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24-08-2014

Las peñas, bastiones de la amistad

En Mar del Plata florecen las peñas, o citas de amigos que se reúnen periódicamente fuera de sus actividades específicas para compartir una cena y un vino. Un fenómeno que crece y se revitaliza.

por Marcelo Pasetti

Son refugios de la amistad. Se multiplican en Mar del Plata, y llueve o truene, asistir es una cita de honor. Algunas son mensuales, otras quincenales, y las menos, semanales. La sede puede ser un club, un taller mecánico, un restaurante o una vivienda particular. La excusa es encontrarse para cenar, compartir un vino, y pasar un buen momento. En el 99 por ciento de los casos no participan mujeres, salvo para jornadas especiales, como las fiestas de fin de año.

Las peñas, de eso se trata, son los reductos de la amistad en las cuales, el fútbol, las anécdotas, las situaciones familiares y en menor medida la política, dominan las animadas charlas.

"Nosotros nos reunimos hace veinte años, los terceros martes de cada mes. Y es cita obligada. Arrancamos cinco, y hay noches donde somos entre 30 y 40. Desde hace un tiempo invitamos a alguien a dar una charla, un periodista, un empresario, un científico, y pasamos un momento agradable sin ningún tipo de formalismo. El lema es pasarla bien, y compartir un asado y un vino entre amigos", dice José María Lopetegui, uno de los fundadores de la peña "La cátedra", que recientemente celebró sus dos décadas de vida, los cuales se reflejan en un DVD orgullo de los concurrentes.

Allí, nadie ostenta cargos. Conviven el ex juez con el empresario, el músico con quien brilló en el básquet local, el periodista y el publicista jubilado con el ex concejal. Está el encargado de hacer los llamados telefónicos para recordar el día del encuentro, el que se encarga de invitar al "orador" de la noche, y el que cobra el asado antes de sentarse. Luego sí, ya en la mesa, se felicita a quienes cumplen años en ese mes y se dan a conocer las principales novedades del grupo mientras las ensaladas, papas fritas y cortes de asado van cubriendo los platos.

"No somos cerrados, para nada. Se va sumando gente, y también queremos que haya jóvenes. Se arma una linda mezcla", cuenta otro de los organizadores, mientras Federico Gidoni, músico, también de "La Cátedra", se muestra orgulloso por pertenecer a ese grupo que "en invierno o en verano dice presente para compartir un par de horas que muchos esperamos con ganas". A pocos metros, animadamente charlan Oscar Gastiarena, que vino desde la Sierra, José Depilato, Ernesto Argueso, Antonio Pereyra, Luis Patronelli, Adolfo Urcioli y Valentín Alvarez, entre otros. Allí también siempre están presentes en el recuerdo algunos miembros ya fallecidos, como Albino Bianchini, Ricardo Zuccherino, Darwin Manuel, Efraín Melczarki o José Radesca.

Fierreros y ex compañeros de colegio

En varios talleres mecánicos también funcionan peñas, siendo los viernes el día en que se coincide en la mayoría de los casos. "Arrancamos reuniéndonos para juntar plata para un muchacho que corría en Promocional 850. Tenía un Fitito. Eramos cinco o diez que nos juntábamos a comer un pollo al disco. Pero después se fueron sumando más. Ahora somos como veinte cada viernes. Y terminamos a cualquier hora porque los campeonatos de truco son un vicio", dice Gabriel Colombete, en un taller de la calle Los Andes.

Las peñas para apoyar a automovilistas de las distintas categorías son una constante en Mar del Plata.

Pero también están los encuentros de ex compañeros de colegio. "Somos siete y una vez por mes nos juntamos a cenar en el mismo restaurante. Cuando arrancamos no teníamos hijos. Y ahora uno ya es abuelo", resalta Fabián Solaberrietos, fanático de River, quien se prende en eternas discusiones con su amigo Charly, bostero, aunque ambos dicen conocer los límites y la hora de poner el stop. "Hay que saber frenar porque sino se puede pudrir todo", revelan al unísono.

"Una peña sin vino no es una peña", dice sonriente Esteban, quien pertenecer a "un clan de médicos", ilustra. Son diez profesionales que cenan el primer viernes de cada mes. "Salvo que tengas un congreso en el exterior no podes faltar. Y en cada reunión se encarga de cocinar uno distinto. La peña es un lugar que intentamos preservar. Acá de lo único que no se puede hablar es de política. A partir de ahí, puede surgir la charla para cualquier lado", grafica el neumatólogo.

En cambio, de política se habla y mucho en la peña "La hora de los pueblos", jóvenes que, al decir del periodista Juan Rapacioli, le están poniendo "mucha pila a la militancia" en el justicialismo. Las reuniones son todos los miércoles en Catamarca 3360 y los fines de semana realizan tareas solidarias. "Se armó un grupo bárbaro y obviamente se habla mucho de política aunque no creas que no se producen lindas discusiones de fútbol", coinciden en destacar Luis Stufano y Rodrigo Boujanich, impulsores de la peña que incluso difunde sus actividades, y sus espectaculares asados, a través de la red social twitter. "Nada más lindo que desarrollar acciones solidarias. Y ahí nadie se borra", comentaron.

Compañeros de trabajo también encuentran en esas cenas el momento para distenderse fuera del "laburo". "Nosotros somos seis y una vez por mes nos juntamos a comer. Hay un encargado de llevar el vino y el dueño de casa es el que cocina. Vamos rotando y ya llevamos diez años con esta metodología. Venimos prometiendo que alguna cena haremos con nuestras esposas pero hasta ahora no lo hemos logrado. Seguramente para fin de año", promete el "Tano" Queslo.

Entre goles y asados

Los futbolistas veteranos, los que sábado a sábado se juegan verdaderos partidazos en diferentes torneos, también, cada quince días por lo general, se encuentran para cenar. Allí las cargadas a quien se comió un gol o se lesionó o fue expulsado, son moneda corriente. "La pasamos realmente bien. Y está todo organizado. Están quienes se encargan de las ensaladas, de las bebidas, los postres, y el asado o cuando pinta, un lechón. Después se dividen los gastos", cuenta Hernán Dafonte, arquero y alma mater de una peña futbolera.

Mientras, Jorge Querejeta y Kelo Martínez, mediocampistas de "Talcahuano", por su parte revelan que después de los partidos hay ronda de mate y facturas. "Y por lo menos una vez por mes asado", acotan quienes se cuidan en la semana para el partido del sábado. Los roles están bien definidos. Para preparar el asado siempre se acude a Roberto Pardal y Fernando Burgués, y como en todos los casos, están los que nunca fallan, tales los casos del Guri Martinucci, Gabriel Loggia, Mauricio García, Rody Durrosier, el Tano Di Mario o el Rulo Partenzi. "Muchos creo que venimos a jugar solo por el asado", dicen.

Tangueros y folkloristas también conforman numerosas peñas en la ciudad. En muchas de ellas se repite la modalidad de invitar a alguien a dar una charla. En el podio, en lo más alto, "Cholo" Ciano y Mario Trucco deben ser quienes más asistencias a peñas tienen en la ciudad. De hecho, "Cholo" es parte de dos peñas de amigos. "Antes hablábamos de mujeres. Ahora de remedios", bromea "Cholo".

Jueces y fiscales también tienen sus encuentros desde hace muchos años. En todos los casos, hay códigos no escritos que se respetan a rajatabla. "Esto no es una logia, pero lo que se habla acá adentro queda acá adentro", afirma con contundencia un reconocido magistrado del fuero local. Allí tampoco hay lugar para las mujeres.

"Se aburrirían y esto no sería lo mismo. De todos modos, cuando nuestra peña cumple su aniversario, y también entre Navidad y Año Nuevo cenamos todos los matrimonios", informa por su parte Alejandro Manquela, sobre la relación mujeres-peñas, como fundador de una de visitadores médicos.

A esta altura, debe haber pocos marplatenses de más de 40 años que por lo menos una vez por mes no participe en algún tipo de estos encuentros. Si todavía no lo hace, vale avisarle que se está perdiendo algo bueno.