Desde hace al menos 6 años la industria pesquera local viene manteniendo un nivel de actividad que está muy por debajo de sus promedios históricos, lo que durante todo ese tiempo pudo ser sobrellevado gracias a ocasionales "buenas rachas" en la explotación de recursos zafreros como el langostino y el calamar. Lo cierto es que la principal materia prima que mantiene en movimiento a todo el puerto marplatense no son ni los crustáceos ni los moluscos, sino el pescado y en especial la merluza hubbsi.

En 2008, en nivel de desembarques de esta especie cayó a un volumen anual de 253 mil toneladas en todo el país y se mantuvo estable en esa cifra, la cual está muy lejos de los números que solía haber en el pasado.

El promedio de capturas de merluza hubbsi de los últimos 25 años es de 362.400 toneladas anuales y su mayor valor se registró en 1996, cuando hubo 596.775 toneladas de descargas. Aquella fue una época de actividad plena en el puerto de Mar del Plata, que tuvo un costo altísimo.

Ante los indicios de sobrexplotación del recurso, en 1999 el gobierno dispuso una estricta veda que provocó que las capturas se desplomaran hasta las 188.771 toneladas en el año 2000, marcando un piso histórico.

La salida de la convertibilidad dispuesta 2 años más tarde, permitió que el sector se recuperara rápidamente no sólo por las nuevas condiciones económicas, sino también porque tras una prolongada tregua, la especie mostraba síntomas de recuperación biológica.

Hubo a partir de entonces un breve período de bonanza que permitió la recuperación del empleo y alentó fuertes inversiones dentro del sector.

En la última década, el mejor año en cuanto a disponibilidad de materia prima en Mar del Plata fue 2004, cuando en todo el país fueron desembarcadas 407 mil toneladas de merluza hubbsi.

En el período comprendido entre 2002 y 2008, las capturas de esta especie se mantuvieron en un promedio de 370 mil toneladas, hasta que se produjo un nuevo traspié, concretamente en el año 2008, cuando se desató la crisis financiera internacional y el país ingresaba en recesión, los desembarques de merluza cayeron a 253 mil toneladas y nunca más se recuperaron, manteniéndose en un promedio anual de 270 mil toneladas.

Falta de rentabilidad, suba de costos, un agónico retraso cambiario y problemas de precios y de mercados fueron provocando que el negocio se redujera cada vez más.

Así, la merluza pasó a convertirse en una especie subexplotada ya que las cifras oficiales de descargas se mantienen desde hace 5 años por debajo de la Captura Máxima Permisible. "Antes la pesca era acusada de superar la captura autorizada. Hoy la situación es exactamente inversa", le dijo ayer a LA CAPITAL el secretario gremial del Simape, Pablo Trueba.

El año pasado, por ejemplo, las capturas totales de merluza en todo el país fueron de 274 mil toneladas, siendo que el Gobierno había autorizado a pescar 312 mil toneladas.

El mismo fenómeno se registra desde 2009, síntoma de que desde entonces, la industria pesquera de Mar del Plata no tiene capacidad de sacar el máximo provecho del principal recurso del que dispone.