CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
26-04-2015

La responsabilidad, un rasgo que escasea entre los universitarios

Según un estudio, sólo el 7,5% de los jóvenes de entre 17 y 21 años tiene voluntad de logro, planificación y perseverancia. Advierten sobre el vínculo con el consumo de alcohol y las drogas.

Altos índices de ansiedad y depresión. Preocupantes niveles de consumo de alcohol y drogas. Pero sobre todo una bajísima tendencia a la responsabilidad. Todo eso muestra un estudio realizado por Adineu (Asistencia, Docencia e Investigación en Neurociencia) que se presentó ayer, en la jornada final del XXX Congreso Argentino de Psiquiatría, que se llevó adelante en el NH Gran Hotel Provincial.

El relevamiento tomó en cuenta a 338 estudiantes de entre 17 y 21 años de tres universidades: la de Buenos Aires (UBA), la Católica (UCA) y la de La Plata. Mientras el 60% presentó rasgos de neuroticismo (es decir, tendencia a experimentar emociones negativas y vulnerabilidad al estrés), apenas el 7,5% logró estar entre los proclives a ser responsables. En cambio, fueron más los que presentaron características como "extraversión", "apertura" y "amabilidad".

"Uno, como docente universitario, se encuentra con esto cuando va a dar clases: la tendencia a la responsabilidad es muy baja, lo mismo que la tolerancia a la frustración", dijo el psicólogo Esteban Mongiello al exponer los datos. Y aseguró que entre los adolescentes que consumen drogas o alcohol son más los que presentan neuroticismo y significativamente menos los responsables, esto es, quienes tienen "voluntad de logro, planificación, escrupulosidad y perseverancia".

"A veces se habla de bajar los niveles de responsabilidad. Algunos directivos universitarios plantean bajar los niveles de responsabilidad y que los docentes nos adaptemos a ese nivel. En realidad habría que trabajar en lo contrario", indicó. Sobre todo "si se tomaran estos datos como estrategias de prevención".

La encuesta determinó que el 15,6% de la población consultada consumía alcohol con niveles de riesgo medio y alto y que un 25% consumía drogas, 17% en forma riesgosa. Lo significativo es que aquellos que ingerían sustancias de manera más riesgosa eran los de menor edad. "Los valores realmente nos asustan un poco. Nos sorprenden. Es la población que está educada. Son chicos en formación universitaria. Son los chicos con los que estamos todos los días, no son pacientes", advirtió la psiquiatra Estefanía Lafoggiannis.

Además, el 40% de los encuestados presentó síntomas de ansiedad clínicamente significativos, el 22% exhibió síntomas de depresión y el 14% síntomas compatibles con la desatención, la impulsividad y la hiperactividad.

La maduración del cerebro

Previo a la presentación de estos datos, otro integrante de Adineu (entidad formada por psiquiatras, psicólogos y psicopedagogos interesados por las neurociencias y los procesos relacionados con el desarrollo) expuso que la maduración del cerebro no concluye en la adolescencia, como se creía, sino que continúa hasta los 30 años.

"Durante muchos años se pensó que el desarrollo cerebral comenzaba en una edad temprana y se prolongaba nada más que hasta los 5 o 6 años. Luego, se estableció que el período de maduración se prolongaba hasta el comienzo de la adolescencia. Actualmente parece que el cerebro continúa cambiando en los primeros 20 años. Y aún más, hasta los 30, según estudios más nuevos", explicó el psiquiatra infanto juvenil Juan Manuel Maison Baibiene.

Si bien a los 6 años el cerebro ya presenta el 95% de su tamaño adulto, la maduración de los lóbulos frontales lleva más tiempo. Y se trata, nada más ni nada menos, que de los "responsables del juicio, la organización, la planificación, la formulación de estrategias y la resolución de problemas".

Por eso se preguntó qué pasa con los adolescentes que se la pasan todo el día con el celular, la play y mirando videos en Youtube. "Eso no está mal, el problema es el exceso", se respondió. Incluso agregó: "Es necesario ver videos de Youtube, pasar horas con la play, sabemos que tiene su lado beneficioso. Pero también es necesario sentarse a estudiar, poder esperar y compartir la mesa". ¿El motivo?

"Todo lo que no se estimule en este momento se va a perder, y probablemente condicione la conducta de grande".

El director de Adineu y coordinador de la mesa, Miguel Márquez, se permitió una broma: dijo que en la Argentina la adolescencia comenzaba en las chicas a los 7 años, cuando "empiezan con las pinturitas y los arreglos adolescentes", y termina en los hombres a los 40. "Somos adolescentes permanentes", comentó.

Así, a su entender, mientras la adolescencia era un período de tránsito rápido que iba desde la dependencia de los cuidados maternos hasta que se salía "a buscar la comida", la cultura imperante la ha "transformado en una avenida extensa, en una autopista que no para nunca".

Probablemente esa adolescencia esté "sostenida por los tiempos en la play station, por los papás condescendientes, por los permisos que perpetúan la situación de infantilismo".

Márquez consideró que, cuando los padres ya no están para colaborar, "es tarde" porque "la conducta adolescente, la capacidad de frustrarse y de no tolerar la espera para conseguir la gratificación ya está instalada".