El Puerto de Mar del Plata se angustió ayer solo como puede angustiarlo una tragedia, de esas que se saben que rondan y que son parte de la vida del pescador como una inminencia que se respeta. El barco pesquero ?San Jorge I? se hundió en horas de la madrugada de ayer y cinco de sus ocupantes desaparecieron en las agitadas aguas, a diferencia de otros tres tripulantes que fueron rescatados y trasladados nuevamente a tierra firme.

El hundimiento se registró a 41 millas marinas de la costa de Villa Gesell, por donde navegaba la embarcación dedicada a la pesca de arrastre. El buque, que había sido botado en 2008 (ver "Destino trágico") como reemplazo del "San Jorge" -hundido en junio de 2007-, se dio vuelta de campana y ocho de los tripulantes naufragaron, incluyendo al capitán Pablo Vaccarezza.

Personal de Prefectura tomó conocimiento de inmediato del siniestro y se abocó al procedimiento que está preestablecido para estos casos. Pero fueron los tripulantes del barco fresquero ?San Antonio III?, perteneciente al grupo Solimeno, quienes hallaron a los, hasta ahora, únicos tres sobrevivientes.

Los marplatenses Lucas Martínez y Walter Barbas, junto al necochense Carlos Ituarte, flotaban sobre una balsa cuando fueron rescatados sobre las 6.30 de la mañana. En tanto, hasta anoche continuaba la búsqueda desesperada del resto: además de Vaccarezza, que estaba de relevo y cuyo hermano desapareció en un hecho idéntico 15 años atrás, cuando navegaba en el "América", Los desaparecidos son Alejandro González, Carlos Sebastián Peña, Maximiliano Alí y Rogelio Hernández, oriundo de Necochea.

Mezcla de sensaciones

Martínez, Ituarte y Barbas arribaron cerca de las 20 ayer a bordo del "San Antonio III" con una mezcla de sensaciones: alivio, por un lado, por volver a ver a sus seres queridos, y desazón, por el otro, debido a la incógnita que significa el paradero de sus compañeros.

Los tres lloraron y se abrazaron a sus familiares, mientras al borde de la Escollera Sur otros hombres y mujeres lloraban tras enterarse que quienes ellos esperaban no eran los que habían sido rescatados.

De inmediato, los sobrevivientes fueron conducidos hacia distintas ambulancias en donde los médicos y enfermeros les realizaron los primeros exámenes y curaciones. Luego, todos fueron conducidos al Hospital Privado de Comunidad (ver "Un regalo de Dios"), acompañados por dirigentes del Simape. "Es un día triste para el Puerto", atinó a decirle a LA CAPITAL el referente del gremio, Juan Domingo Novero.

Por su parte, el presidente del Consorcio Portuario, Jorge Hidalgo remarcó que "el Puerto estuvo acompañando a los familiares". "Prefectura está haciendo lo imposible tratando de encontrarlos. Me gustaría estar en otro momento dando buenas noticias, pensando que va a entrar un contenedor después de tanto tiempo en Mar del Plata... Pero este es un ingrato momento", agregó.

Detalles de la búsqueda

El titular de la Prefectura, mayor Osiris Carlos Humberto López, dio detalles del operativo de búsqueda, que no se suspendió pese a la oscuridad de la noche, y continuó durante toda la madrugada.

Al cierre de esta edición, el uniformado señaló que no había mayores novedades para dar y el paradero de los cinco desaparecidos seguía siendo desconocido. Además, contó los pormenores del procedimiento, que fue dirigido íntegramente por el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, desde la Capital Federal.

"Cerca de la medianoche del martes el pesquero 'San Jorge I' dejó de emitir la señal satelital que se recibe en la Prefectura", reveló el prefecto. Fue entonces que resolvió comenzar con la búsqueda, enviando desde Mar del Plata un helicóptero de la fuerza y luego un avión de rescate, a los que luego se sumarían un guardacostas de Quequén, uno más de General Lavalle y otro de mayor porte que llegaría desde Buenos Aires con personal de salvamento y buceo. Casi en simultáneo, los uniformados pusieron al tanto de la situación a los directivos de la empresa armadora, propiedad del presidente de la Asociación de Embarcaciones Portuarias y ex delegado municipal del Puerto, Mariano Retrivi.

"Hasta ahí había mar uno y fuerza uno -explicó Osiris López-, lo que implica que soplaba una brisa y que la marejada era mínima; más tarde, a raíz de la rotación del viento, la situación se modificó notoriamente lo cual tornó más dificultosa la tarea", agregó.

Cerca de las 6, y a 41 millas náuticas de Villa Gesell, los navegantes del pesquero "San Antonio III" detectaron al "San Jorge I", luego de que diera una vuelta de campana.

El prefecto López dijo que "media hora más tarde fueron visualizados tres tripulantes en una balsa salvavidas", e inmediatamente rescatados y reanimados, ya que estaban en un severo estado de shock.

Entrado el mediodía, operaban en la zona del hundimiento dos guardacostas, con 15 hombres cada uno, a la búsqueda de algún sobreviviente. También participaban del procedimiento tripulaciones de otros buques que navegaban por la zona".

El "San Jorge I" era un pesquero de arrastre marítimo costero -de acero naval- de 20 metros de eslora y 6,40 de manga, con capacidad para 12 marineros. Pertenecía a la empresa San Jorge S.A, con domicilio en Rosales 3157, propiedad de Retrivi, quien también concurrió a la sede de la Prefectura en varias oportunidades durante toda la jornada, para reunirse con el jefe y con familiares de la tripulación, según pudo saber este matutino.

La Municipalidad brinda contención a las familias

El secretario de Salud del municipio, Alejandro Cristaldi, y otros funcionarios de esa dependencia y de la Secretaría de Desarrollo Social se pusieron a disposición de los familiares de los desaparecidos, por orden del intendente Gustavo Pulti.

"Me acaba de llamar el intendente Pulti, pidiéndome que me ponga a disposición de los familiares de las víctimas: estamos muy preocupados ya que se trata de trabajadores marplatenses cuyas familias están muy angustiadas", dijo Cristaldi, quien se hizo presente durante la llegada de los sobrevivientes al Puerto.

A través de las secretarías de Salud, de Desarrollo Social y de Seguridad, explicó el funcionario, la Municipalidad cuenta con una estructura orientada al abordaje de lo sucedido.

"Desde el punto de vista psicológico, los profesionales que están en el área de asistencia a familiares de víctimas de delitos tienen amplia experiencia en el abordaje de comunicaciones traumáticas. La intención es contenerlos y ofrecerles todo lo que necesiten especialmente en el área de la salud mental, que es lo más importante", señaló Cristaldi.

Lágrimas, angustia y dolor en los retornos

Susana deja caer una lágrima sobre su rostro y observa cómo su hijo es atendido por médicos en el interior de una ambulancia, a menos de un metro de distancia.

Todavía resuenan en sus oídos los susurros que escuchó hace un minuto, cuando Carlos bajó del barco que lo devolvió sano y salvo a tierra firme: "Feliz cumpleaños, vieja... Feliz cumpleaños...", dijo como pudo, mientras ambos rompían en llanto y se abrazaban en la ventosa Escollera Sur.

El de ayer seguramente será el cumpleaños más contradictorio de su vida. "Es un regalo de Dios, mi hijo volvió a nacer", exclamó la mujer a los medios que la consultaban sobre sus sensaciones.

Es que, en un mismo día, los familiares de los tripulantes del "San Jorge I" vivieron circunstancias insufribles. Pasaron de desconocer el naufragio del que eran víctimas sus seres queridos a enterarse, y luego hasta esperanzarse con el rescate que hasta anoche sólo había devuelto a tres.

Por eso, para cada uno de los abrazos más emotivos que seguramente dieron en toda su vida los presentes implicados, hubo llantos y gritos al aire surgidos desde lo más profundo de la humanidad de quienes esperaban a los que no llegaron y siguen desaparecidos.

"Gracias, sólo puedo decir gracias a todos pero no estoy en condiciones de hablar", fueron las únicas palabras de Carlos Ituarte a LA CAPITAL. Sus dos compañeros, en cambio, fueron resguardados por los respectivos familiares, y no hablaron con la prensa antes de ser trasladados al HPC.

Un pequeño incidente se produjo cuando los allegados a Lucas Martínez, el único de los tres sobrevivientes que no abandonó el Puerto en ambulancia porque prefirió hacerlo en un auto privado, reclamaron a la Prefectura que quienes custodiaban el ingreso a la escollera no los habían dejado pasar con su vehículo. Como consecuencia, el marinero tuvo que caminar unos 300 metros, hasta la entrada, para poder irse del lugar, lo que desató la bronca de sus padres.

Por su parte, Claudia, la mujer de Walter Barbas, parecía shockeada mientras su pareja era atendida por los médicos. Finalmente, cuando se convino su hospitalización y terminaron los temas burocráticos hubo una mirada entre ambos, de esas que detienen el tiempo. Tras largarse a llorar, se fundieron en un beso interminable.

La historia del "San Jorge I"

La historia de los buques "San Jorge" y San Jorge I", ambos propiedad de Mariano Retrivi, el ex delegado municipal del Puerto, está signada por la tragedia.

El primero se hundió el martes 19 de junio de 2007 cuando recorría las costas uruguayas. Esa vez, el barco que reunía características similares al que naufragó ayer, también portaba a ocho pescadores. Sin embargo, en aquella oportunidad todos fueron rescatados.

Según publicó LA CAPITAL en su edición del miércoles 20 de junio de 2007, el "San Jorge" tenía 24 metros de eslora, 5,80 de manga y 3, 10 de puntal con casco de acero y capacidad para 1300 cajones de carga. El infortunio, que no dejó víctimas fatales, se registró en la Zona Común de Pesca Argentino-Uruguaya, que está determinada por dos arcos de circunferencia de 200 millas marinas de radio y cuyos centros de trazado están ubicados respectivamente en Punta del Este y en Punta Rasa del Cabo San Antonio.

Para reemplazar al buque perdido, Retrivi -actual presidente de la Asociación de Embarcaciones Portuarias- ordenó la construcción de otro similar al que llamó "San Jorge I", botado en el verano de 2008.

El martes por la noche, el barco enfrentó el mismo destino que le había tocado, casi ocho años atrás, a su antecesor. La de ayer es la mayor tragedia marítima local ocurrida desde 2010, cuando el "Unión" naufragó causando la desaparición de dos pescadores.

Cabe destacar que el año pasado se produjo el hundimiento de la nave marplatense "Galme I", a 55 millas marinas de la costa marplatense, aunque todos sus tripulantes fueron rescatados con vida por personal de Prefectura.