Después de publicar 'lo mejor' llega "lo peor de Maitena", un libro que selecciona parte de los trabajos que la dibujante Maitena Burundarena publicó entre 1986 y 1990, caracterizados por un fuerte voltaje erótico, personajes inolvidables como Coramina, el Langa o la Fiera e historietas oscuras con mucho, mucho sexo.

Publicadas en revistas de la Ediciones de la Urraca (Sex Humor, Sex Humor Ilustrado y Fierro), estas historietas conforman lo que fue su primera etapa como dibujante, años de aprendizaje y de copiar y copiar como le machacaba el Negro Fontanarrosa.

"'Lo peor de Maitena' es algo un poco machista que cambié, en la medida que fui creciendo evolucioné y tiene que ver con el lugar de donde yo vengo. En las historias de este libro hay una visión menos feminista de lo que después fue Mujeres Alteradas. Hablo de mujeres pero el hombre las domina, y en esa época de mi vida eso era así, lo otro era algo que podía empezar a pasar", confiesa Maitena.

En esos días "nunca me imaginé quién era mi público, hacía dibujos eróticos, pero seguí trabajando con textos escolares por una simple razón: necesitaba ganar plata", cuenta Maitena mientras se saca los zapatos porque tiene mucho calor, en ese ambiente despojado de su estudio, acodada en su mesa de trabajo lleno de lápices y una lupa, abierto a otro espacio donde hay una biblioteca y dos perros echados, esperando una señal mínima para sumarse a la entrevista.

Maitena Burundarena (Buenos Aires, 1962) hace ya tiempo que no dibuja, después de publicar su primera novela (Rumble) quiere seguir escribiendo aunque el ritmo febril de la ciudad la hace extrañar un escenario diferente frente al mar en La Pedrera (Uruguay).

Allí vivió durante 12 años, lugar al que quiere volver algún día esta amante de la naturaleza y enemiga del ruido que habla al pasar de su pequeña nieta, entre otros datos sueltos de su biografía personal.

Y en la charla vuelve sobre sus orígenes: "Como trataba de publicar en todas las revistas de la editorial tenía un personaje para cada una, así nacieron Coramina (Sex Humor Ilustrado, 1986-1987) y la Fiera (Sex Humor, 1987-1988-1989). "Mis compañeros me decían 'un personaje masculino no te sale', y nació Daniel Frentelli, el Langa (Sex Humor Ilustrado, 1988): "Lindo, simpático, canchero, el típico muchacho de oficina que se las quiere coger a todas pero.", describe en el libro, recién publicado por Sudamericana.

"Toda esa primera etapa fue de aprendizaje, yo copiaba a todos, a Manara, a Pratt, soy una adicta al trabajo por eso no me costaba dibujar hasta cualquier hora, rememora la dibujante que a partir de sus mujeres -alteradas, superadas- se hizo famosa y está traducida a 12 idiomas y publicada en 30 países.

También en el libro están las historietas La vi parada ahí (Sex Humor Ilustrado, 1987) -"trata de una transexual, algo adelantado para la época"-; Los 5 sex-tidos (El Lápiz Japonés, 1993); Me lo contó un pajarito (Fierro, 1989); Garchi (Sex Humor ilustrado 1989) y Tres dobles (1988), Alicia (1986, guión de R. Ferro), Gato (1990), La vida es puro cuento (1990) y Todos los caminos conducen a casa (1988), publicadas en Fierro.

La noche tiene algo especial

- En esa revista aparecieron Barrio Chino (guión de Juan Martini, 1989-1990) e Historias por Metro (1989), muy oscuras, muy duras y mucho, mucho sexo ...

- Sí, fue más que nada un trabajo interior, sacar de adentro mucha gente; en mi mundo había travestis, había gays, fue mi época más torta y me salía, no quería hablar de eso pero cuando dibujaba saltaba. Y dibujaba de noche, me quedaba hasta muy tarde. La noche tiene algo especial. Muchas no publiqué, me parecían una mierda, tipo viaje de egresado que era bien sexhumor.

- En la etapa siguiente el personaje se convirtió en la historieta, en el tema...

- Me di cuenta de que el problema con el personaje fijo es que no puede salirse demasiado de quién es, si es casado no es soltero y así todo, y cuando me ofrecieron la página de una revista femenina sabía que iba a representar una limitación a la hora de hablar de las cosas que les pasan a las mujeres... por eso en Mujeres Alteradas el personaje de cada tira es el tema que se toca, y aparecen los puntos de vista de diferentes mujeres, le dio a la serie la posibilidad de crecer, hablar de cosas diferentes.... esa decisión fue acertada, por eso duró tantos años, yo me suelo aburrir mucho antes de un personaje o un formato (salté de la historieta de seis páginas mensuales a una semanal o a la viñeta diaria).

- ¿Qué implicó ese cambio de registro tan abrupto entre las historietas eróticas y las mujeres alteradas?

- Lo más gracioso es que yo creo que mi universo está en todos mis libros, está en mujeres alteradas, en estos dibujos eróticos, está en la novela, y todo lo que yo hago en diferentes dosis y en diferentes capas. Todos los universos se componen de seis o siete cosas y me gusta eso.

- ¿Una forma de redescubrirte?

- De afirmarme en las cosas que me interesan y por supuesto que incluyen el sexo, el humor, la música... muy presente en este libro, la vida cotidiana de las mujeres, mi pequeño mundo. Lo que tengo para contar.

- ¿Por que pensás que la violencia atraviesa muchas de las historietas de esa época? ¿Tiene que ver con lo marginal?

- Con lo marginal, pero también hay cierto regodeo con la violencia. Yo me sorprendí cuando volví a ver los dibujos, hacía años que no los miraba. Creo que se relaciona con cosas personales, de violencia interior, después no las volví a dibujar. Yo venía de situaciones muy violentas que no las saqué para afuera y se vieron ahí. Ni hablé de eso y empecé a dibujar.

- Después de lo mejor de Maitena (2013) ...

- Esto es lo peor, está buenísimo. Me gusta, tiene humor sobre mí misma, es un mirarme desde afuera. Si no te reís de vos mismo... sobre todo en estos trabajos que son tan expuestos, ponés tanto tu pensamiento... una especie de sincericidio, una de las claves de mi personalidad. Sin humor quedás bajando línea, o amarga, resentida.