por Julia Van Gool

La oferta gastronómica en la ciudad ha crecido a pasos agigantados. Innovando con estilos y cocinas internacionales, empresarios marplatenses han apostado a la ciudad y presentan, tanto a los residentes como a los turistas, una gran variedad de opciones disponibles todo el año. La calle Hipólito Yrigoyen es una de las zonas en donde se ha materializado esta realidad, y hoy en día más de 10 bares con estilos totalmente diferentes se concentran en un radio de siete cuadras, presentando una amplia variedad de ofertas que se dividen según gustos y edades.

La voluntad emprendedora es un sentimiento que nace en quien tenga una idea y la pasión suficiente para hacerla realidad. Se suele asociar con la juventud, simplemente porque el tiempo es un factor que no entorpece lo suficiente como para opacar los planes. De todas maneras, sólo se trata de contar con el espacio para desarrollar eficazmente la creatividad, los deseos y la iniciativa, dado que lo demás viene por añadidura. Sin embargo, la juventud es un denominador común en la zona. Tanto dueños como encargados rondan los 30 años y demuestran, una vez más, que los jóvenes pueden dar importantes lecciones.

Una recorrida por los bares de la zona nos permite conocer la variedad existente en cuanto a oferta de estilos. Cervecerías artesanales inspirados en la impronta alemana, resto bares con cocina latinoamericana, cafés literarios, bares irlandeses y demás. En un acuerdo tácito, se dividen el público según edades, aunque el tipo de música y el volumen de la misma hacen el trabajo por sí solos.

Pero, ¿cuándo comenzó este crecimiento?. Muchos coinciden que el crecimiento fue en los últimos cuatro años, lo que coincide con la vigencia del tope de horario impulsado por el intente Gustavo Pulti. Antes de la aparición de la ordenanza 20.387, la movida pasaba por Alem. Más de 40 bares recibían a públicos de todas las edades, quienes colmaban las calles una vez finalizado el boliche. Hoy en día, cerca de 35 bares se vieron obligados a cerrar sus puertas por la falta de clientes, y muchos de los que permanecieron abiertos se vieron obligados a modificar el concepto de sus proyectos. En una charla con el encargado de ?Marcelina?, un bar de comidas y bebidas que cumple apenas seis meses en la esquina de Yrigoyen y Garay, asegura que una vez cerrados muchos de los bares de Alem, los más jóvenes eligieron los boliches de ?La Normandina? y los que se encontraban en los límites de los ?veinti? y los ?veinti y largos? se volcaron a Yrigoyen.

"La clave es que haya buena onda"

Estas nuevas elecciones no tardaron en notarse, razón por la cuál, salvo algunos resto bares como ?Barrio Mitre? o ?Distrito? que posee una antigüedad de cerca siete años, la mayoría de los establecimientos no presenta más de dos años de edad. Maximiliano, uno de los dueños de ?Glück Das Bier?, cuenta que cuando decidieron comenzar el proyecto (hace un año) eligieron Yrigoyen porque les ?llamó la atención la cantidad de gente que estaba eligiendo la zona?.

En cuanto a los días y horarios de trabajo, la gran mayoría de los bares abren todos los días cerca de las 19, salvo aquellos que también trabajan con el sector gastronómico y el área de cafetería que comienzan entre las 7 y 10, siendo este el caso de la ?La Guagua?, resto bar de comida latinoamericana, y ?Barcelona?, un espacio que funciona como bar de tapas, cafetería y restaurante.

Los viernes y sábados son los días de mayor trabajo y todos los bares alcanzan su máxima capacidad, de 90 a 100 personas aquellos más pequeños hasta 500 los más amplios, como es el caso de ?Barley?, el resto y brew bar que posee un importante espacio vital compuesto por dos plazas. Juan Cruz, el encargo de ?Scotia, bar de tapas?, asegura que viernes y sábados el bar se llena. La clave para él está ?en que haya buena onda y que todos se diviertan?. Además agrega que los precios de los tragos resultan mucho más económicos que en boliches de otras zonas de la ciudad. ?Acá un fernet está $35 y usando productos de primera calidad?, grafica.

Otro producto estrella es la cerveza artesanal. Bares como ?Glück?, ?Barley? y ?Brüder? ofrecen al público su propia cerveza. En el caso de ?Brüder? es un formato de multimarca y la idea de los hermanos Murgier comenzó algunos años atrás, cuando gracias a una beca universitaria ambos hermanos viajaron a Norteamérica y allí fue donde se entusiasmaron con la idea. ?En Estados Unidos había un boom de la cerveza artesanal, de hecho, estamos al tanto por conocidos que viajaron en los últimos meses que surgieron muchas marcas nuevas. La realidad es que en los últimos cinco, diez años el mercado de la cerveza artesanal pasó de tener el 1% a casi el 10% del consumo? explica Federico. Esta misma visión tuvo el dueño de ?Barley?, una de las apuestas más imponentes de Yrigoyen con sus dos plantas y bodega en el subsuelo, ?Ofrecemos nuestra cerveza Galana y hacemos hincapié en nuestra carta, queremos ser un lugar clásico pero con toque gourmet y moderno?, comenta Sergio, el encargado del lugar. La importancia en la variedad y excelencia en la carta como factor agregado a la oferta de cerveza, se repite en ?Glück?. ?Nosotros queremos ser la cervecería con mejor comida en Mar del Plata?, asegura Maximiliano.

Se suman las expresiones artísticas

Pero no todo se centra alrededor de lo gastronómico. Tanto ?La Guagua?, ?Barcelona? y ?Rondó? han encontrado su lugar en todo lo referente al ámbito cultural. Desde festivales de jazz, en el caso de ?Rondó?, hasta ciclos de arte como realiza ?La Guagua?. Este último ciclo consiste en el encuentro de dos artistas que una vez por mes fusionan sus estilos plasmándolos tanto en sus obras como en las propias ventanas del lugar. El resto bar de comida latinoamericana también ha ganado renombre entre los hombres y mujeres de letras. Periodistas como Juan Carrá y Reynaldo Sietecase, y grupos como Letra Svdaca Ediciones, eligen La Guagua como sede para la lectura y presentación de sus poesías. Lo mismo ocurre con ?Barcelona? que ofrece casi todas las noches presentaciones artísticas que varían desde presentaciones de libros y lecturas de poesías hasta stand up y noches folklóricas y tangueras. Tanto Javier como Lalo, dueños del lugar, manifestaron su interés por ser referentes de la excelencia gastronómica acompañada por expresiones artísticas.

Otra característica que denota la innovación de ideas y conceptos es la decoración. Lejos de las fachadas tradicionales de bares marplatenses, los de Yrigoyen apuestan a la creatividad. La ambientación de ?Barcelona? fue ideada por una arquitecta amiga de los dueños, quien representó exitosamente el estilo arquitectónico de la ciudad. Lo mismo ocurre con ?Brüder?, con mesas largas, iluminación tenue, cuadros con frases alusivas al lugar, Federico confesó que ?en cuanto a la decoración intentamos reciclar lo más posible, digamos, teníamos un capital pequeño para llevar esto adelante por lo que nos pareció que la manera más fácil es reciclar. Piedra, madera. Las fotos son unas que saqué en Nueva York con un amigo?.

Yrigoyen se ha convertido en los últimos años en el destino elegido de aquellos que deseen disfrutar de una sabrosa comida y buenos tragos acompañados de un ambiente innovador, divertido y creativo. Lo que comenzó siendo el éxito de algunos aislados bares se ha expandido paulatinamente al resto de la zona de la mano de jóvenes emprendedores dispuestos apostar por sus proyectos. Casi la totalidad de los dueños consultados aseguran que el crecimiento no llegó a su tope, por lo que si nos guiamos por estos primeros años Yrigoyen se dirige con paso firme a convertirse en una excelente alternativa para el encuentro con amigos.

*3Grisados