Carlos Rivas y las negociaciones para la participación de Carlos Arroyo
Remontándose por encima de todas las controversias sobre las contradicciones de su trayectoria, hizo valer el peso incontrastable de su caudal electoral que crece elección a elección.
A estas alturas ya no se puede discutir que Carlos Arroyo es un fenómeno de la política marplatense. Remontándose por encima de todas las controversias sobre las contradicciones de su trayectoria, hizo valer el peso incontrastable de su caudal electoral que crece elección a elección y, finalmente y tras tener en vilo a muchos, concertó el acuerdo con quien buscaba hacerlo.
¿Cómo se llegó a esa incorporación? En discreto silencio se mantiene el primer presidente del PRO de Mar Plata, el empresario del rubro inmobiliario Carlos Rivas que fue en 2005 y por varios períodos posteriores presidente -el primero - del PRO marplatense, época en que Jorge Macri operaba aquí y en toda la 5a sección electoral. En la columna política de los martes LA CAPITAL, este verano dio cuenta de una reunión que inició el camino final que será legalizado el próximo 10. Fue en la zona de Güemes, donde el anfitrión Rivas tendió la mesa para Dante Camaño, Carlos y Guillermo Arroyo. El gremialista -hombre de estrecha amistad con Mauricio Macri de cuyo elenco formó parte como diputado- se comprometió, en la oportunidad, a llevar al más alto nivel partidario y por encima de los gestiones que otros referentes realizaban en el mismo sentido. El asunto principal era superar las consabidas dificultades relacionadas con cuestiones funcionales y, principalmente, lo referido a acuerdos sobre aspectos programáticos y los referidos a los nombres que iban en las listas. Caamaño cumplió meticulosamente con lo prometido y a medida que se acortaban los plazos las diferencias se limaban. La semana pasada tuvo noches nerviosas en la calle Alvear donde Rivas y los Arroyo, padre e hijo, en contacto con el líder sindical que oficiaba de operador sin credenciales pero con estrecha ligazón política y personal con el jefe partidario.Y allí los tres celebraron el martes a la noche mientras el periodismo iba enterándose e informaba sobre el cierre del acuerdo Arroyo-PRO. Otro detalle a tener en cuenta es que en ocasión de aquel primer encuentro Caamaño deslizó alguna promesa que involucraba a Rivas que, por ahora, no trascendió. Otros antecedentes políticos como la participación de Rivas y Arroyo en el mismo espacio, pero con listas diferentes, sirvió para estrechar las relaciones y lo que facilitó que el ahora precandidato y su contendor de antes, pudieran conversar fluidamente ante quien ha sido se dice, el oculto facilitador del final que parecía tan dificultoso.
