Un clásico de todo el año: jueguitos electrónicos
Carreras de autos, pool, fútbol virtual o alguno de estrategia musical conforman la oferta de juegos electrónicos que brinda un tradicional salón de entretenimientos.
La playa, los alfajores, comer en el puerto y la ida a Sacoa constituyen algunas de las acciones clásicas que se desarrollan en la ciudad, tanto para turistas como para marplatenses.
Así, el típico local de la peatonal San Martin -con salida o entrada por Rivadavia- ya no ostenta el gran cartel de neón que anunciaba el nombre del salón de juegos, debido al nuevo Código de Publicidad, pero sigue contemplando la misma variedad de juegos electrónicos.
Los entretenimientos de distinta índole y tradición atrapan por igual tanto a grandes como a chicos, ya que es bastante normal que los padres que llevan a sus hijos a pasar el rato terminen jugando ellos mismos a "los fichines" en nombre de la nostalgia.
Si bien las fichas ya no existen más como tal, ahora para jugar se debe comprar una tarjeta magnética -cuesta $2- para allí cargar los créditos para poder jugar. Los juegos más baratos parten de los 8 pesos, aunque pueden llegar a $18 la ficha del pool, por ejemplo.
Al histórico Daytona (la carrera de autos) le fueron sucediendo otros más modernos asimilables a la realidad virtual, como los de snowboard o skate.
Las onomatopeyas salidas de las diferentes máquinas componen la banda de sonido del amplio salón, mientras que se mezclan con los gritos vertidos por los más chicos, que disfrutan de la clásica calesita o un partido de tejo magnético.
A pesar de que la mayoría de los chicos tienen máquinas de juegos como la play station o la wi en su casa, los salones (ubicados en Alem, en Punta Mogotes, o en Colón) siguen convocando a miles y miles de pequeños.
¿Cuál es el secreto? "Los premios que les damos", responde Diego, uno de los cajeros.
Es que cada juego suma determinada cantidad de puntos, de acuerdo a la habilidad del jugador, con lo que al final de cada ronda lúdica ostenta una determinada cantidad de puntos que se pueden canjear por distintos premios.
Así, por ejemplo, desde 200 puntos se pueden hacer acreedores de anotadores mientras que uno de los más solicitados son "las pelotas vibradoras, que te las llevas por 800 puntos", contaron Paula y Estefanía, encargadas de entregarlos. Por 700 puntos, los chicos se pueden llevar algunos de los juegos de mesa, como el ajedrez o las damas.
Si bien no se puede establecer un cálculo promedio de gasto, desde una de las cajas Diego estimó que "con 100 pesos, un chico puede pasar unos 45 minutos. Claro que depende del juego que elija y la habilidad que tenga".
El olor a azúcar invade el lugar, junto a los gritos de los participantes de los autos chocadores, mezclados con los multicolores neones que incitan a siempre querer una vuelta más.
Las máquinas para pescar peluches, las de estrategias musicales que siguen el estilo Manga Japonés o las batallas aéreas son otras de las ofertas que permiten evadirse de la realidad moviendo un solo comando. O apretando un botón.
