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23-08-2014

Chinardos, una novela vertiginosa con Mar del Plata de fondo

Hace pocos días apareció Chinardos, la cuarta novela de Fernando del Rio, periodista y escritor marplatense. Una novela ágil y atrapante, con miembros de la comunidad china como protagonistas y la ciudad como telón de fondo.

Por @marcelopasetti

Chinardos, la nueva novela del periodista y escritor marplatense Fernando del Rio, atrapa al lector desde la primera página. Un trabajo minucioso -el autor se entrevistó con numerosos miembros de la comunidad china para conocer sus costumbres- con un ritmo vertiginoso, donde los protagonistas, orientales, aparecen en el primer plano de este policial netamente marplatense.

"Me interesa mucho situar lo narrado en Mar del Plata, pero no la Mar del Plata que conocen de la ruta 2 para afuera, sino la nuestra, la de los marplatenses", señala Del Rio, quien ya publicó "Que así sea", "Furca. La cola del lagarto" y "El Geriátrico", estas dos últimas novelas en coautoría con Sebastián Chilano.

Sobre la tarea desarrollada para escribir Chinardos, explica que "hay mucho trabajo en torno al registro de los personajes chinos. Con lo que uno sabe, no alcanza ni para empezar a escribir una novela", dice, para añadir que cuando se gestaba el libro "se produjeron algunos hechos violentos contra supermercadistas chinos en la ciudad, incluido un asesinato".

-Detrás de Chinardos se observa un trabajo de investigación. ¿En qué consistió?

-Sí, hubo un trabajo de investigación bastante profundo, incluso para pasajes muy breves de la novela. En esa época en la que estaba escribiendo Chinardos se produjeron algunos hechos violentos contra supermercadistas chinos en la ciudad, incluido un asesinato. A partir de ese episodio se dispara la historia que narra la novela, aunque, por supuesto, está en clave de ficción.

-¿Cuánto de realidad y cuánto de ficción hay en la novela?

-Tiene una carga importante de realidad, como cualquier texto de ficción. En este caso intenté reflejar aquella coyuntura de los ataques adjudicados a la mafia china, las extorsiones y la violencia. Pero por sobre todas las cosas me interesa mucho situar lo narrado en Mar del Plata, pero no la Mar del Plata que conocen de la ruta 2 para afuera, sino la nuestra, la de los marplatenses.

-Personajes chinos, gitanos, marplatenses? Confluyen muchas expresiones culturales en la historia de Chinardos?

-Es que se aborda la temática de las minorías en la ciudad. Hay tres bien marcadas: una, la comunidad china; otra, la gitana; y también aparece con mucha fuerza el personaje de una chica otaku. Los otaku son aquellas personas aficionadas al animé japonés y que se caracterizan como su personaje predilecto. Entre esos tres grupos se da el conflicto principal de la novela. Es una historia de desencuentros.

-Volviendo al detrás de escena, ¿qué temas investigaste más a fondo para escribir la novela?

-Hay mucho trabajo en torno al registro de los personajes chinos. Con lo que uno sabe, no alcanza ni para empezar a escribir una novela. César Aira dice en un tono borgeano que el novelista debe ser el hombre enciclopedia, el más instruido del mundo. Pero la novela no tiene que ser enciclopédica. El novelista tiene que saber de todo, dice Aira, y que él descubrió eso de chico al leer a Melville, creo, en un pasaje sobre la pintura de una puerta. Estoy de acuerdo, aunque me parece que uno toma conocimiento para atacar una novela y muchas veces es un conocimiento específico como me pasó con Chinardos. Me entrevisté con chinos residentes en Mar del Plata principalmente para conocer sus costumbres y para saber cómo insultaban.

-Se nota mucho detenimiento en la cuestión del lenguaje, ¿verdad?

-Sí, porque me plantee el desafío de escribir los diálogos entre personajes chinos de un modo y cuando debían interactuar con gente que no habla el chino, de otro. Como yo escribo, obviamente, en castellano decidí traducir literalmente frases chinas que muchas veces no tienen el mismo significado en castellano, como por ejemplo los insultos. La palabra loco no agrede en Argentina, pero en china es lo peor. Así que hice averiguaciones sobre esos tópicos mientras escribía Chinardos.

-También el juego aparece bastante en los protagonistas.

-El juego de apuestas está muy presente en Chinardos, es verdad. Parte del conflicto central de la novela sucede dentro del casino, aunque también atraviesa a toda la historia el milenario juego Go. Es conocido en Mar del Plata que tanto los gitanos como los chinos son habituales y fuertes jugadores en el casino. Haber crecido con un padre casinero me ayudó bastante a tener información sobre el ritual del jugador de ruleta.

-¿Cómo es escribir Mar del Plata?

-En mis novelas trato de escribir sobre mi aldea. Ya lo había hecho en ?Que así sea? y en la saga de Furca, junto a Sebastián Chilano. Creo que la Mar del Plata de baja temporada no fue muy escrita y es una de mis principales inquietudes literarias. Ir por ese lado, el del trabajador, el del otoño, el de la violencia. ¿Qué turista conoce que en la avenida Jara está instalada la comunidad gitana? ¿Algún turista llegó más allá de la calle San Juan en alguno de sus paseos? Me parece que hay que contar eso y por suerte el boom literario actual cuenta con autores como Chilano, Chiesa, Carra, De Angelis, Viñao, Bugnone, Sánchez, que lo hacen.

-¿La mafia china existe?

-En Mar del Plata mataron a un chino dueño de un supermercado y balearon a su cuñado. Las extorsiones existían y fue necesaria la llegada de policías de Fujian, la provincia china de donde provienen la mayoría de los inmigrantes. Eso fue hace un par de años atrás y de un día para el otro se acabaron los problemas. Por lo que pude saber e investigar, existe una red de extorsiones y un contrabando de personas. Falsificación de documentos y pasaportes. Usura. Pero últimamente eso, que estaba muy visible tiempo atrás, desapareció. Puede que las reglas hayan cambiado un poco y estén más claras para los chinos.

-¿La editorial de Chinardos es cordobesa? ¿Cómo llega la novela allí?

-Conocí a Emanuel Molina, de Eduvim, por su visita al Festival Azabache, evento en el que fui durante 3 años uno de sus directores. Y entonces la oferta de publicación por Eduvim me sedujo de inmediato por tratarse de una editorial universitaria que además tiene un catálogo compuesto por grandes autores. Eduvim pertenece a la universidad cordobesa de Villa María y es para muchos la mejor editorial universitaria. Estoy muy satisfecho de ser parte de ese catálogo y de que la aventura de Chinardos esté circulando por todo el país.