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15-06-2014

Las ventas de autos de lujo cayeron 85% en Mar del Plata

Lo reconocieron concesionarias consultadas por LA CAPITAL. Es porque el precio de las unidades de alta gama se duplicaron con la entrada en vigencia del nuevo impuesto y la devaluación. Los rumores sobre posibles modificaciones en el tributo, aseguran, aleja aún más a los potenciales clientes.

El aumento de los impuestos internos sumado a la devaluación fue un cóctel explosivo para el mercado de los autos de lujo, que está casi paralizado desde principios de año por el crecimiento exponencial del valor de las unidades.

En lo que va del año, las ventas cayeron en promedio un 85% en Mar del Plata, según coincidieron concesionarias consultadas por LA CAPITAL. "El mercado está totalmente parado. Se distorsionó. La gente no tiene idea de valores, nosotros tampoco", se quejó Martín Santos, de Estilo, concesionaria oficial Kía en la ciudad. "Semejante caída de los autos hace que la economía de los concesionarios se vea seriamente perjudicada", alertó José María Gianera, de Automotores Juan Manuel Fangio, comercializadora en la ciudad de Chrysler, Jeep y Dodge.

Vigente desde el 1 de enero, el incremento de los impuestos a los autos de alta gama fijó en 30% la alícuota para los que tienen un precio de fábrica de entre $170.000 y 210.000, y en 50% para los modelos que superen los $ 210.000.

Eso, combinado con la devaluación de fines del mismo mes, produjo una abrupta escalada de precios, "que en algunos casos fue del 100 por ciento", según Santos. Por caso, las unidades que valían $350.000 pasaron a $700.000 u $800.000.

"El impuesto fue por demás descabellado, mal estimado. El Gobierno interpretaba que se iba a incrementar el precio de venta en un 50% en los vehículos de mayor valor y en un 30% en los vehículos de gama intermedia. Pero hubo una serie de errores en los cálculos y los valores, en la mayoría de los casos, se duplicaron", estimó Gianera.

A su entender, los vaivenes en el mercado comenzaron a observarse el año pasado. "Hubo rumores de que a partir de abril iban a poner un impuesto. No se sabía el monto ni la fecha, y eso generaba mucha incertidumbre. Después, la actividad continuó siendo normal. Hasta que en octubre el rumor se hizo mucho más fuerte, lo que hizo que las ventas se incrementaran en ese período, hasta que en enero entró en vigencia el impuesto", analizó.

En 2013 se vendieron en todo el país 955.000 autos, de los cuales 100.000 eran premium, entre los que se encuentran los Mercedes Benz, Audi, Alfa Romeo, BMW, Land Rover, Volvo, Porsche, Jaguar y Ferrari. Pero este año todo cambió. "En diciembre se habían vendido muchas unidades, que patentamos en enero, por lo que pareció que el año empezaba bien. Pero ya enero fue malo porque los que se patentaron fueron los vendidos el mes anterior", diferenció Santos.

En el Gobierno, sin embargo, repiten que el impuesto sólo afecta al 4% del total de las ventas de autos y que no hay motivos para que vehículos que no son de alta gama hayan aumentado entre 40 y 60%.

Algo que preocupa sobremanera en el sector automotor es el rumor que se instaló sobre la posibilidad de que haya una rebaja o se anule el impuesto. Es que el propio ministro de Economía, Axel Kicillof, dejó entrever que cabía la posibilidad, pero luego aclaró que eso no va a suceder. Mientras, el diputado Julio Cobos (UCR) impulsa un proyecto para derogarlo.

"O que lo dejen para siempre o que lo saquen, pero que lo definan y la regla sea clara, porque al estar en esta incertidumbre la gente no decide la compra", suplicó Gianera. Santos coincidió: "La preocupación de todos los concesionarios es el comentario que hay en la calle sobre la posibilidad de que se baje el impuesto. El rumor hace que los autos no se vendan porque la gente espera a que baje. Pero como comerciante nunca vi que se haya bajado un impuesto".

Los compradores de autos de alta gama son, en general, altos ejecutivos de empresas que ganan entre 30.000 y 60.000 pesos mensuales. Sin embargo, para alcanzar el precio de los autos que desean necesitan cada vez más sueldos.

"Al cliente de un vehículo de alta gama no le va a cambiar la vida si lo cambia en los primeros tres meses del año o en los últimos seis. Como considera que es muy difícil que empeore la situación, espera. Demora la decisión de compra", explicó Gianera. Y comparó: "Hasta el año pasado, el cliente compraba para colocar su dinero porque el dólar estaba barato. Así, no perdía el poder adquisitivo. Pero este año ya no lo hace".

Las tasas, muy arriba

Uno de los grandes problemas del sector es que no hay crédito. "Las tasas de interés son muy altas, y mucha gente no compra planes de ahorro porque la cuota se fue muy arriba", dijo Santos. "Han aumentado las tasas de financiación en todos los rubros: sea por créditos prendarios o por leasing, las tasas se fueron muy arriba", lamentó Gianera.

Por eso algunas concesionarias venden los autos al costo. "Si cuestan 68.000 dólares, en Kía los vendemos a 69.000", explicó Santos. "Incluso algunas marcas hicieron grandes rebajas en sus precios, pero no van a vender porque el mercado cambió", evaluó.

A su entender, una solución sería que bajen las tasas de interés y haya más facilidades de compra para que "las fábricas puedan acomodar los precios sobre la base de que el Gobierno genere un dólar especial o baje los impuestos".

En los primeros días de junio, Kicillof y la ministra de Industria, Débora Giorgi, pidieron a directivos de empresas del sector que bajen un 10% por precios de las unidades a cambio de líneas de financiamiento especiales. Rubén Beato, secretario de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), fue tajante en la respuesta: "El precio de los autos no va a bajar".

"Cuando le piden a una terminal que baje un 10, 15 o 20% el precio de las unidades, como sucedió hace poco, hay que entender que no lo pueden hacer porque los componentes son importados y están afectados por el tipo de cambio", mencionó Gianera.

Incluso desde comienzos de año se registran fuertes caídas en el nivel de producción, lo que provocó que casi todas las terminales aplicaran medidas de suspensión de personal. Para algunos analistas, el gran problema del sector es el enorme agujero estructural de divisas que se genera por la importación de autopartes.

Camiones para sobrevivir

La única manera que encontraron las concesionarias de autos de lujo para subsistir es a través de la venta de camiones. "Estamos vendiendo pequeños y medianos. Nos dejan un margen. Estamos nada más que manteniéndonos y tratando de no perder dinero en las operaciones que se generan", admitió Santos.

"Las ventas en camiones se incrementaron. Esto es producto de los esfuerzos de los concesionarios por mantenerse resignando rentabilidad", indicó Gianera.

En el corto plazo las expectativas de una salida a la crisis son pocas. Según Santos, hay un conjunto de elementos que hacen que el único objetivo sea "mantener los gastos fijos sin gastar dinero hasta que la situación vaya cambiando y aumenten los sueldos".

"Lo que queda de este año va a ser duro ?aventuró Gianera?. Vamos a tener que esperar alguna corrección del lado del Gobierno y ver qué pasa en 2015".

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