El escritor, compositor y comediante Luis María Pescetti presenta hoy en la ciudad "Unidos contra Drácula", un libro de poesías para "chicos, adolescentes y adultos" que pone en valor un género que "tiene menos prensa" pero que "está presente con o sin palabras, con las emociones cotidianas". El principal autor de literatura infantil de la Argentina ofrecerá una charla con entrada libre y gratuita en el NH Gran Hotel Provincial a las 20 que servirá de clausura para la primera edición del ciclo ?Verano entre libros?, organizado por las editoriales Aguilar y Alfaguara, y auspiciado por LA CAPITAL y radio Continental.

Con su fino humor, ironía y la observación precisa, Pescetti revela lo que sucede en el mundo infantil. En su prosa se reflejan lo cotidiano, el lenguaje coloquial, las situaciones típicas de cualquier niño contemporáneo en su entorno doméstico, al tiempo que no elude las problemáticas que atañen a lo más hondo de los sentimientos y emociones de los chicos y sus familias.

-¿Cómo surgió este libro de poesía?, preguntó LA CAPITAL

-Como todos los adolescentes empecé escribiendo poesía. Pero después me quedó esa práctica y más adelante seguí escribiendo, tomando algunas clases y cuando todavía vivía en México, publiqué "Cartas al Rey de la Cabina" que es una historia contada en una prosa poética pero que es un poema largo. Hace unos 4 años en un paso por España, un editor, después de charlar un largo rato, me dijo que le gustaba la poesía, y fue tal el impacto de encontrarme con un director de una editorial grande que dije: es verdad. ¿Por qué no un libro de poesía para chicos? Y empecé a buscar poemas, y me lo imaginé que pudiera ser para chicos de 6- 7 años hasta adultos. Un amplio espectro, se puede leer en familia o con todas las edades encima.

-¿La poesía está olvidada?

-Creo que es siempre menos noticia, pero no está olvidada. Hay una plaza en México en DF donde hay unos señores con máquinas de escribir que tanto te escriben un texto formal como una carta de amor. La poesía está presente, con o sin palabras, con las emociones cotidianas. Por ahí te la lleva entre las patas las situaciones cotidianas, pero la sed de eso que cuenta que la poesía está muy presente. Pasa como con la columna y los ligamentos que después a los 60 años te duele y pensás, tendría que haber hecho ejercicio....y sí te faltó poesía. Hay esta pena de amor...y sí, te faltó poesía. Hay esta tristeza por mis padres que no están, ...y sí. Hay que mi hijo creció...y sí. Hay este enojo con mi pareja...y sí. Hay este dolor por la ciudad que ya no es...y sí.

-En definitiva, todo es poesía...

-Sí. Al hacer esta enumeración yo mismo fui adentrándome y tengo la intuición que vos también, que fuimos volviendo a nuestros propios recuerdos y evocaciones. Eso, todo es poesía.

-¿Es de los que tiene algunos tip a la hora de ponerse a escribir?

-Todo surge sirviéndome mate y tratando de no mirar el mail. Por lo demás, si estoy escribiendo prosa... a veces leo un rato antes. Y la poesía muchas veces me irrumpe como una emoción intensa o como un estado de concreción de intimidad del alma más intenso. Nunca es nada de la góndola de un supermercado. Esto llega a chicos que están en centros urbanos hiperestimulados y a otros chicos que están en zonas muy alejadas, que se sienten muy en la periferia y cuando llega un libro, es algo importante.

El lenguaje

-Usted juega mucho con el lenguaje, inventa palabras...

-Cuando en un libro jugás con el lenguaje, el que lee se ríe y a su vez adentro suyo se dice: ¿Esto se puede?. Ahí esas palabras pasan a ser montones de permisos muy vitales, muy necesarios y esenciales en su vida que quizás van más allá del lenguaje. Quizás son permisos que le hacen pensar, "esto yo lo sé hacer", entonces tiene autoridad sobre el escritor y a eso yo aspiro, que se traslade a otros terrenos.

-¿En algún momento sintió que se tenía que aggiornar al chico de hoy superestimulado y con muchas herramientas que lo entretienen?

-No, me niego eso, me produce resistencia la idea. Sí pasa que no es lo mismo hablarle a un interlocutor que a otro, pero eso es natural... pero no hay que aggiornarse, sino que hay que comunicarse bien con quien tengas enfrente. Aggiornarse es decir, me tengo que poner las pilas porque sino quedo afuera de la jugada, yo nunca sentí eso.

-El clásico de los campamentos "Me saco un moco...", usted lo hizo público y la instaló. En algún momento alguien le dijo: Luis no cantes eso...

-Cuando uno va una fiesta elegante y de repente entre quienes atienden ves un talento, una belleza, entonces pedís la palabra un minuto y decís: ¿vieron quién está acá? El pequeño arrojo, el riesgo, la audacia está en pedir la palabra y decirlo. Esta canción siempre estuvo ahí, entre nosotros, yo la subí al escenario. Nunca nadie me dijo que no lo cante.

-La contratapa de "Unidos contra Drácula" dice "...libro único e irrepetible"....¿esa última palabra qué significa?

-Yo les dije, no pongan esa palabra porque aspiro a escribir más, pero se coló. ¡Estoy haciendo cruz diablo con los dedos! (risas). Pero más vale que voy a seguir.