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09-10-2014

El Lobo Marino de los Alfajores: capítulo final

La obra de Marta Minujín será inaugurada, con su “pelaje” definitivo. También se llevará adelante una charla informativa, destinada a periodistas y alumnos del mundo artístico.

Finalmente el deseo de la comunidad marplatense se hará realidad. El Lobo Marino de los Alfajores, la obra de la consagrada artista plástica, Marta Minujín, se eternizará frente al Museo de Arte Contemporáneo (MAR) el próximo domingo 12 de octubre, con la inauguración de su piel definitiva, compuesta por envoltorios metálicos de alfajores.

Cabe recordar que meses antes, la obra de Marta Minujín sobrellevó un “cambio de pelaje” gracias a la ayuda de los miles de asistentes que colaboraron con la artista, retirando los más de 40 mil envoltorios que recubrían al Lobo Marino en su origen, para luego ser canjeados por alfajores Havanna.

“La idea de un Lobo Marino gigante de Alfajores comenzó con el recuerdo de mis abuelos cada vez que me traían a Mar del Plata. Era una costumbre sacarse la foto junto a los lobos de cemento y llevar de regalo alfajores Havanna, que en aquel tiempo, solo se podían comprar cuando uno venía de vacaciones a esta ciudad”, explicó la consagrada artista plástica, sobre los orígenes de la obra.

Un día antes de la inauguración, se llevará adelante en las instalaciones del MAR, una charla a cargo de Minujín y el Licenciado en Artes, Rodrigo Alonso, destinada a periodistas y alumnos relacionados al mundo artístico. Finalmente, el día domingo, se realizará el evento central con la presencia de la reconocida artista, el presidente del Instituto Cultural de la Provincia, Jorge Telerman, y las principales autoridades de la empresa Havanna, Chrystian Colombo y Alan Aurich.

El Lobo Marino de Alfajores fue inaugurado el 28 de diciembre de 2013, gracias a la participación activa de Marta Minujin y a la donación que Havanna le hizo al flamante Museo de Arte Contemporáneo (MAR). Luego de su presentación, esta “instalación comestible” con miles de envoltorios de alfajores, pasó a convertirse en el nuevo ícono de la ciudad balnearia y parada obligada para las fotos de los turistas.