El escribano Gustavo Crego aseguró que con "los años el Paseo Aldrey marcará un hito" y destacó que para la escribanía de la que es uno de los responsables "fue un orgullo haber sido parte de esta obra".

Crego llevó adelante todo el aspecto jurídico-notarial del Paseo desde su origen. "Ha sido un alto desafío y a su vez un orgullo que este grupo haya confiado en nosotros. Ha tenido varias etapas y cada una ha tenido su impronta, su esfuerzo y su resultado", dijo el escribano. Y, enseguida, recordó: "La primera etapa fue la formación del grupo como sociedad jurídica y la presentación, preparación y certificación de la documentación del pliego licitatorio. Fue una etapa vertiginosa y en la cual el fundador del grupo, el señor Florencio Aldrey, no sólo intervenía activamente como un técnico de un equipo, sino que fundamentalmente tiene la virtud y habilidad de contagiar el espíritu del esfuerzo. El pliego licitatorio llevó consigo, de parte nuestra, la certificación notarial de más de un mil legajos, documentación de la sociedad, de los socios que la componen, declaraciones de bienes, certificados de bienes etc., etc".

El escribano recordó una anécdota de esa etapa. "Para unir los papeles para la presentación, nos prestó gentilmente el señor Orfei, responsable de la firma que lleva el mismo nombre, una máquina especial para abrochar toda la documentación por la cantidad de hojas que tenía cada legajo licitatorio", contó.

Además, Crego sostuvo que la segunda etapa de su trabajo "fue la recepción del predio, donde intervenimos constatando por acta notarial, el estado del mismo". "Esto fue importante y solamente una persona con una gran visión y sin temor al desafío, como el fundador de la empresa, podía ver algo positivo en todo eso. El acta consta de la certificación de casi cien fotografías, camas de veinte y treinta centímetros de desechos de palomas y roedores cubrían casi toda la extensión del predio, luego de hacer el acta tuve que tirar la totalidad de la ropa con la que estaba vestido", recordó. Y afirmó: "Esta etapa fue de consolidación, desarrollo, trabajo futuro, vistas de contrataciones. Comienza un contacto fluido con los socios, los que tal como el fundador, fueron confiando en nosotros todos los aspectos jurídicos-notariales. El trabajar cotidianamente con el presidente del paseo, el señor Marcos Cabrales, ha sido para todos los miembros de la escribanía no sólo placentero, sino enriquecedor por las condiciones de bonhomía que lo caracterizan".

Por otra parte, Crego destacó que "una de las cosas más significativas para nosotros, como profesionales de la ciudad ha sido, que no obstante que para la comercialización se decidiera contratar a una empresa de Buenos Aires, la instrumentación de los contratos, su firma, su certificación y fiscalización de cada uno se decidiera que se realizaría en nuestra escribanía en forma exclusiva". "Ha sido un honor y a su vez un alto grado de responsabilidad que proyectos como estos, que son manejados exclusivamente en todo el país, por macrogrupos jurídicos de Buenos Aires, hayan recaído bajo nuestra responsabilidad, la que en temas jurídicos compartimos también con un prestigioso estudio local, de los doctores Abal, con quien es un gusto trabajar en conjunto", afirmó.

En resumen, el escribano sostuvo que "haber sido parte del Paseo Aldrey, de esta obra que con los años marcará un hito, por sus características, por su tamaño, por su impronta, por la fuente de trabajo que significa y fundamentalmente por la integración de socios marplatenses, ha sido para nuestra escribanía un orgullo personal para cada uno de sus miembros y una satisfacción profesional".