"La novela policial funciona como metáfora de la psicología cotidiana"
Diálogo con Pablo De Santis y Guillermo Martínez. Los autores estuvieron en la ciudad presentando sus últimas obras y dialogaron sobre el atrapante mundo de la novela policial y el relato de horror.
Los escritores Guillermo Martínez y Pablo De Santis se sienten cómodos con el género policial. Creen que este tipo de relato funciona "como metáfora de la psicología cotidiana" y sirve para "mostrar a los personajes y a las personas en sus ambigüedades".
Bajo el tema "Ficciones oscuras: la novela policial y el relato de horror", los autores se presentaron en el ciclo Verano Planeta .
El último libro publicado de Martínez es ?Una felicidad repulsiva?, una serie de cuentos atrayentes y perturbadores, atemorizantes e irresistibles. Y De Santis escribió ?Crímenes y Jardines?, una historia que transcurre en Buenos Aires en 1994. El detective Craig acaba de morir, y el joven investigador Sigmundo Salvatrio, protagonista de ?El enigma de París? (su anterior obra), queda a cargo de su agencia.
"Nos une el policial", dicen entre risas los autores antes de dialogar con LA CAPITAL y comentar qué los inspira a la hora de escribir.
-¿Por qué eligen el género policial?
-P.D: el género policial siempre me gustó. Viví en una casa donde siempre hubo muchos libros policiales. Mi padre cuando era chico y volvía del cine me contaba las películas que iba a ver, sobre todo los policiales italianos que filmaba Dario Argento que eran terroríficas. Siempre me sentí atraído por el género y por esa idea de que hay algo que es un secreto que no se dice, que se revela al final. A mí me parece que eso genera una especie de tensión a la narración y que a través del secreto siempre se habla mucho de nuestra relación con él. Siempre creemos que lo más oculto es lo más verdadero en una persona, lo más auténtico. Me parece que la novela policial funciona perfectamente como metáfora de la psicología cotidiana.
G.M: Yo tuve como lector un período de elección de novelas policiales en la adolescencia y creo que la clave de por qué a los lectores les interesa tanto la novela policial, es porque permite ver a todos los personajes con un posible doblez. Sobre todo en la novela de enigma en la que casi todos los personajes que aparecen son posibles sospechosos eso permite tanto la mirada en primer plano que da el escritor sobre los personajes como las conjeturas que uno va formulando por detrás bajo la sospecha que cualquiera de ellos puede ser el asesino. Me parece que la novela policial sirve para mostrar a los personajes y a las personas en sus ambigüedades, en sus dobleces, en sus secretos.
Lo fantástico, presente
-En tu caso Pablo este género ¿te hace sentir más cómodo?
-Sí, pero sobre todo me gusta esto de que haya un enigma, a veces no es central o la narración avanza a través de pequeños huecos que se van llenando y se da una especie de indicio y después se llega a saber de qué se trata. Pero siempre siendo tironeado por el policial por un lado y por lo fantástico por el otro. Creo que esta última es más difícil que la primera porque esto se ve en el libro de Guillermo donde hay varios cuentos que son fantásticos y creo que ahí uno siempre tiene que inventar algo nuevo. No así en lo policial que, por supuesto hay cosas nuevas, pero el crimen no está inventado. Sin embargo en el género fantástico hay que inventar una especie de prodigio que está ahí escondido.
-Hoy con tantas series donde se muestran en detalle cómo sucede un crimen y cómo se resuelve, ¿es difícil para ustedes hacer un relato atrapante?
-G.M: Ese es el doble filo de los géneros que tienen una parte apaciguadora que viene con algunas convenciones que te dan la estructura básica en las que uno puede recostar el peligro en no hacer más que eso. Hay que lograr encontrar una manera de hacer el policial dentro de sus reglas, pero que a la vez que sea algo diferente de lo que está hecho. Yo creo que los géneros tienen ese doble filo y esa ambigüedad por eso son moldes interesantes como desafío, pero uno tiene que ser consciente todo el tiempo que de algún modo hay que intentar algo diferente para que sea algo original, no algo más de lo que ya está escrito.
-Y el morbo... ¿tiene que estar presente?
-GM: En nuestras obras no hay demasiada morbosidad porque creo que los dos nos atenemos un poco más a la variante más clásica, cercana al enigma. Yo nunca pensé en términos de ver cómo hacer una escena más sangrienta. Te diría que incluso estoy un poco en contra de toda esa corriente que hay ahora en los thrillers donde la imaginación está puesta en cuán horrorosos y crueles pueden ser los rituales del asesino serial. Hay toda una especie de imaginación puesta ahí y si vos ves "Crímenes imperceptibles", trato de hacer totalmente lo opuesto. Son crímenes que ni siquiera se parecen y pueden confundirse con muertes naturales.
P.S.: Guillermo tiene un cuento que es gato muerto, donde realmente se crea una atmósfera de cosas siniestras, terribles y provoca un desasosiego y una tensión tremenda; pero si uno ve qué hay, es sólo un gato muerto. Eso provoca un efecto sobre el lector totalmente fuerte pero en cuanto al hecho no hay cuerpo descuartizado.
G.M: Esa es una elección de la novelista Patricia Highsmith, donde toda la atmósfera está teñida de la inminencia del acto criminal pero luego el crimen es un palo por la cabeza que se la a una persona. Borges tiene un artículo muy interesante, "Leyes de la narración policial" y una de ellas es que el relato policial rehuye de la pompa de la muerte, o sea que es más bien glaciar. La muerte es algo que está dado desde el principio pero no tiene todos los fastos que uno puede encontrar en las descripciones de los poetas griegos de cómo corre la sangre. Sino que es un primer dato inicial de un problema entonces tiene ahí cierta frialdad en la construcción de la muerte.
Lo oculto
-Y el ocultismo, ¿les interesa, lo tienen en cuenta?
PS: A mí siempre me interesó el mundo del ocultismo, sobre todo en un su variante literaria. Uno piensa la relación de la literatura con el ocultismo y es antigua porque está en Virgilio, en Dante, en la poesía francesa también. Entonces tengo por un lado toda esa lecturas y por otro lado cuando era más joven trabajada en Radiolandia donde había un desfile incesante de todos los ocultistas. Pero creo que los escritores y ocultistas relacionamos el micro cosmos con el macro cosmos. La la literatura siempre está presente en las cosas mínimas y en la novela policial también a través de detalles (gota de sangre o una huella) que es un objeto insignificante pero que sale de eso orden aleatorio para ser significativo en el desarrollo de la historia.
G.M: La clave de la trascendencia de una novela es que el lector puede leer el personaje particular como alguna clases de símbolo de un comportamiento general. Ese es el transporte. Si uno crea o consigue un microcosmos donde los personajes tienen también ciertos atributos simbólicos, entonces la novela pervive en la medida que esos símbolos se recrean de diferentes maneras en distintas lecturas.
