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19-04-2015

"Los hijos no se divorcian"

Lucas Tripe Aveni es presidente de la asociación civil "Padres por nuestros hijos", que se encarga de, ante divorcios y separaciones, favorecer acuerdos amigables entre los padres y mantener a los hijos al margen de sus disputas. Ya solucionado su caso, pelea por el de los demás.

por Ignacio Lucarno

Lucas Tripe es de General Alvear, Mendoza, la tierra del sol y del buen vino. El es presidente de una asociación civil llamada "Padres por nuestros hijos" que cobró notoriedad este año y puso sobre el tapete una problemática que afecta a numerosos padres a lo largo y ancho del país.

La raíz del problema surge a partir del divorcio de los padres y como éste repercute en los hijos. Muchos no logran la revinculación con uno de ellos y son apartados del núcleo familiar para transformarse simplemente en un escudo de guerra.

Lucas recuperó a su hijo hace poco más de tres meses. En 2012, su ex pareja abandonó su casa. "Me denunció de violento, secuestró a mi hijo y dejó mi casa pelada", cuenta Tripe, sin signos de remordimiento ni venganza. En su momento no entendió qué factores llevaron a su ex mujer a tomar tal determinación. "Vino la policía y me llevó preso. Me denunció por violencia psicológica y me puso una restricción e impedimento para ver a mi hijo", dice.

Hoy, viendo el hecho por el espejo retrovisor, alude a temas económicos. "Todos nuestros emprendimientos y negocios fueron a nombre de ella", recuerda.

Sin embargo y pese a ir preso no guarda rencor hacia ella. Ganó todos los juicios y muchos vecinos de Mendoza, amigos y conocidos alzaron la voz, dándole su apoyo.

Lejos de darse por resignado, comenzó una cautelar para recuperar a su hijo. Con el transcurso del tiempo su abogado ganó todos los juicios. Comenzó a ver a su hijo una vez por semana, y ante tanta injusticia en su contra, empezó a circular su voz por las redes sociales. Encontró a muchos padres y familias afectadas por el mismo caso y así se originó la organización. Entendió que la historia amplificada repercutiría aún más. Debía haber alguien más que haya sufrido esto. Y así fue, hoy "Padres por nuestros hijos" es una organización que dispone de sede en todas las provincias y principales ciudades del país. Además, muestra un gran rebote mediático debido a que la problemática sin dudas, es masiva.

Mientras suspira, y a pesar de haber recuperado a su hijo, recorren lágrimas en sus ojos. Se contiene y afirma: "Es muy fácil hacerle una denuncia a un padre. No se necesita una prueba. La más famosa es la de abuso y el juez se ve obligado a separar por seguridad. Sin duda, corremos con desventaja". Fueron tiempos duros: "Un año y ocho meses me fueron suficientes para pensar si mi vida tenía sentido", recuerda. De la tragedia pasó a una decisión más grande: irse a Buenos Aires y visitar los principales medios de comunicación. Llegó a encadenarse frente a un canal de TV. Así, llamó la atención de panelistas y conductores de los principales canales de televisión que no dudaron en escucharlo, darle un espacio en la TV y apoyarlo.

Lucas señala que no se trata de un tema de padres en el sentido masculino, sino de un todo. Hay madres, tíos, primos, abuelos que se ven impedidos de ver a sus hijos. "Queremos que el proceso de revinculación se cumpla de manera rápida y ordenada. Nuestros hijos no son objetos. Miles de familias sufren esto en la Argentina. Si la ley dice que esto debe solucionarse de manera inmediata debe ser así. Nuestros hijos no pueden esperar", dice.

Esto lo subraya de manera concisa ya que es una pregunta frecuente en la sociedad si hay mujeres dentro de la agrupación o se trata de una asociación en contra de ellas. Sí hay mujeres dentro, como abuelos, primos y tíos. También destaca que hay un filtro a la hora de sumar adeptos a la organización. "Debemos constatar que cumpla la cuota alimentaria con su hijo, que no lo haya abandonado", sostiene.

Hoy, con su hijo a su lado, no abandona la lucha. "Esto no es un solo caso en particular. No era el objetivo único lograr la revinculación con mi hijo. Sería muy hipócrita de mi parte aislarme únicamente en mi caso y una vez solucionado abandonar esto. Deseo que todos los padres de este país vean a sus hijos. Lograr que no se entorpezcan las relaciones con ellos. En este punto, creo yo, se encuentra el mejor antídoto contra el dolor y el sufrimiento infantil: la familia", cuenta sobre su lucha.