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28-12-2014

El truco de magia develado por el marplatense Rodolfo Palacios

Podría haber llamado "Todo lo que usted quería saber sobre el robo al Banco Rio...", pero Rodolfo Palacios, periodista y escritor marplatense, optó por "Sin armas ni rencores". Se trata de su nuevo libro, donde el robo al Banco Río es contado por sus autores. "Cuando llegaron a sus casas, los medios seguían diciendo: 'Ladrones toman rehenes en un banco', pero ellos ya se habían repartido el dinero

Por Marcelo Pasetti

Rodolfo Palacios, periodista y escritor marplatense, pertenece a esa "raza" de colegas que no se detienen hasta no lograr el objetivo. El de él era conocer detalladamente cada uno de los preparativos y la forma en que se cometió el cinematográfico robo al Banco Río de Acassuso, el 13 de enero de 2006. Y lo logró y lo plasmó en "Sin armas ni rencores. El robo al Banco Río contado por sus autores", su nuevo y reciente libro editado por Planeta.

Mientras todos se quedaron con el histrionismo y las frases simpáticas del uruguayo Luis Mario Vitette Sellanes, el hombre del traje gris -se casó recientemente, invitó a Palacios y regaló su libro como souvenirs a los centenares de invitados-, el marplatense fue más allá y se encontró con Fernando Araujo, el verdadero ideólogo y creador del asalto.

"Es un bicho raro del delito", admite en una extensa entrevista concedida a LA CAPITAL y sobre Araujo explica que "es de clase media alta, formado en una familia de San Isidro, con estudios universitarios y una obsesión que pudo cumplir: robar un banco como si fuera un acto artístico. Y hacerlo como nadie lo hizo en el mundo. Y sin armas ni violencia. Y con una nota poética".

El libro es atrapante. Testimonios, historias, y datos que Palacios fue recogiendo a lo largo de años de investigación, tras haberse ganado la confianza de los integrantes de la banda generan una atrapante tensión.

"Cuando llegaron a sus casas, los medios seguían diciendo: 'Ladrones toman rehenes en un banco', pero ellos ya se habían repartido el dinero y las joyas", dice más adelante el autor, además, de "El angel negro, vida de Robledo Puch, asesino serial", "Pasiones que matan. 13 crímenes argentinos", y "Conchita, el hombre que no amaba a las mujeres", donde hace años definió las características del odontólogo Ricardo Barreda, detenido hace horas, por lo cual Palacios "desfiló" por canales de televisión y estudios de radio.

El robo del Banco Río fue elogiado hasta por la policía. Fingieron un robo exprés para burlar a los investigadores mientras otro grupo vaciaba las cajas de seguridad. Huyeron con 19 millones de dólares y 80 kilos de joyas por un túnel para sorpresa de todo el mundo, especialmente de los centenares de policías que rodeaban la sucursal pensando que tras haber pedido varias "fugazzetas" finalmente se entregarían.

Vitette era el negociador. "Fue una pieza fundamental del engranaje. Fue la voz cantante del grupo, el negociador ante el experto del Grupo Halcón. Durante dos horas mantuvo entretenidos a los más de 300 policías que rodeaban la manzana. Estudió teatro y se puso una moneda debajo de la lengua para distorsionar su voz", cuenta Palacios. Y sobre el uruguayo, que disfruta las fiestas de fin de año en su país, recuerda que "debía confundirlos, desgastarlos, hacerles creer que ahí, en ese banco, podía haber una masacre como la de Ramallo".

Una historia casi fantástica, con héroes y villanos. En este último grupo aparece Alicia Di Tullio, marplatense y hermana de Pepita la Pistolera. "Ella estaba al tanto del robo, por eso los compañeros de su ex marido Beto nunca le perdonaron a él que le haya contado del plan. Ella lo delata porque él pensaba irse con una amante. Y fueron cayendo todos".

-¿Por qué escribiste este libro?

-Siempre quise escribir este libro. Venía de escribir las biografías de Carlos Eduardo Robledo Puch, Ricardo Barreda, Yiya Murano, Arquímedes Puccio y la superbanda del Gordo Valor y la Garza Sosa. Pero en el fondo pensaba en ese golpe de película. Pero no iba a escribirlo si no hablaba con los ladrones. Ellos, mejor que nadie, pueden contar cómo fue ese robo que fue elogiado hasta por los policías. Pero lo que me atrajo desde el comienzo es la frase que dejaron y fue autoría del líder Fernando Araujo: ?En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores?. Se inspiró en un robo ocurrido en Niza, donde los ladrones dejaron esta frase: ?Sin armas ni violencia?. Araujo está un poco arrepentido de haber puesto ricachones. De hecho, Acassuso es el barrio de su infancia. Una vez me dijo que mejor habría sido ponerle bacanes, el tema es que esa palabra no rima con rencores, sino con Sellanes (risas).

La figurita difícil de la historia

-¿Cuánto tiempo te llevó la investigación de este libro y cómo lo organizaste?

-La investigación para este libro comenzó en 2010, aunque cubrí el caso desde el día en que ocurrió: el 13 de enero de 2006. Yo trabajaba en el diario Perfil. Ese año entrevisté a Beto de la Torre, uno de los ladrones, y a través de él fui conociendo al resto de la banda. Aunque hablé con policías, fiscales y jueces y fuentes del Banco Río, siempre tuve claro que el libro iba a reunir la versión de la banda. Sobre todo la génesis del gran golpe, el durante y el después de la caída de cada uno de los asaltantes. Para poder plasmar esto fue importante el apoyo de Planeta a través de Ignacio Iraola y de Mariano Valerio. El libro también incluye dibujos del líder y fotos inéditas. Por ejemplo, Vitette se volvió a vestir del hombre del traje gris.

-Es cierto, pero el gran hallazgo del libro es que por primera vez habla el verdadero ideólogo del robo. Finalmente pudiste encontrar a Fernando Araujo...

-Sí, Araujo es la figurita difícil de esta historia. Para los medios, el líder era Luis Mario Vitette Sellanes o Beto de la Torre, los dos que tuvieron más repercusión mediática. Eran presentados como líderes o cerebros del robo. Mi búsqueda era clara: quería saber quién había sido el verdadero ideólogo y jefe de la banda, el padre de la criatura. A través de mis charlas y encuentros con los miembros de la banda, sumado a lo que aparecía en el expediente y la revelación de un detective, llegué hasta el hombre más importante de la banda: Fernando Araujo.

-Araujo es un artista plástico. Un tipo muy especial. ¿Cómo lo definirías?

-Es un bicho raro del delito. Habré conocido a unos cincuenta ladrones y leído mucho sobre otros tantos, desde leyendas y mitos hasta tipos pesados que habían escrito su historia con muertes y robos audaces, pero ninguno de ellos era como Araujo. Es un personaje inverosímil, pero real. Es artista plástico, enseña artes marciales y es personal trainer, se tira en paracaídas, escala montañas, hace rafting. Ha leído y pudo haber sido profesional, académico o gerente de una multinacional. Es de clase media alta, formado en una familia de San Isidro, con estudios universitarios y una obsesión que pudo cumplir: robar un banco como si fuera un acto artístico. Y hacerlo como nadie lo hizo en el mundo. Y sin armas ni violencia. Y con una nota poética. Lo último que supe de él es que vive en Palermo, está en pareja con una marchand, es personal trainer y planea radicarse en Europa, donde vive su hijo. Planificó el robo fumando marihuana y escuchando música. Una de sus canciones preferidas era "Loco", de Andrés Calamaro, el autor del prólogo y admirado por toda la banda.

Un truco de magia

-Este, se asegura, fue uno de los robos más impactantes y mejor logrados de la historia...

-Un documental de Discovery eligió al robo como uno de los cinco más importante del mundo. Lo que lo hace único es esa combinación de boquete con asalto exprés que deviene toma de rehenes. Simularon para que toda la acción ocurriera en la planta baja y en el primer piso. Fue un truco de magia: la atención y todas las miradas están en las cartas que muestra, pero lo que verdaderamente importa, lo esencial, el artificio por el cual la magia existe, es lo que el espectador no puede ver y pasa lejos de su vista. En este caso era el subsuelo donde vaciaron las cajas de seguridad.

-El uruguayo Luis Mario Vitette Sellanes, el hombre del traje gris, es otro personaje fundamental también. Es quien se encarga de mantener distraídos a los negociadores del Grupo Halcón mientras el resto de la banda se dedicaba a desvalijar cajas de seguridad. ¿Es verdad que hasta estudió teatro?

-Vitette fue una pieza fundamental del engranaje. Fue la voz cantante del grupo, el negociador ante el experto del Grupo Halcón. Durante dos horas mantuvo entretenidos a los más de 300 policías que rodeaban la manzana. Estudió teatro y se puso una moneda debajo de la lengua para distorsionar su voz. El negociador de la banda iba a ser otro miembro, pero cuando se sumó al grupo, su histrionismo y oralidad convencieron a Araujo de que tenía que ser la voz de esos hombres. Debía confundirlos, desgastarlos, hacerles creer que ahí, en ese banco, podía haber una masacre como la de Ramallo. Pero a veces Vitette aflojaba, hacía bromas, hablaba con los pies sobre un escritorio, como un gerente canchero. Se casó el mes pasado con una mujer de 22 años y, como souvenir de su boda, entregó mi libro. Le agregó stickers con su nombre y el de su esposa. ?Gracias por venir a nuestra boda?, era el mensaje. Además aprovechó y le puso un calco de su joyería.

-En el libro hay mucho de Mar del Plata y la zona también...

-Julián Zalloechevarría, el chofer de la banda y el encargado de robar sin violencia los dos autos que usaron, nació en Coronel Vidal y fue asesor en asuntos agrícolas de un diputado provincial. Su hijo, Juan Manuel, nació en Mar del Plata y estudia cine. Sueña con filmar este robo y en una época fue como el mensajero de la banda cuando cayó detenida.

-Incluso, quien delató a la banda fue la compañera de Beto de la Torre, Alicia Di Tullio, justamente hermana de la "célebre" Margarita Di Tullio...

-La villana de esta historia fue Alicia Di Tullio, marplatense y hermana de Pepita. Ella estaba al tanto del robo, por eso los compañeros de su ex marido Beto nunca le perdonaron a él que le haya contado del plan. Ella lo delata porque él pensaba irse con una amante. Y según ella la amenazó porque el dinero lo había vuelto loco. Di Tullio no quería delatar al resto de la banda, pero fue presionada y amenazada para hacerlo. El libro también cuenta con el testimonio de Di Tullio. Cuenta detalles reveladores.

La rata Stuart y Bush en Mar del Plata

-¿Por qué crees que este robo genera tanta simpatía entre ciertos sectores de la población?

-Después del corralito, la imagen de los bancos quedó debilitada aunque siempre se fortalecen, aun en tiempos de crisis. Aunque los ladrones no repartieron el botín al estilo Robin Hood, a muchos les causó admiración y hasta simpatía que hayan usado armas de juguete, dejado una nota graciosa y por haberle cantado el cumpleaños a una clienta. Este libro genera cosas extrañas. Algunos detractores dicen que es un manual para robar bancos porque trae planos y dibujos de la banda. Pero sin embargo el negociador del Grupo Halcón lo leyó y dijo que también les sirve a ellos para saber cómo se planifica un robo de este tipo y cómo se lo puede evitar"

-¿A cuánto ascendió el botín según lo que pudiste investigar?

-Según la Justicia la banda robó 19 millones de dólares y 80 kilos de joyas y alhajas. De ese botín sólo recuperaron un millón. ¿Dónde está la plata? Ni idea. Es probable que esté en un país europeo.

-En la tapa y en varias páginas aparece una ratita, lo cual conlleva una historia muy especial. La rata del túnel, convertida casi en cábala.

-La famosa rata Stuart, bautizada así por el líder. Fue la compañía de los ladrones durante la excavación del túnel. Le llevaban hasta comida. Cuando Araujo me habló de ella, pensé que era una broma. Pero Beto de la Torre también la menciona en su libro. Y los otros miembros también hablaron de la ratita. Fue, a su manera, el octavo miembro de la banda.

-El robo fue el 13 de enero de 2006. En el libro contás que a punto estuvo de cometerse en noviembre de 2005 durante la Cumbre de las Américas, cuando toda la seguridad estaría concentrada en la visita de George Bush a Mar del Plata.

-Estuvieron a punto de hacerlo. Pero no llegaron con los tiempos y con la construcción del dique. No están arrepentidos porque de haberlo hecho en esa época, quizá la prensa y la Policía no hubiese puesto la atención en el robo. Y para que el golpe fuera perfecto y tuviera el broche ideal necesitaban a la prensa y a la Policía. Cuando llegaron a sus casas, los medios seguían diciendo: ?Ladrones toman rehenes en un banco?, pero ellos ya se habían repartido el dinero y las joyas.

-Los asaltantes del Banco Río emplearon pistolas de plástico. Lavaron el piso con cloro antes de retirarse, desparramaron pelos para confundir con los ADN y no dejaron huellas. Se había estudiado cada detalle...

-La banda pensó en todos los detalles durante el año y medio de planificación. Incluso en las contingencias, como ocurre en los accidentes de aviones: siempre hay un plan B, un plan C y hasta un plan D. Araujo no dejaba nada librado al azar. Sabía que cuando entraran en ese banco iban a tener la salida asegurada, sin lastimar a nadie y con millones de dólares. Lo que siempre dijo que no podía controlarse en un robo de este tipo es el factor humano. Una traición, la delación de una mujer, la ostentación. Un robo millonario es, para quien lo comete, como un martillazo en la cabeza. Confunde, ciega, marea. Es el poder de ser millonario de un día para el otro.