Educación en Mar del Plata: distintas miradas sobre un mismo tema
Referentes de la educación en la ciudad brindaron su mirada sobre algunas frases polémicas del candidato a intendente por Cambiemos, Carlos Arroyo.
En su última etapa como figura de la política local Carlos Arroyo se esforzó por acrecentar su fama como director de escuela, en un intento por relegar otros antecedentes mucho más controvertidos de su pasado. De todas maneras sus categóricas opiniones sobre el sentido de la educación y su reivindicación de ciertas prácticas de enseñanza suelen ser tan polémicas como su condición de funcionario de la dictadura o como su actuación como candidato del carapintada Mohamed Seineldin y de Luis Abelardo Patti.
Críticas y adhesiones
Las ideas de Arroyo sobre la educación no pasan inadvertidas, al igual que sus opiniones sobre otros temas sensibles tales como el matrimonio igualitario, la inmigración o la seguridad. El candidato a intendente por Cambiemos aparece como un claro exponente de un modelo de enseñanza tradicional. Esgrime un discurso en el cual siempre están presentes las nociones de autoridad, disciplina, verticalidad, obediencia y deber. A veces con sus palabras, ya sea cuando describe su experiencia como docente o cuando plantea su perspectiva sobre el rol de la escuela, cosecha adhesiones. Pero al mismo tiempo despierta encendidas críticas. El debate público también involucra a muchos de sus ex alumnos, entre los cuales tampoco existe una opinión unánime sobre su figura. Algunos son capaces de recordar el contenido de una clase o el sufrimiento de una penitencia como simples anécdotas de la adolescencia. Otros, en cambio, pueden describir a aquellas mismas experiencias como desvaríos en el ejercicio del poder o auténticos gestos de arbitrariedad.
Las definiciones de Arroyo acerca del papel de la escuela, del docente y de su relación con los alumnos abundan, en especial a partir de su decisión de darle la mayor visibilidad posible a su tarea como educador, en detrimento de otros capítulos de su curriculum. No obstante, en este campo también agita la discusión. Las prácticas educativas que reivindica ¿tienen vigencia en la escuela actual? ¿Arroyo defiende un modelo de enseñanza que está extinguido? ¿En qué medida la aplicación de sus ideas podrían tener éxito en la escuela contemporánea?
LA CAPITAL le consultó a tres docentes, directivos y especialistas en educación que dieron su parecer sobre estas declaraciones de Arroyo:
1- Es bueno que los chicos aprendan computación pero que ?es más importante que aprendan a escribir a mano y con buena letra?.
2- Hoy viene un chico con pelo largo y yo le digo que hay que cortarse el pelo porque es más higiénico, porque gasta menos shampoo, porque tarda menos en lavarse. Yo soy un tipo práctico. Las niñas pueden tener el pelo largo porque las mujeres pueden dedicarle cuatro horas a la cabeza, ¿no es cierto? Nosotros los varones queremos meternos en la ducha, pasar y salir, y ya está. De otra forma tenés que tener un tiempo especial para hacerte los tratamientos que se hacen las mujeres.
3- Cuando yo a los chicos les decía, por ejemplo ?tienen que venir con corbata? (a mi escuela tenían que ir con corbata)? ?¡Eh! Pero hace calor? y qué se yo? Bueno, yo también tengo calor y yo también estoy con corbata, entonces si yo lo hago, usted lo hace. Tema uno. Tema dos: Si está muy cansado, bueno, vamos a hacer una cosa: la corbata la dejamos pero el año que viene vienen todos con un sensor en la punta del zapato. ?No, ¿cómo vamos a venir con un sensor? Y bueno, ¿saben qué pasa? Yo tengo que hacerles hacer algo que no quieran, porque entonces así les estoy enseñando que en la vida no es todo placer.
4- Lo primero que necesita Mar del Plata es un baño de ética. Un baño de buenas costumbres. Lo primero que voy a imponer es la costumbre de saludar: buenos días, buenas tardes. Lo vamos a hacer, con los medios lo vamos a hacer, con la juventud lo voy a hacer (?) Con los jóvenes le vamos a enseñar reglas de comportamiento a esta sociedad que está un poquito descarrilada. Queremos volver al comportamiento de nuestros abuelos. Que la gente diga gracias, siéntese usted, las damas primero, por favor.
5- Al ingreso a la facultad o a la universidad va a poder acceder el que tenga los conocimientos que tiene que tener. Los conocimientos que no se adquieren a determinada edad o etapa no se adquieren después.
Marta Moyano, vicedirectora de la Técnica 3
1- Creo que ambas cosas son importantes. Escribir a mano, con buena letra y sin errores de ortografía; pero también manejar correctamente la computadora. Los alumnos que preparamos como profesionales deben conseguir la excelencia en todos los aspectos.
2- Sobre esta apreciación, puedo decir que hoy la Argentina ha avanzado en cuanto a la no discriminación y la igualdad de géneros. Y la escuela, como institución, no puede permanecer ajena a estos avances. En la escuela donde trabajo, los alumnos pueden concurrir con cabello corto, largo o rapados, y del color que quieran, eso no afecta en nada el rendimiento de los jóvenes en la escuela. Sí les exigimos que lo tengan atado con una colita, por un tema de seguridad, ya que en los talleres manejan maquinarias y puede ser peligroso hacerlo con el cabello suelto.
3- Hoy día, las escuelas cuentan con el ?Acuerdo de convivencia?, que se redacta de común acuerdo de toda la comunidad: alumnos, padres, docentes, directivos, etc. Allí se plasman todas las condiciones que regularán la convivencia dentro de la escuela. Desde cómo irán los alumnos vestidos, cuáles son las normas de convivencia, si hay sanciones, cómo se resolverán las problemáticas, qué recursos y herramientas se usarán para prevenir y evitar conflictos. De esta forma, el que ingresa a un establecimiento sabe cuáles son las normas. Una escuela puede pedir que los alumnos vayan con corbata, en la técnica se establece el uso del guardapolvo.
4- Este sería el único punto en que puedo coincidir. En las escuelas educamos y esto va más allá de la transmisión de conocimiento. La educación abarca temas imprescindibles que han de ser inherentes al propio proceso educativo como son: educar para la paz, comunicación, convivencia, derechos humanos, inclusión, medio ambiente, salud, prevención de violencia, sexualidad, igualdad, moral, honestidad, creatividad, sinceridad, esfuerzo, etc. De aquí surge naturalmente el gracias, por favor y todas las normas de convivencia. Si los jóvenes las internalizan, seguramente se podrán transmitir a toda la sociedad.
5- En este punto me abstengo, en la actualidad no trabajo en la Universidad y no me siento capacitada para dar una opinión.
Juan José Lakonich, director de la Secundaria 1 (ex Piloto)
1- Hoy en día es muy importante la alfabetización digital, y no sólo en un sentido académico, sino para el uso de las TIC en la vida cotidiana. Todos sabemos de la cantidad de trámites (que van en aumento) que es necesario hacer en forma digital. Y ni hablar sobre los dispositivos de comunicación, donde algunos jóvenes la tienen más clara que los adultos. Pero es bueno recordar que no todos los jóvenes acceden de igual modo a su uso. Por lo tanto, disminuir la brecha digital, en cuanto al acceso a esta nueva forma de relacionarnos que ha impactado (y lo hará mucho más) en nuestra vidas, es un objetivo democratizador. Y en el sentido académico, para la búsqueda de información y el procesamiento de datos y la utilización de programas que resuelven y agilizan múltiples procedimientos cognitivos la utilización de computadoras, es irreemplazable. Y se debe empezar en las escuelas.
2- Pretendemos ser una sociedad democrática y eso implica tener el máximo de libertad en nuestras decisiones, siempre que no afecten a los demás. Entiendo que no es la intención prohibir como en las épocas de la dictadura, pero además hay que invitar a que cada uno se exprese. Y el cuerpo de cada uno es un lugar de expresión, y es un territorio más que privado. Por otra parte, seguir manteniendo los estereotipos de género en la estética y las prácticas sociales esconde ciertas consideraciones de fijeza de roles que en el caso de la mujer, la ha sometido a una dominación y a niveles de padecimiento, que a partir de la visibilización social van superándose, aunque muy lentamente.
3- Todos los días aprendemos que en la vida no es todo placer. Entiendo que es muy importante transmitir el cumplimiento de normas. El tema es dar mayor participación a los jóvenes en el establecimiento de esas normas que deben surgir por consenso. Y debatir ampliamente las razones de algunas normas. No creo que el obligar a hacer algo que uno no quiera sea la mejor manera de aprender. Debe favorecerse la reflexión crítica y la comprensión.
4- Me genera cierto escozor la idea de "imponer". El buen trato no se impone, se ejerce, se pone en práctica, y es contagioso y es algo bueno. Es una buena idea tratarnos mejor. Pero no hay que olvidar que no es sólo el saludo formal. Recuerdo cuando hice el servicio militar que debía saludar todo el tiempo y me saludaban, pero nadie me brindaba afecto ni cuidado, sino maltrato disfrazado de formalidad.
5- ¿Cómo se aprenderá a ser intendente? Dado que obviamente no existe la carrera, y además es algo que se ejerce y se aprende posteriormente (y nunca previamente). En lo referido a una profesión, aprender no sólo implica aprender saberes académicos, sino también praxiológicos, que se logran con buenas prácticas, mientras se avanza en la carrera. Es importante comprender que los tiempos de aprendizaje no son homogéneos para todos los sujetos. Y también comprender que suelen tener más oportunidades de acceder a las universidades públicas (que todos sostenemos con nuestros impuestos), los jóvenes que provienen de la educación privada. Y eso no va en el sentido de la igualdad de oportunidades. Ahora, si uno toma la etapa vital de la primera infancia, algunos desarrollos cognitivos que allí pudieren no producirse pueden implicar retrasos madurativos considerables, y en algunos casos, se volverá muy difícil ser incorporados posteriormente. Pero esto no ocurre en las etapas vitales posteriores.
Miriam Kap, Asesora Pedagógica. Magister y Especialista en Ciencias Sociales. Lic. en Ciencias de la Educación.
1- El proceso de la escritura es complejo e involucra dimensiones cognitivas que no se agotan en cuestiones mecánicas o motrices. La escritura es un concepto que implica la posibilidad narrativa. Se trata de una tarea fuertemente productiva y no meramente reproductiva.
Los niños y las niñas tienen, en la escritura, una puerta que se abre a nuevos mundos reales o imaginarios, pero creados y recreados por ellos. Allí radica la belleza de la escritura, no en su soporte o su grafía. Estudiantes de edades muy disímiles producen documentos con rigurosidad académica o bellas historias, utilizando el procesador de texto de la computadora u otras tecnologías. No es necesario volver a la pluma para crear, para soñar, para escribir.
2- El cabello largo, la higiene, los adornos en el cuerpo, los tatuajes, la ropa que usamos son construcciones culturales y no pertenecen a un género. La sanción normalizadora de lo que corresponde a lo femenino o a lo masculino viene dada por diferentes relaciones de poder que, desde hace siglos, están en pugna. Atribuir una cualidad como constitutiva de una persona, una religión, una nacionalidad, un color de piel, un género implica reforzar ciertas ideas como naturales y asumir, por lo tanto, que no deben ni pueden ser cambiadas. Por otro lado, tales atribuciones no hacen sino fortalecer estereotipos culturales que funcionan con violencia, a modo de exclusión de la categoría a la que refieren. No se trata, entonces, sólo de una afirmación banal sino del poder para imponer la regla de lo normal y lo anormal en ciertas instituciones y en la sociedad.
3- Forzar a hacer algo a alguien, sin argumento, sin razones, porque sí, casi como un capricho sostiene la idea de la obediencia mansa, sin cuestionamientos a las relaciones jerárquicas. Existe una enorme distancia entre una solicitud que incomoda y la obligación de hacer algo sin sentido ni razones que lo justifiquen. En el primer caso puede conservarse el derecho a decir NO (también con argumentos), sin embargo en el segundo caso lo que queda es obedecer, observar, inclinarse a una relación de poder que silencia, oprime y moldea los cuerpos casi a su antojo.
4- La ética es un modo de relacionarse consigo mismo y con los demás. Implica una toma de posición interna, actualizada, reflexiva y crítica, que se refleja en las maneras de comportarnos o de tomar decisiones. Es un proceso a la vez social e interno entramado en conceptos muy profundos como, por ejemplo, las ideas del bien o del mal. No puede simplemente bañar a la persona. Identificar la ética con los modales implicaría confundir la ética con la etiqueta. Nada es más incompatible con una posición ética reflexiva y ponderada que la idea de una imposición, un baño que llegue desde lo alto para limpiar no se sabe qué malas costumbres. La ética no se impone mediante la obligación de hacer gestos externos, venias o saludos.
5- La Universidad, además de su función académica, tiene una fuerte responsabilidad social y, por lo tanto, debe llevar a cabo prácticas que permitan el acceso y la permanencia de todos aquellos que deseen habitar sus aulas, transitarla y culminar una carrera. Es una falacia pensar que, al ingresar a la Universidad o al sistema superior, los futuros estudiantes deban tener a priori los conocimientos necesarios para un buen desenvolvimiento académico. Hoy se sabe que la posibilidad de desarrollarse y de adquirir conocimiento se da a lo largo de toda la vida, desde el nacimiento hasta la muerte y es, justamente por este motivo, que las instituciones educativas deben proporcionar un espacio de apertura a la diversidad.
