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17-08-2014

Reflexiones de Fernando Mönckeberg y Abel Albino

Fernando Mönckeberg, el médico chileno que logró bajar la desnutrición infantil en Chile estuvo en la ciudad. Es el mentor de Abel Albino. Ambos a través de Conin, persiguen una misma causa.

por Albertina Marquestau

@albermarquestau

"La desnutrición genera debilidad mental, pero es la única que se puede prevenir, revertir y que es creada por el hombre". Fernando Mönckeberg Barros y Abel Albino son los autores de estas palabras quienes agregan: "Es un mal oculto que provoca daños en toda la sociedad". El primero es el creador del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y su otra gran obra es Conin (Corporación para la Nutrición Infantil), que nació en los primeros años del régimen militar en Chile. Es el mentor de Albino quien en Mendoza, preocupado por la desnutrición en Argentina, abrió Conin.

Ambos son médicos y disfrutan lo que hacen: ayudar a que no haya niños con desnutrición. Estuvieron en Mar del Plata dando una charla denominada "La inversión en inteligencia" organizada por la filial local de OSDE. Antes del encuentro y con la notable paciencia que desarrollan los médicos, Monckeberg Barros y Albino dialogaron con LA CAPITAL.

-¿Qué significa invertir en inteligencia?

-Albino: La principal riqueza de un país es su capital humano, y si ese capital está dañado el país no tiene futuro. La desnutrición genera debilidad mental pero es la única que se puede prevenir, revertir y que es creada por el hombre. Por lo tanto el hombre no solamente puede sino que debe quebrarla. Y la responsabilidad social no debe declamarse sino ejercerse. El caso concreto de Osde es un ejemplo de responsabilidad social ejercida, no declamada. Nos va llevando por el país y vamos contagiando a mucha gente hacia esas acciones concretas. Yo llegué a Chile hace 40 años cuando Mönckeberg empezaba con su trabajo y decía que iba a quebrar la desnutrición en Chile. Parecía un sueño medio inalcanzable. Sin embargo, eso pasó.

-¿Cuál era el panorama hace 40 años en materia de desnutrición?

-Albino: La mortalidad infantil es un indicador indirecto de desnutrición y en ese momento era en Chile del 120 x 1000. Nosotros teníamos el 60 x 1000. Hoy Chile tiene el 7 y nosotros en el mejor de los casos el 15. O sea lo que ha hecho el país vecino de la mano de Mönckeberg, ha sido gigantesco.

-¿Cómo empezó a trabajar para revertir la desnutrición y con qué barreras se encontró?

-Mönckeberg: Barreras uno encuentra todos los días (risas). Yo me recibí en la década del 50' y la verdad que me costó mucho constatar el daño que producía la pobreza extrema y su consecuencia, la desnutrición. Llevamos mucho tiempo investigando porque creo que este factor que es tan frecuente entre países de la región, es un mal oculto. Cuando uno lo mira superficialmente, lo probable es que no lo aprecie y ni siquiera evalúe el daño que significa no solamente para los que la sufren sino para la sociedad entera. Nos llevó unos 10 años de investigación científica para darnos cuenta de qué se trataba, saber el diagnóstico, y conocer las consecuencias. Formamos un grupo multiprofesional para llevar adelante esta investigación hasta completar el diagnóstico en 1970, donde supimos que era un daño que afectaba fundamentalmente al niño en las primeras etapas de la vida y esto es desde las últimas semanas de embarazo a los primeros años de vida. Y todo lo que se podía producir más adelante, a lo largo de la vida, era la consecuencia de ese daño que se producía en esa etapa precoz de la vida. Nuestras investigaciones permitieron saber ese diagnóstico que nos permitió elaborar una estrategia de intervenciones multifactoriales en la que establecíamos algunos principios básicos y en las que decíamos que si se seguían esas etapas, era posible eliminar el problema de la desnutrición.

-¿Cuáles son esas etapas?

-Mönckeberg: Una de los elementos básicos para comprender el problema era darnos cuenta de que si pretendíamos alcanzar una igualdad de oportunidades, teníamos algo nuestro a favor que era que la genética de la especie humana es común para toda la especie humana. Y que las diferencias las produce no el genoma, sino el medio ambiente y este último actuando negativamente y siendo realmente agresor en esas etapas de la vida, provocada un daño irreversible en el crecimiento físico, en los mecanismos metabólicos, en las capacidades intelectuales. Nos dimos cuenta también que comparando esto con investigaciones animales, que ese daño en los sobrevivientes era para toda la vida. Y entonces era un elemento injusto condenar a una parte importante de la población a condiciones injustas e irreversibles.

-Hay quienes creen que la desnutrición es el resultado del subdesarrollo ¿Usted qué opina?

-Mönckeberg: Uno tiende a buscar esas explicaciones y probablemente tengan algo de razón. Otros dicen que hay que distribuir la riqueza. Yo no creo ni en una ni en otra. Pienso que el problema es de otra naturaleza, de cómo puedo yo ajustar el medio ambiente al que está expuesto ese niño en esta etapa tan crítica de crecimiento acelerado, y en el que tiene requerimientos específicos no sólo de nutrición sino de estimulación afectiva, motora y cognitivas en general. Puedo afirmar que se define el futuro del ser humano, en esa edad tan precoz de 0 hasta los 5 años de vida.

El programa

-¿Cómo se desarrolló el trabajo que le permitió bajar el número de desnutridos en Chile?

- Mönckeberg: La implementación de las actividades nos llevó a que no se nos podía escapar ni un sólo niño nacido en Chile. En 1970 nacían unos 370.000 por año y teníamos que controlar mes a mes el peso y la talla y todos los controles de salud básica primaria hasta tanto pasaran por esa etapa tan crítica que era la que condicionaba el daño. Eso se consiguió y cambió el país porque esos niños eran pequeños sólo por un rato, luego crecen y van a tener la posibilidad de expresar su verdadero potencial genético con un medio ambiente que les es favorable. Y podrán tener la posibilidad de incorporarse a una sociedad tan compleja y demandante de conocimientos y saberes para poder entonces impactar en el bienestar y desarrollo de la sociedad entera. Chile en 1970 cayó en una crisis política enorme con un gobierno socialista de Salvador Allende que era un caos por la pobreza y por la falta de alternativa para un porcentaje importante de la población. Nuestro diagnóstico era distinto al político, planteamos que el medio ambiente era demasiado agresor. Eso llevó a montar toda una infraestructura de centros de salud a lo largo del país.

-¿Recibió apoyo del Estado para llevar adelante su programa?

-Mönckeberg: Yo creo que si uno no lo logra no tiene solución, cualquiera sea. Chile pasó por diferentes gobiernos y hemos recibido apoyo de todos, pero creo que es porque en la medida que se va avanzado no hay posibilidad de retroceso.

-Y en Argentina ¿qué pasó cuando Conin empezó a funcionar, hubo o no apoyo del Estado?

-Albino: Es un país totalmente diferente al igual que la problemática. Nunca Argentina ha estado en la situación de Chile, que estuvo muy comprometida. Hace poco tiempo tuve una conversación en la Academia Nacional de Medicina con el prestigioso médico Abraam Sonis que falleció, quien me dijo: "El conocimiento científico siempre es un aspiral ascendente. La base la tenía que hacer alguien, que fue Mönckeberg con los centros de tratamientos de desnutrición. Chile se incendiaba, estaba comprometido. Pero la voluta de ascenso la han hecho ustedes con los centros de prevención. Hay una sola manera de superar el trabajo de ustedes, el político que se de cuenta y lo haga política de Estado. Esa será la panacea". Aquí la desnutrición no es tan maligna como lo fue en Chile. Por lo tanto en Argentina han sido muy buenos los centros de prevención. Mönckeberg bajó 10 puntos los gastos públicos, se morían el 28.8% de los niños. El desnutrido es un inmuno deficiente y deprimido, lo ponen en un hospital y se infecta con facilidad y se muere. Entre los programas que cancela el desnutrido, es el de defensa donde ahorra un 30% de energía basal. Entonces Mönckeberg haciendo lugares específicos para desnutridos con los centros Conin, bajó la mortalidad 10 puntos. El tiempo de internación de 4 meses lo bajó a 1 mes y medio. Nosotros con los centros de prevención humana replicamos parte de lo hecho por Mönckeberg. El tema de prevención por ejemplo en Chile, lo abordó el Estado, pero en este caso lo hicimos nosotros solos. Gastamos 3 dólares al día por niño internado en el Centro de prevención y 30 en el hospital que tenemos. Así que pudimos cerrar el círculo, pero él logró el apoyo del Estado absoluto y nosotros vamos lográndolo en forma relativa porque Chile es un país unitario y el nuestro federal.

Seguir trabajando

-Seguir trabajando en la prevención aparece como una necesidad para desterrar la desnutrición...

-Mönckeberg: Yo diría que el eje fundamental es la madre porque muchas veces el padre no existe o no participa directamente y el proceso fundamental para poder llevar al desarrollo de un niño durante 3 años requiere de la educación de la madre. La educación uno la tiene mes a mes, en la medida que viene con el niño en brazos hacia el centro de salud. Eso en 1500 centros de salud a lo largo del país. Y para que la madre llegara había que crear incentivos y el que se descubrió con muy útil, fue la entrega de leche en polvo. La madre es incentivada a dar lactancia materna pero a su vez recibe 3 kg de leche en polvo cada vez que llevaba al niño al consultorio, ese era el anzuelo para trabajar con la madre. Demoramos unos 3 años en llegar a crear una cultura de salud en la que bien podría no haberse distribuido leche si se hubiera querido, pero ya la madre estaba educada, consciente de lo que significaba que la única movilidad social para su hijo era que tuviera un desarrollo normal en ese período tan crítico de la vida. Eso llevó a hacer un movimiento tremendo a nivel nacional y ahí involucramos a los políticos y a quienes eran candidatos, lo que también había que educar porque el programa era a largo plazo, había que invertir muchísimo no solamente en leche sino también en toda la estructura familiar y en el saneamiento ambiental: agua potable, cloacas, etc.

-Porque de nada sirve revertir la desnutrición si luego se vuelve a un medio ambiente desfavorable...

-Mönckeberg: Claro, porque se vuelve a lo mismo, entonces era todo un proceso de inversión bastante cuantioso. Entre 1970 y 1991 la inversión fue de 23.000 millones de dólares. No siempre uno tiene el apoyo político porque uno lo conversa con ellos y le encuentran razón, pero cuando se les dice de la inversión y que además el efecto no lo va a ver él sino otra generación, entonces se enfría el entusiasmo y la pertenencia en el asunto. Pero hoy ya la comunidad está concientizada y entonces no queda más que seguir predicando con lo mismo y eso ha sido un poco el secreto de este programa.