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02-11-2014

Rick Wakeman

Compositor y tecladista inglés, miembro del grupo ?Yes?, actuó en la ciudad a finales de octubre.

Estoy cerrando una nueva visita a la Argentina, gracias a los buenos oficios de mi gran amigo y productor Aquiles Sojo, responsable de mis últimas visitas al país. Sin dudas, la actual estadía ha sido probablemente la más emotiva y conmocionante de todas las que he realizado desde mi primer arribo al país, allá por 1981, cuando hicimos cuatro conciertos en el estadio Luna Park. A treinta y tres años de aquel histórico cuarteto de recitales, hoy estoy dejando esta linda tierra con uno de los recuerdos más hermosos que haya vivido en todas estas simpáticas y agradables travesías por toda Sudamérica. Los integrantes del Concejo Deliberante me han declarado ?visitante notable?, unas horas antes de actuar por primera vez en esta ciudad, Mar del Plata. Por ser la primera vez, sin dudas es un enorme gesto de cariño, aprecio y reconocimiento que me hacen, algo que realmente no olvidaré a tono con las innumerables muestras de afecto que los argentinos me han brindado. Estoy conociendo este país hace 31 años y ese fue el tiempo que tardé en conocer una de las mejores ciudades del mundo, es decir, Mar del Plata, parece curioso haber tenido que aguardar tanto para acceder a una localidad con el mar tan cerca de los edificios, esto me recuerda el placer de las costas de la Isla de Man, un sitio afín a mi existencia. Es algo en verdad hermoso cómo conecta la ciudad con la zona geográfica y la forma de ser de los habitantes del lugar, es un clima y una vida muy especial, muy seductora realmente.

Tuve la ocasión de llegar a Mar del Plata con mis músicos el jueves por la noche, ahí nos llevaron desde la terminal aérea a un lugar llamado ?Apart Avenida Del Mar?, un curioso sitio en el que permanecimos durante unas pocas horas antes de trasladarnos al hermitage Hotel Hermitage. ¡Guaauuu!, eso sí que es un hotel con todas las convenciones históricas de los grandes hoteles del mundo, además con una vista que es muy impactante de la costa y todas las edificaciones lindantes. Estuvimos con todos los chicos del grupo alojados allí y fue tal la seducción que casi no salimos del lugar, también para aprovechar ese lapso de tiempo tras los tres shows en Buenos Aires, que fueron muy extenuantes. El viernes me invitaron al Salón Versalles, lugar en donde recibí de manos de los responsables la distinción de ?Visitante Notable?, diploma que les muestro con una dosis de agradecimiento y orgullo ante semejante gesto de ustedes. El sábado salimos a probar sonido y luego nos recluimos en el Hermitage hasta la hora de ir a tocar, apenas nos bastaba cruzar la calle para encontrarnos con el Auditorium, una sala fantástica que tienen ustedes los marplatenses. El show fue genial, la gente nos aplaudió mucho y nos esperó para saludar después, son muy afectuosos los argentinos, en verdad estoy muy agradecido por todo lo ocurrido. Más allá de algún compromiso radial que no revistió demasiado interés, haber estado en Mar del Plata fue uno de los puntos de mayor impacto en esta visita. Me voy de esta ciudad con ese enorme gesto, además de un regalo increíble que es la envidia de mi baterista Tony Fernández, un fanático enfermo del fútbol: un viejo amigo periodista con quien nos conocemos desde 1993 me regaló la casaca en mi talle del número 9 de River Plate, Teo Gutiérrez, el delantero de Colombia y fue un gesto inolvidable. Allá seguimos mucho los partidos de los equipos argentinos, hay unos jugadores fantásticos. Solo me resta contar los días para volver a la Argentina y cruzar los dedos para volver a Mar del Plata, mis colegas de Yes, Steve Howe y Jon Anderson habían estado antes y yo ahora cumplí ese sueño. Ojalá nos veamos realmente muy pronto, mil gracias por tanto calor y cariño.