Durante un diálogo que mantuvo con LA CAPITAL en el marco del 29º Congreso Argentino de Psiquiatría que se desarrolló en el NH Gran Hotel Provincial, la doctora Verónica Mora Dubuc, quien desde hace siete años viene trabajando en el tema ludopatía, sostuvo que si bien se empezó a reconocer como un trastorno de salud mental, la Asociación Americana de Psiquiatría no la cataloga como una adicción sino como un trastorno compulsivo del comportamiento. Sin embargo -aclaró- "en la práctica clínica lo que se observa en los pacientes que tienen este tipo de problema es que el mismo evoluciona como una adicción".

En ese sentido sostuvo que "hay síntomas que tienen los adictos y que se dan en estos casos. Luego de iniciarse en el juego, cada vez necesitan apostar más y con mayor frecuencia para poder obtener la misma satisfacción. Es el fenómeno de la tolerancia que se da a pesar de las consecuencias negativas que el acto tiene tanto para ellos como para su entorno. Cuando uno le pregunta a un paciente qué pretende con el juego generalmente éste responde "ganar". Sin embargo, la experiencia demuestra que el apostador, cuando logra un beneficio, no se retira de la sala. Lo hace recién cuando pierde todo lo que lleva encima. Pareciera que lo que en realidad busca es algo muy neurótico: transformar el placer en displacer, lo cual es enfermizo. Corresponde al psiquiatra determinar qué tipo de enfermedad padece para poder ayudarlo con un tratamiento adecuado", expresó.

Luego de señalar que para la ludopatía no hay aprobado ningún fármaco específico, explicó que hay que tener en cuenta que el ludópata es una persona que, además de jugar, suele tener otros trastornos psiquiátricos o mórbidos, que son patologías asociadas y que se manifiestan en los síntomas. "Cuando el jugador patológico es alguien con un perfil que tiende a la depresión, es probable que, en el marco de un tratamiento que incluye la psicoterapia, la terapia grupal y familiar, haya que apelar a una herramienta medicinal que esté fuertemente apoyada en un antidepresivo. Si se advierte que la persona es muy ansiosa se puede prescribir un ansiolítico. En los últimos años hemos visto que las psicoterapias cognitivo-comportamentales han sido muy eficaces para controlar rápidamente la modalidad de juego compulsivo de un paciente. Después hay que encarar otra etapa para analizar con mayor profundidad qué cosas lo llevaron a entrar en ese tipo de proceso", indicó.

Razones

Más tarde, tras admitir que sobre la ludopatía hay muchos prejuicios y se instalan situaciones de secreto, la doctora Mora Dubuc dijo que "lamentablemente el paciente suele llegar tarde a la consulta. Esto es, cuando se encuentra muy deprimido, luego de haber perdido no solamente dinero y bienes materiales sino también sus vínculos con la familia. Hay veces que esa crisis genera una fuerte idea de suicidio por lo que el paciente se encuentra en una situación de alto riesgo. Dentro de las adicciones, la ludopatía es la que tiene mayor tasa de suicidios. Es muy importante proteger al paciente y a su familia. Para ello hay que instalarlo rápidamente en un tratamiento oportuno y no dejarlo solo, por lo menos hasta que se estabilice y esté en condiciones de reconstruir un proyecto de vida diferente", señaló. Posteriormente sostuvo que "apostar dinero puede ser un juego divertido pero existe un problema: el control se suele perder en forma solapada, progresiva y lenta; esto hace que la persona no lo advierta y su familia tampoco. Cuesta lograr que la industria del juego entienda que debe hacer una oferta regulada y protegida", afirmó.

Tras señalar que "si bien el monto de la apuesta depende de la condición económica de cada uno", sostuvo que "juegan tanto los que tienen mucho como los que tienen poco". Un estudio que se hizo en 2010 determinó que en la ciudad de Buenos Aires había 16 mil jugadores patológicos que necesitaban una atención inmediata. Otro trabajo, en este caso relacionado con los hábitos de consumo de nuevas tecnologías por parte de los adolescentes -que se realizó en 2012- demostró que el 21% de los jóvenes escolarizados de la Capital Federal, al jugar a través de la PlayStation, la computadora o el teléfono celular, lo hacían por dinero", advirtió.-