El subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Horacio Tettamanti, anunció ayer la decisión de poner en marcha una licitación para construir un nuevo espigón dentro del puerto de Mar del Plata, para cumplir con el objetivo de ampliar el espacio dedicado al amarre de buques y a las tareas de reparación naval.

La obra requerirá de una inversión de 50 millones de pesos y será financiada por el gobierno nacional. El funcionario dio a conocer esta novedad en el marco del séptimo Coloquio del Consejo Portuario Argentino (CPA) desarrollado en el Hermitage Hotel, donde reconoció la necesidad de incrementar el espacio dentro del puerto local para mejorar las maniobras de las embarcaciones, reducir costos operativos y facilitar el trabajo de la industria naval. El proyecto en cuestión se trata de la construcción del Espigón 9, el cual se extenderá de manera perpendicular a la Escollera Sur.

Según le explicó a LA CAPITAL el interventor del consorcio de administración del puerto, Matías Machinandiarena, este nuevo muelle dispondrá de 5 metros de ancho y 170 de largo. "Hemos recibido esta noticia con una enorme satisfacción", le dijo el funcionario a LA CAPITAL.

Asimismo reconoció el "contínuo apoyo brindado por la Subsecretaría de Puertos de la Nación" destacando que "gracias a su colaboración se pudo realizar la limpieza de los frentes de los muelles y hoy se está iniciando la obra de dragado, mientras que próximamente será removido el último barco hundido" ubicado junto a la escollera.

Al dar a conocer la decisión de poner en marcha la licitación para la construcción de un nuevo espigón, Tettamanti destacó la "calidad técnica del proyecto" presentado por el consorcio de administración del puerto local y felicitó a todos los que participaron de su elaboración. Además destacó el empeño con el cual el ex director del organismo, Eduardo Pezzati, había impulsado la realización de varios estudios para ampliar la infraestructura del puerto local mediante distintas obras.

Tettamanti precisó que la propuesta presentada por el consorcio ya fue sometida a una serie revisiones técnicas por lo que ahora resta que la dependencia a su cargo traslade la iniciativa a la Secretaría de Transporte de la Nación para avanzar con el proceso licitatorio. El funcionario hizo saber su compromiso de cumplir con este paso en el término de "pocas semanas" para garantizar que la obra pueda dar comienzo en el menor tiempo posible.

Nuevos desafíos

Por otra parte, en su discurso ante las autoridades de las terminales portuarias que estuvieron reunidas ayer en Mar del Plata, Tettamanti se refirió a los desafíos a los que debe hacer frente la Argentina en materia de logística y transporte para revertir el hecho de que la mayor parte de la carga del país se desplace por vía terrestre.

En este sentido, el funcionario hizo saber que el año pasado en Argentina fueron transportadas unas 100 millones de toneladas de mercadería, de las cuales un 84% fueron trasladadas en camión, un 11% en ferrocarril y sólo un 5% en barco.

"Esta es una ecuación que debe ser revertida", sostuvo ya que "la competitividad no sólo es una cuestión de divisas sino también de infraestructura y de logística". En este sentido, destacó los resultados obtenidos por la Provincia de Buenos Aires a través de las fuertes inversiones realizadas mediante su Plan Estratégicos para mejorar las condiciones operativas de los puertos de Quequén, Bahía Blanca y La Plata, entre otros.

Por otra parte el subsecretario reivindicó los resultados obtenidos mediante la implementación de la resolución 1108 vigente desde octubre pasado, mediante la cual se dispuso que toda la carga exportable del país sea despachada a través de puertos argentinos. "Hubo quienes plantearon que esto era algo nocivo" pero la adopción de esta medida ya permitió que en los "últimos 7 meses la demanda de buques nacionales superara a la de los últimos 4 años", subrayó.

Finalmente Tettamanti destacó la importancia de comenzar a debatir sobre la construcción de un nuevo puerto de aguas profundas para que el país se adapte a las transformaciones del tráfico marítimo que se avecinan en el mundo a partir de la ampliación del canal de Panamá, ya que esta obra intensificará el uso de embarcaciones mercantes cada vez más grandes.