Los cambios en la vida cotidiana del marplatense
Para bien o no tanto, la vida cotidiana de los marplatenses cambia durante el verano. Más actividad laboral y mayor facturación, en algunos casos, además del aprendizaje de convivir con mayor cantidad de vecinos. Efectos varios contados por los protagonistas.
A pesar de los días más largos y soleados, de la posibilidad de divisar el horizonte a poca distancia y concurrir a la playa trasladándose relativamente poco, la vida de los marplatenses y de los habitantes permanentes de la ciudad cambia durante la temporada veraniega. Si bien la cotidianeidad de algunos fluctúa para bien, la de otros no tanto, lo cierto es que muchos de los marplatenses deben trabajar mientras que otros disfrutan de las vacaciones.
Esta cuestión resulta lógica en una ciudad turística, pero el impacto varía de acuerdo a la actividad del residente y también a la valoración que se le da a esos cambios.
"Las percepciones del cambio pueden ser positivas o no tanto, en relación con la actividad que desarrolle el residente permanente y qué tanto este influida la misma por el turismo receptivo", explicó a LA CAPITAL Bernarda Barbini, directora del grupo Turismo y Sociedad, perteneciente al Centro de Investigaciones Económicas y Sociales de la facultad de Ciencias Económicas de la universidad local.
Todos los marplatenses, durante el verano, padecen los embotellamientos vehiculares que se producen en ciertos puntos de la ciudad, deben esperar más en la cola para cargar nafta o padecer la recorrida por varios cajeros
automáticos para lograr sacar billetes. Como el impacto que produce "no es homogéneo", la valoración variará de acuerdo a "cómo afecte la economía de cada uno", añadió la investigadora.
"Las variables tienen que ver con distintas aristas -agregó-
aunque influye directamente la vinculación de la actividad laboral con respecto al turismo".
Entonces, si el residente permanente es prestador de algún servicio turístico o mejora su ingreso durante el verano, tendrá "una mirada más positiva", mientras que la misma puede ser "más crítica" si su actividad laboral no está directamente relacionada con el sector.
Piensa en positivo
Aunque su bolsillo no se infla durante el verano, Karina Prieto presentó una visión positiva porque desarrolla acciones a las que no tiene acceso en otro momento del año. Docente, madre de dos hijos, contó que durante el ciclo lectivo concurre al Portal del Sol y a la escuela especial 502 para cumplir con su labor.
Esta marplatense reconoció que disfruta la temporada de verano porque "estoy de vacaciones" y como no se va de viaje, invierte ese dinero "en alquilar una carpa en las playas del sur de la ciudad".
"Yo lo disfruto -dijo a LA CAPITAL- porque estoy de vacaciones y hago lo que no puedo durante el invierno, como disfrutar del tiempo libre y pasar mucho tiempo con mis hijos".
Aunque, tanto a la ida como a la vuelta a la playa, suele toparse con las caravanas de vehículos que cumplen con la rutina veraniega de ir y venir, la docente aseguró que "no me molesta. Hay embotellamientos a determinado horario y los fines de semana, durante la semana el asunto está un poco más tranquilo y trato de tomar caminos alternativos".
Tomás Mason es gastronómico y reconoció que, durante la temporada veraniega, cambia el ritmo de trabajo en primera instancia porque "se incrementa" el público y se da la condición que todos "quieren comer al mismo tiempo", explicando que la hora pico se da "entre las 9 y media y las de 10 de la noche".
Este propietario de dos parrillas, una ubicada en la zona de Alem y otra en Alvarado y Mitre, reconoció que "por suerte nos manejamos con una clientela fiel, aunque en verano muchos de los marplatenses no salen porque hay mucha gente y no les gusta esperar".
Si bien admitió que en Playa Grande "se trabaja más y hasta más tarde, extendiéndose hasta la una y media o dos de la madrugada", al mediodía abre sólo "los viernes, sábados y domingo cuando en invierno lo hago todos los días".
Entonces, del 15 de diciembre al 15 de marzo cambia los horarios aunque no modifica el menú. "Al mediodía -explicó- por el calor casi nadie se sienta a comer en una parrilla, entonces directamente no abrimos".
Distinta frecuencia
Uno de los sectores que nota los cambios radicales durante el verano es el hotelero. "Cuando uno más trabaja es cuando la gente descansa, estamos a contramano, pero nuestra función es servir a los que nos visitan", definió Eduardo Palena, titular de la Asociación Empresaria Gastronómica Hotelera.
Ese "vivir al revés" también se siente en el área gastronómica, y no sólo en el verano, sino también "durante las vacaciones de invierno o los fines de semana largo", amplió el empresario.
Más allá de que, de un tiempo a esta parte, se logró romper la estacionalidad, explicó que "la tendencia es que la gente venga por períodos más cortos y con más frecuencia, por lo que nosotros tenemos que trabajar y salir del paradigma de ciudad sol y playa y ofrecer todo lo que tenemos".
Palena enumeró, como alternativas de diversión, la
"diversidad de paisajes; la buena arquitectura y los museos; los paseos comerciales; los circuitos turísticos, como la ruta de Piazzolla; una amplia y variada agenda de espectáculos y acontecimientos deportivos; buena gastronomía. No sólo somos sol y playa".
La investigadora Bernarda Barbini sustentó la tesis empírica del empresario. "Existen distintos ciclos de vida del destino turístico -explicó-. Cuando es incipiente y todavía no se ha desarrollado en su máxima capacidad, el residente está expectante o espera cosas buenas".
Pero, a medida que el turismo se va desarrollando o cuando entra en su máximo desarrollo, la percepción del habitante "comienza a ser más crítica, porque se analizan otros impactos, como el ambiental", ejemplificó.
"Por eso -añadió- el producto de Mar del Plata sol y playa, al alcanzar su madurez, se complementa con otros como el turismo rural o el de reuniones (congresos y convenciones)".
Trabajo al sol
La abogada Yanina Braschi trabaja en el Poder Judicial, específicamente en una Defensoría Oficial Penal, y durante la feria de enero "cubrimos guardias. En la tramitación de los procesos penales con personas privadas de la libertad, los plazos legales no se suspenden ni interrumpen, por eso estamos nosotros", explicó.
"A cada sujeto que se encuentre detenido -dijo- se le debe garantizar un debido proceso y que no se conculque su derecho de defensa en juicio, por eso es necesaria e imprescindible nuestra presencia en Tribunales".
A pesar de que debe cumplir horarios laborables en pleno verano, la letrada consideró que "el clima cálido, el arribo de turistas y gente de aquí y de allá nos cambia el humor completamente, nos predispone a estar más alegres hasta incluso me atrevería a asegurar que en el día a día nuestras sonrisas se extienden unos instantes más que en los meses de frío", y ejemplificó con la forma de vida que tienen paises centroamericanos dónde "a pesar de la situación socio-económica que puedan atravesar, nadie pierde su sonrisa y adoptan una filosofía de vida relajada y envidiable".
La joven Sofía Della Torre, estudiante de Relaciones Públicas de 20 años, también trabaja durante el verano realizando distintas promociones pero no es una carga ya que le genera "cierta independencia" para manejarse el resto del año.
Aunque vive con su familia, empezó con las promociones veraniegas en 2011 y "le tomé el gustito a tener mi plata y seguí", contó y explicó que las mismas se pueden extender desde noviembre hasta marzo.
"Puedo hacer una o varias -detalló- depende de la duración de la misma". Y también suelen llamarla en fechas específicas como Semana Santa, tanto para "degustaciones como para vía pública".
Ocio entretenido
Uno de los tantos hitos veraniegos, en realidad durante todo el año, es la noche marplatense, rubro que también sufre mutaciones ya que "pasamos de abrir tres veces por semana a seis, duplicamos", sentenció Milton Carballo, de un boliche en la zona de la Perla.
Por esa razón, también aumentan la plantilla de personal, ya que "reforzamos el área de cocina, barra y camareros por tenemos dos turnos de restaurante y a veces tres". Es que, en pleno verano, muchas veces también extienden las cenas más allá de la medianoche debido a que tienen como clientes a muchos de los artistas que "hacen temporada teatral"; como Moria Casán, Carmen Barbieri y Maximiliano Guerra.
A pesar de la mayor demanda laboral, Carballo reconoció que no siempre está asociado "a una mayor facturación" y, a nivel personal aseguró que "me cambia todo, por empezar el sueño, ya que duermo de día y arranco a trabajar después del mediodía".
Otro sector que ve aumentada su actividad en verano es la teatral aunque en muchos casos se rompió la estacionalidad.
"Desde hace tres años logramos romper la estacionalidad y tener una agenda artística importante para la población de Mar del Plata y la región, siguiendo los ejes que nos establece la política cultural de Instituto Cultural bonaerense", explicó el coordinador general artístico del teatro Auditorium, Mariano Darritchon.
Además, reconoció que "existe una marcada tendencia en el marplatense, que se vuelca mucho más al teatro el resto del año que durante el verano" y señaló que durante el invierno "cambian los ejes programáticos, porque además de tener otra dinámica, se refuerzan las actividades de extensión de martes a domingo con talleres artísticos, ciclos de cine, y una intensa agenda con articulación entre cultura y educación".
El teatro Auditorium, dependiente del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, cuenta con las salas Astor Piazzolla (la más grande de la ciudad), Payró, La Bodega, Nachman, el café teatral y la Jorge Lauretti en el Puerto, además de los espacios de arte del foyer alto y bajo y los paseos de la imagen.
Así las cosas, durante el verano las programaciones de los diferentes espacios se prolongan de lunes a lunes y oficialmente la temporada "alta" se inicia oficialmente el 2 de enero, aunque "algunas salas privadas fueron adelantando el comienzo de la temporada". De todas formas, Darritchon destacó que "la incesante actividad" que desarrollan y hasta la realización de espectáculos internacionales fuera de fin de semana, como la pasada presentación del Cigala un martes.
En mayor o menor medida, la vida de los marplatense cambia a partir de diciembre. En breve, se podrán comprobar esos cambios.
