar del Plata es habitual que uno crea conocer la ciudad sólo por vivir en ella. El intercambio en primera persona entre vecinos que viven diferentes realidades permite entender un poco más de lo que pasa en la ciudad", remarcó.

Se la consultó también sobre el uso que los políticos marplatenses le están dando a Twitter como a Facebook y en este sentido dijo que "no se diferencia mucho de la actuación del resto de los políticos: les cuesta la interacción horizontal que éstas proponen. Entiendo que hay muchos ataques, y no creo que sea el anonimato lo que los envalentona, sino el hecho de no tener que poner el cuerpo. Pero eso demuestra cierta impericia del político que no logra diferenciar la crítica del ataque o la pregunta sincera de la chicana". En tal sentido dijo que "por eso muchos recurren a los "community managers" que les administran las cuentas y suben eslóganes o titulares para los diarios, rehuyendo la participación real en el debate en red. El cibernauta reconoce rápidamente "la voz" que le habla y, cuando no es la del titular de la cuenta, no sé si suma mucho".

Más adelante reconoció que "hay un mito acerca de las redes y la privacidad. Si nos ponemos a pensar la cantidad de cámaras de seguridad que atravesamos diariamente, o cómo vamos dejando nuestra huella cada vez que usamos la tarjeta de crédito, o pasamos con nuestros celulares por una antena, el peso sobre las redes se hace más liviano. Es un dato de la realidad: vivimos en un Gran Hermano". Y agregó que "todo eso forma parte de un enorme negocio: una multiplicación innecesaria de las identidades que les cuesta a los contribuyentes una inusitada cantidad de dinero para procesar datos que, por su número, exigiría una cantidad de "vigilantes" que materialmente es imposible asignar. Sin embargo, hay cuestiones que escandalizan: un jefe de gobierno de la Capital del país procesado por escuchas ilegales debería indignarnos mucho más que "entregarle" nuestro nombre a Facebook. Hay mucha tela por cortar en este asunto. Me preocupa mucho el reconocimiento de rostros de Facebook, por ejemplo, y no tanto dejar una huella rastreable en mi participación en esa red". Sobre este tema, finalmente alegó que "las compañías telefónicas, desde hace décadas, tienen el registro de cada una de nuestras llamadas".

Saltar vallas geográficas

"Perra Intelectual" sostuvo que Néstor Kirchner "fue una gran sorpresa para mí. Me enorgullezco de haberlo votado en 2003 con un entusiasmo que creía muerto desde mediados del gobierno del doctor Alfonsín. Fue una sorpresa su aparición en el escenario nacional, una sorpresa cada uno de sus gestos políticos y una sorpresa su carisma. El 27 de octubre de 2010, cuando me enteré de su partida, también fue una sorpresa llorar por un político. Lloraba y no podía creer que estuviera llorando". Y al respecto, recordó que estaba con licencia por enfermedad, por una hernia de disco y "aún así me tomé unos calmantes, me subí al auto con mi familia y nos fuimos a despedirlo (en el trabajo todavía me lo recriminan). Había que estar".

En tanto, la marplatense confesó que "la explosión de la cibermilitancia le cae al kirchnerismo un poco por casualidad. Esta tecnología se masifica en esta década por cuestiones en parte ajenas al Gobierno. Sin embargo, cuando las clases populares tienen sus necesidades básicas satisfechas, y pueden pensar en comprar una computadora, o llega a su casa por medio de Conectar Igualdad, y pueden pagar el abono a una empresa de internet, se debe en gran medida a políticas económicas que le han mejorado sus ingresos y, con ellos, sus expectativas".

Finalmente, mencionó que "las redes no necesariamente aíslan a las personas. Más bien, todo lo contrario. Son redes sociales, redes de personas que viven en una sociedad y logran saltar las vallas geográficas para relacionarse desde el acuerdo o el disenso, desde el afecto o el desdén, pero siempre con la intención de atravesar las paredes que nos separan, para hacer escuchar las voces de los que, a lo largo de toda la historia de los medios, han sido interpretados y escritos por otros".