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27-05-2014

Gremios reclaman que los empresarios expongan las razones del bajo nivel de actividad en la pesca

La pesca local mantiene desde hace años bajos niveles de actividad atribuidos a la falta de rentabilidad y al aumento de costos. Los gremios aseguran que la flota fresquera es la más afectada por este fenómeno. Exigen que las empresas expongan el problema con claridad para reclamarle respuestas del gobierno.

Tal está como ocurriendo en muchos otros sectores industriales del país, la pesca marplatense exhibe niveles de actividad que apenas alcanzan para mantener en funcionamiento el circuito productivo. En lo que va del año, el puerto local recibió casi los mismos volúmenes de materia prima que en 2012 y en 2013, lo cual no es una buena noticia para una industria que por su perfil exportador, supuestamente debió haberse beneficiado por la devaluación ocurrida meses atrás, abandonando una crisis que la persigue desde hace al menos 6 años.

"Si a una devaluación le sigue un proceso inflacionario tan alto como el que hubo, es lo mismo que nada", le explicó ayer a LA CAPITAL el secretario gremial del Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape), Pablo Trueba.

El sindicato mantuvo esta semana junto a otros gremios del sector una reunión con el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, al que le CGT local en pleno, le pidió que el Gobierno tome cartas en el asunto. "No somos nosotros los que tenemos que explicar cuáles son las causas de lo que está pasando. Para eso están los empresarios, a los que el gobierno convocó para que en días más ofrezcan su punto de vista", comentó.

Según los sindicatos, la actividad es insuficiente para quienes pescan, para los que procesan en tierra y para todos los que están directa o indirectamente ligados con el circuito productivo pesquero. "No está llegando suficiente pescado a tierra y eso repercute en todo el puerto", sostuvo Trueba. "Hay una merma en el dinámica de producción. Las estadísticas del Gobierno dicen que aumentó la exportación pero hay que entender por qué sucedió esto. Las ventas pudieron haber crecido porque se comercializó el stock ya disponible o bien porque se vendieron especies como el langostino y el calamar, que no son las que le dan de comer a Mar del Plata", explicó.

Los fresqueros

Según Trueba, el dato oficial que describe una transitoria alza en las exportaciones durante los primeros meses de este año, no refleja auténticamente lo que pasa en la economía real del puerto, donde "lo que está faltando es merluza y variado costero".

Estas especies constituyen la principal materia prima que sustenta a la flota fresquera local, genera altos niveles de ocupación en tierra y provoca un efecto económico muy fuerte en otras actividades, como la estiba o el transporte. Según los gremios, nada de esto está sucediendo en la actualidad. Más bien, lo que ocurre es todo lo contrario.

"No hay actividad porque los barcos fresqueros casi no están saliendo y eso repercute en toda la pesca", afirmó el dirigente del Simape. Según dijo, los buques fresqueros están realizando actualmente apenas un viaje al mes, cuando años atrás, lo normal era que efectuaran entre 2 y 3.

En consecuencia, los marineros están percibiendo un ingreso mucho más bajo que el habitual, conformado por un básico equivalente al salario mínimo, vital y móvil. "Los compañeros del SOIP también pueden dar fe de que esto es real, porque en las plantas no hay pescado para procesar", aseguró.

Estancamiento desde 2008

Las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación dan cuenta de que en los primeros 4 meses de 2015 el puerto local recibió un volumen de merluza hubbsi similar al de 2012 y 2013, con cifras de entre 49 mil y 50 mil toneladas para cada uno de estos años. El dato en sí mismo no es bueno. Revela que la industria mantiene un nivel de actividad muy bajo en comparación con sus promedios históricos y que nunca logró recuperarse de la estrepitosa caída que sufrió en 2008 producto de la crisis financiera internacional y de la recesión que afectó al país en 2009.

Al salir de la convertibilidad, en 2002, la industria pesquera argentina llegó a capturar 355 mil toneladas de merluza hasta llegar a las 407 mil en 2004. En 2008 esa cifra cayó a las 253 mil y desde entonces nunca hubo un repunte.

En 2012 los desembarques de merluza en todo el país fueron de 254 mil toneladas y en 2013 de 274 mil toneladas. Todo parece indicar que este año el resultado será similar. Trueba destacó ayer que para interpretar la crisis en la que está envuelta la pesca, debe tenerse presente que durante los últimos años los niveles de captura de merluza se mantuvieron en un promedio muy bajo para una actividad que hacia fines de los '90 había generado capacidad para procesar hasta 600 mil toneladas de esta especie anualmente. "Antes se superaba el límite de captura y hoy la foto es exactamente la contraria porque las descargas de merluza están por debajo de lo permitido. Incluso hay empresas que están devolviendo el cupo porque dicen no tener recursos económicos para salir a pescar", comentó.

El sindicalista insistió en que serán los empresarios los que tendrán que exponer ante el gobierno cuál es el origen del problema y acordar una salida. "Se habla de que los costos son muy altos y de que el precio del gasoil es muy caro. Ahora aparece la alternativa de abrir zonas de veda cercanas a Mar del Plata, lo que nos parece razonable porque el 75% del Mar Argentino está vedado. No creo que para las empresas sea negocio dejar a los barcos parados, pero son los armadores los que tienen que explicarles a los funcionarios con claridad cuál es el problema porque acá la gente está muy inquieta", concluyó.