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08-08-2015

"En unos años nadie dudará en hacerse una secuenciación del genoma"

El especialista hizo un recorrido introductorio a dos disciplinas científicas de vanguardia, como la biotecnología y la bioinformática.

"Secuenciar y leer el genoma completo de una persona va a ser algo muy sencillo, una prescripción más del médico dentro de las rutinas", asegura el biólogo Federico Prada, director de las carreras de bioinformática y biotecnología de la UADE.

Prada estuvo en Mar del Plata brindando una charla organizada por la Fundación UADE junto a la Fundación OSDE, donde se refirió a los interrogantes que surgen en relación a la información presente en los genes y las enfermedades que nos aquejan. Asimismo hizo un recorrido introductorio a dos disciplinas científicas de vanguardia, como la biotecnología y la bioinformática, que junto a la medicina serán las encargadas de mejorar nuestra calidad de vida con adelantos tecnológicos impensados pocos años atrás.

-¿Qué son la bioinformática y la biotecnología?

-Hay disciplinas científicas que son emergentes y de vanguardia que tratan de solucionar problemas concretos que tiene la sociedad y estas disciplinas responden a eso. ¿Cuáles son las áreas que atacan? Van directamente al grano para resolver problemas en el agro, la salud y la ciencia de los materiales. Esas áreas las conocemos como biotecnología roja, de la salud; verde, del agro, la veterinaria; y la blanca, que es la ciencia de los materiales o la remediación. El biotecnólogo trabaja fundamentalmente haciendo experimentos en el laboratorio de biología molecular y celular. Una vez que tiene esos resultados se los lleva al mundo de los negocios para convertirlo en un producto que se pueda comercializar, ceder a una organización sin fines de lucro, que puede ser una vacuna, un tratamiento, un diagnóstico temprano de una enfermedad, etc. El biotecnólogo utiliza herramientas de la naturaleza, naturales o modificadas por él, para usufructo y generación de bienes y servicios que puedan llegar a la salud, el agro y las ciencias de los materiales. Lo más interesante que tiene es que domestica especies de la naturaleza para que trabajen en beneficio de la humanidad. Por ejemplo, agarra una bacteria, la modifica o domestica genéticamente, y ahora la bacteria hace lo que el científico quiere siempre en beneficio de lo que la comunidad necesita. La bioinformática es una prima hermana de la biotecnología. Tiene otras dos caras, comparte el trabajo en el laboratorio con la biotecnología, pero el bioinformático cuando termina se lleva los datos a su escritorio para, frente a la computadora, programar, hacer análisis de datos, trabaja mucho con la lectura y secuenciación de genomas, interpreta genéticamente a los individuos para que luego de la mano del biotecnólogo, se puedan domesticar.

-¿Son carreras que en la Argentina tienen poca antigüedad?

-Bioinformática no llega a los 10 años y solamente hay dos universidades en la Argentina que la dictan, Entre Ríos y UADE en Buenos Aires. Biotecnología tiene unos 15 años y ya se dicta en cerca de 10 universidades.

Cambios

-¿Son carreras que de alguna manera nos pueden cambiar la vida?

-Nos están cambiando la vida. Sin darnos cuenta la biotecnología y la bioinformática son aliadas de la medicina moderna porque sin saberlo, inclusive los médicos, comienzan a recibir herramientas de terapia y diagnóstico que fueron generadas por especialistas en estas dos temáticas. Ocurre algo muy llamativo, los estudiantes siguen eligiendo las carreras tradicionales, pero creo que en algunos casos esto es porque no hay conocimiento de ofertas nuevas. Por ejemplo cuando alguien dice, me gusta la medicina, en realidad el chico o estudiante no se da cuenta de que lo que más le gusta de esa disciplina es el diagnóstico, el trabajo en laboratorio, descubrir una nueva droga; y en realidad eso no lo hace un médico. Sino que aplica esos nuevos tratamientos, drogas que surgen de otros mundos, como las biociencias que en muchos casos están compuestos por profesionales como el biotecnólogo y bioinformático. En muy pocos años vamos a vivir este cambio, porque secuenciar y leer el genoma completo de una persona va a ser algo muy sencillo y obligatorio. La lectura de la información genética de un individuo va a ser algo no sólo optativo y al alcance del bolsillo, sino obligatorio por los sistemas de salud. Esto para poder predecir enfermedades, tomar decisiones a nivel epidemiológico, vamos a recibir cachetazos de la tecnología en el ambiente de la salud sin lugar a dudas en los próximos años.

-Hoy ya vemos aplicaciones para los celulares que nos ayudan a conocer y llevar un registro de nuestra salud.

-Sí, y son importantes. Es un tema que muchas veces es discutido. No sólo desde la biología y las biociencias uno piensa en la información genética. El ambiente es muy importante. Si mezclamos ambiente con genética nos puede dar cruces muy interesantes para solucionar enfermedades concretas. Entonces las aplicaciones que hoy están en el mercado, son de utilidad porque de esta manera se ven patrones. A nivel informático estamos viviendo en el mundo de los datos, y hoy creemos, al menos desde el área biológica, que llegó el momento de interpretar esta información y ver si con eso podemos curar o prevenir la aparición de enfermedades.

Corto plazo

-Y desde el profesional de la salud, ¿cree que estas aplicaciones y exceso de información puede generar polémica?

-La información está disponible y después hay que ver qué uso se le da, y con los datos médicos pasa exactamente lo mismo. Uno puede tener miedo de que alguien le saque sangre y que de esta manera tenga una lectura completa del genoma humano. Eso también pasó cuando empezamos a hacernos análisis de sangre a mediados del siglo pasado, le gente se preguntaba qué iba a pasar con eso. Hoy en día sabemos que es indispensable y que nadie duda que tenga que hacérselo. En unos años nadie va a dudar en hacerse una secuenciación del genoma si se necesita. Un estudio genético hoy puede revelar una enfermedad dentro de 10 años. Entonces puede surgir la pregunta, ¿la gente va a querer saber eso? Mucha gente quizás no, o tiene miedo. Yo creo que es una decisión muy importante que hoy en día está en manos de cada persona. En mi caso personal yo mandé a secuenciar parte de mi genoma y sé cosas que posiblemente me vayan a pasar y eso no solamente es súper interesante, sino que lo comparto con mis alumnos y hablamos de las implicancias bioéticas que puede llegar a tener esa información. La idea es que si una persona tiene una predisposición a la hipercolesterolemia, pues entonces visitar más seguido al médico, hacer ejercicio, es fundamental. La prevención en general lo es.

-¿Es costoso hacerse este estudio en la Argentina?

-En Argentina hay una empresa que lo empezó a hacer. En el exterior sale 90 dólares que no es el costo de un caramelo, pero no es imposible y va a seguir bajando al punto tal que será un item más dentro de los estudios que se piden. Y eso va a pasar en 10 años, no mucho tiempo más.