Muchas personas escribieron su "carta a un soldado Argentino" durante la guerra de Malvinas. Pero ¿Cuántas recibieron una respuesta de ese "soldado" que leyó esas líneas? Rosa Altamirano cree que es una de las pocas que tuvo el "honor", no sólo de haber obtenido esa respuesta, sino también de haber logrado encontrar a ese "soldado", saber que "regresó" y haber sido invitada al acto que se realizó en su ciudad, General La Madrid, donde se leyeron las misivas.

La historia comenzó en 1982. Rosa escribió su carta al soldado argentino un 22 de abril de ese año. "Había llegado a Mar del Plata en 1981 en busca de trabajo -nació en Campo Largo, Chaco-. Tenía 19 años, estaba sola, no tenía familia ni amigos aquí, pensé en los soldados que estaban allí y sentí la necesidad de escribir. Me sentí identificada. Fue la única carta que mandé, pero también aprendí a tejer y mandé una bufanda y chocolates, como muchos en esa época. Era lo que se pedía", contó Rosa.

Rezando por vos

"Yo te digo, soldado, hermano, amigo, ten fe y esperanza que todo saldrá bien", escribió Rosa entonces. Y también "lucha por nuestra patria, por la libertad de tu tierra y piensa que desde aquí estaré rezando por todos vosotros (...) te doy toda la fuerza que tengo para que sigas adelante, no retrocedas ni te dejes vencer".

Con fecha 30 de abril de 1982, Jorge Armando Altamirano, también de 19 años, nativo de General La Madrid, tras leer la carta de Rosa, escribió una respuesta. Jorge, quién estaba cumpliendo el servicio militar obligatorio en la Base General Belgrano en esos días, le contaba que, como parte de la Sección "Perros de Guerra", estaba en las islas cumpliendo la función de seguridad, que por el momento consistía en "hacer guardia todo el día". "El pueblo es lindo pero hace muchísimo frío y al estar parado muchas horas hace que lo sintamos mucho más. Las cosas no están demasiado bien que digamos y estas experiencias quedan para siempre en mi mente".

Cada 2 de abril

Rosa aseguró que tuvo una gran emoción y también tristeza cuando recibió la carta de Rinaldi. "Tuve tristeza por él y por todos los que estaban allí".

"Siempre guardé la carta y la leí cada 2 de abril. Cuando tuve mis hijos y estuvieron en edad escolar, llevaban esa carta como testimonio de aquellos días" relató.

Rosa manifestó que siempre quiso saber qué había pasado con Jorge, si había vuelto, si estaba bien y por eso lo buscó. "Llamaba a información y pedía un número de teléfono que coincidiera con el apellido y la dirección que tenía por la carta. Llamé muchísimas veces, pero nunca contestaba nadie. También escribí dos cartas a esa dirección, a la familia, preguntando por él". No tuvo suerte hasta el 2012.

"El 2 de abril de 2012, cuando se cumplieron los 30 años, volví a llamar a información. Pedí que me dieran algún número con ese nombre y apellido, aunque sea de otra dirección. Me dieron uno, llamé y me atendió un chico con voz joven. Era el hijo de Jorge. Fue una emoción tremenda. Esa noche, por primera vez hable con él. Fue el logro más grande que tuve en la vida" aseguró la mujer.

Aquella carta

Desde entonces, Rosa y Jorge quedaron en contacto, pero no se conocieron hasta la semana pasada. Jorge invitó a Rosa a participar del acto que estaban preparando por un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas en su ciudad. Lo que no imaginaba, era que Jorge iba a leer la carta que ella le había escrito hace 32 años. "Fue un acto muy emotivo, estaba yo y estaban muchos ex compañeros de él durante la guerra. Y fue una sorpresa, porque él me había dicho que no tenía la carta, pero la tenía. Ahora yo también tengo una copia, porque la original quedó en un museo que están armando en General La Madrid, para contar toda la historia de las islas Malvinas y la guerra" relató.

Rosa aseguró que el viaje realizado a esa localidad "fue muy intenso y hermoso. Llegué el 1º de abril, tuvimos una cena y me dijeron que era una más del grupo, fue muy emocionante. Creo que les debemos un gran reconocimiento a todos los soldados que participaron en Malvinas. Son héroes", reflexionó.